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Leiva. Ainda. Roquetas de Mar. 17 de julio
Sin otro impedimento de agendas, ni la de artista ni la del escenario, se hace raro, por mucho verano que sea, que una de las giras del año recale en una ciudad en domingo. Pero así fue anoche con el madrileño Leiva, que aterrizó con toda su Leiband y con los argentinos Ainda en la Plaza de Toros de Roquetas de Mar, dentro del presente ‘Cuando Te Muerdes El Labio Tour’ y de la mano del Ayuntamiento de la localidad y Crash Music, promotora, entre otros, de Cooltural Fest o B-Side Festival. Una gira que viene avalada por una gran acogida de público y crítica allá por donde pasa, si bien presentaba bastantes interrogantes desde el inicio, toda vez que el citado último disco (uno de los oros de esta casa en la lista anual) es un conjunto de duetos con hasta catorce artistas distintas. La solución se encontraba en el propio acompañamiento de los teloneros, puesto que es la argentina Esmeralda Escalante, del dúo Ainda, donde comparte con Yago Escrivá, la encargada de asumir el rol en esa suerte de canciones dialogadas. En cualquier caso, tampoco la presentación se cebó demasiado, puesto que en sus redondos veinte temas, solo cinco fueron de dicho álbum. Con una banda (su Leiband) de auténtica altura y relumbrón (con Juancho Sidecars, con César Pop, con Niño Bruno, con Tuli… es difícil no sentirse plenamente respaldado), Leiva ejerció de figura del momento y el público, bastante heterogéneo, lo recibe como espera. No hay posibilidad de engaño. Un status ganado por derecho propio con canciones rotundas, sin fisuras, grandes, crecientes. Sin salirse nunca (para mal o para bien) de la corrección (es quizá lo único que podríamos achacar los amantes de algo más de incertidumbre a la hora de una presentación viva), Leiva y los suyos salieron, se entregaron y cumplieron con ejecución intachable con lo que ofrecen. (FOTOS: Juan Jesús Sánchez Santos para RockSesión).
Lee el resto de esta entradaLeiva – Cuando Te Muerdes El Labio
El álbum era muy fácil de vender por su efectismo formal. Que para su quinto disco Leiva avanzara que iba a consistir en duetos en cada una de las canciones con una artista internacional se vende solo. Que si un disco de laboratorio, pensado para entrar con más fuerza en mercados de Latinoamérica, que si bandera del feminismo, que si buscando nuevos públicos a través de las artistas que colaboran… Todo eso formaría parte de las armas arrojadizas de lo que vengo a llamar el haterismo común. Pero, claro, luego está la realidad o, lo que sería mejor todavía, esperar a opinar hasta conocer el resultado al completo. Y es ahí cuando Leiva, como viene haciendo en cada uno de sus trabajos (para esta casa especialmente desde Pólvora, puesto que Diciembre nos parece el más perjudicado por las ínfulas de los ecos post Pereza), gana por convicción y con argumentos. Estas 14 colaboraciones se han gestado de la amistad forjada a lo largo del tiempo, en algunos casos hasta quince años y nada de relumbrones forzados que hubiesen multiplicado los fuegos artificiales mediáticos ni salidas de tono grotescas. Esto hace que con 14 temas en las que se acompaña de 14 voces distintas Leiva suene más Leiva que nunca, potenciando y mejorando su narrativa y dejando que su rock más clásico se impregne de arreglos más sutiles, de vaivenes más armónicos, de un preciosismo que completa y potencia casi un tratado argumental del amor con pocos visos de perdurabilidad en sus distintos estadios (ruptura asimilada o inminente, recuerdos de pasado o del futuro que no será, pasiones que convulsionan hacia el fin) y una buena colección de referencias a series y al modo de vida contemporáneo.
Lee el resto de esta entradaLeiva – Nuclear
Sin prisa pero sin pausa, sigue Leiva forjando la senda de su trayectoria artística en solitario, después de que por salud y amistad decidiera dejar a un lado su aventura en pareja con Rubén Pozo en Pereza. En este tiempo, Leiva ha ido ganándose una reputación o simpatía por viejos tótems del rocanrol y él, que ante todo es una persona con la cabeza bien amueblada, ha sabido ir aprendiendo de los fracasos, de los errores y también de los aciertos, para hacerse con una base sólida de incondicionales. Está claro que ni se le puede acusar de vivir de las rentas (cuatro discos en siete años), ni de que no saber aprovechar sus oportunidades. Sea con Loquillo, Ariel Rot, Johnny Cifuentes (aunque aquello acabara mal) o Joaquín Sabina (y Benjamín Prado), con quien se hizo una uña más de su carne en la composición, gestación y producción de Lo Niego Todo, posiblemente, el último disco del poeta jiennense. Esa vampirización constructiva le lleva a firmar en Nuclear un disco que mira hacia dentro (a su manera) y mejora considerablemente las letras con respecto a su antecesor. Un pequeño paso más dentro de una sinonimia. Y es que Nuclear trae todo lo que se espera de Leiva. La impostura vocal de los fraseos, los medios tempos, los estribillos y melodías pegadizas. Parece sencillo, pero él, en la facilidad, sigue reinando y haciéndose fuerte. Lee el resto de esta entrada
Leiva y Los Zigarros. 19 de agosto
“Ya comprendí la situación, hermano soy del rocanrol”, cantaba Barón Rojo allá por los años ochenta. Como en el póker, las dobles parejas de hermanos con los Conejo Torres, Leiva y Juancho, y los Tormo Martín, Ovidi y Álvaro, en Los Zigarros, hicieron las delicias de los amantes del rock más clásico, ese que es solo rocanrol pero nos gusta, anoche, en el nuevo recinto de conciertos del Ferial de la Vega de Acá. Era la primera de las cinco convocatorias que se desarrollarán en este espacio durante #AlmeriaenFeria, organizadas por el Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería. Más de dos mil personas asistieron a un espectáculo en el que el protagonismo tenía las formas curvadas de Fenders y Gibsons. Un manual de estilo a lo Kubrick, un ejercicio de género canónico donde los riffs se engarzaron uno tras otro, con solos rítmicos cabalgando sobre las bases estilosas y estribillos de golpeo inmediato. (Crónica que he realizado para el Área de Cultura. Fotos: Eva Zetta).
Leiva – Monstruos
Rompe Leiva con la tipografía de la carpeta de portada en su tercera entrega en solitario desde que las andanzas de Pereza decidieran bifurcarse en caminos diferentes. Al menos en la del título del disco, no en la de su nombre que, como un martillo pilón, busca refrendarse como un referente indiscutible del rock masivo, aunque se nos presente más delicado. Sin duda lo es, tal y como se demuestra con las expectativas que rodean cada uno de sus lanzamientos. Tras un desnaturalizado Diciembre y un notabilísimo y atinado Pólvora, el tercer trabajo del madrileño viene a cerrar lo que denomina como una trilogía, si bien las similitudes propiamente dichas son escasas. En esta ocasión se aleja de los mandos para dárselos en su totalidad a Carlos Raya (que coprodujo el anterior), que tira de Joe Blaney para la ingeniería. Dos nombres propios intachables, pero de una personalidad y ‘modus operandi’ tan marcados (sobre todo en la interpretación guitarrera de Raya) que el peso es muy alto en el resultado final. Hay menos sobresaltos sonoros en el álbum que tira de minimalismo seco en guitarras y arreglos. Poquitos, los justos, mucho hammond y naturalidad en la forma de cantar. No es un paso atrás, pero es un paso más corto.
Leiva – Pólvora
Hay casos puntuales, al menos a mí me pasa, en los que el personaje musical te cae mejor que la música que hace. Nunca tuve demasiada devoción por Pereza (y si al final me gustan varias canciones fue casi después de su escisión), y de entre Leiva y Rubén, en sus primeros álbumes en solitario, me quedé con el del segundo. Quizá por aquello de haber formado parte de aquella superbanda llamada Buenas Noches, Rose, tan infravalorada y tan gigantesca. Leiva siempre me generó simpatía, por actitud, por coherencia en sus palabras… No es poco. Pero su música, y en especial la de su primer disco en solitario, me dejó bastante frío, quizá la culpa la tiene el título, por aquello de Diciembre (la gracieta estaba fácil). Ahora regresa con este Pólvora y… ¿Han cambiado las sensaciones?
Rubén Pozo – Lo Que Más / Leiva – Diciembre
Los dos integrantes de Pereza decidieron de forma amistosa no sacar disco de la formación en 2012. En febrero salía ‘Diciembre’ de Leiva, y en marzo ‘Lo Que Más’ de Rubén Pozo. Había cierta curiosidad por ver qué de nuevo podrían ofrecernos uno y otro que no pudieran hacer ya en Pereza, donde la vertiente pop de Leiva prima en muchas ocasiones sobre el lirismo de Rubén. Vamos al detalle.
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Iván Ferreiro – Trinchera Pop
Hay en el artista solista venido de una trayectoria previa en una formación popular una espada de Damocles afilada cuando su trayectoria empieza a dibujar un largo recorrido, que le lleva irremediablemente a una madurez mucho más lejana que al más o menos vigente presente perfecto continuo. En ese trance de la sexta década de vida que regala el cinco como primer guarismo, es donde se presenta un punto crítico en el que se puede caer en la tentación de resistirse al paso del tiempo para querer seguir haciendo lo mismo, se puede abrazar la comodidad de querer repetir fórmulas de éxito que forjaron la leyenda del solista o también se puede pretender dar un salto al vacío sin mucha base buscando una modernidad con la que ni coherencia ni lenguajes parecen coincidir con la pulsión artística. Evadiremos dar nombres concretos en cada uno de los casos, pero seguro que a más de una persona se le habrá venido alguno a la cabeza. Iván Ferreiro, artista que ha demostrado sobrada inteligencia y cordura a lo largo de su carrera, conoce de todos esos riesgos y, por ello, se ha tomado con calma cada uno de los pasos, sin sacar nunca un trabajo del que no esté plenamente convencido y colmada su propia inquietud artística por sorprenderse y, a la vez, presentar canciones acordes con su edad y necesidades vitales. Todo esto parece lógico y sencillo de escribir, pero llevarlo a la práctica, que el resultado sea el que se pretende y que el público sepa percibirlo de la misma manera es la combinación secreta para la que no hay fórmulas mágicas. El vigués lo vuelve a hacer y de qué manera en Trinchera Pop. Un álbum terriblemente poderoso, orgánico, moderno, reconocible y rico en matices como para no dejar de aplaudir en todo su metraje. Descomunal.
Lee el resto de esta entradaCorada: «Reflexión e impulsividad, ¡hacemos un rock donde las letras importan!»
Nunca es fácil echar a andar con una nueva banda, una nueva cabecera, un nuevo nombre con el que llegar al público, pero cuando tras dicha nomenclatura se encuentran músicos curtidos y experimentados ya en otras lides, como es el caso, está garantizada una calidad y solidez significativa de cara a afrontar la escucha de su debut. Es lo que ocurre con Corada y su estreno en el sobresaliente De Vuelta De Nada. En esta nueva formación en la que encontramos al dúo formado por Joanjo Bosk y Albert Serrano. A Bosk (voz, coros y letras) le tenemos ubicado desde los tiempos de Aspid, banda que acabó muriendo un poco en la incomprensión de su propuesta más lírica, y posteriormente como cantautor rockero más al uso, recordando autores clásicos de la canción catalana o haciendo un EP temático sobre bombardeos nazis en el 38 o el 39, como hizo años después convirtiendo “The Partisan” a “El Maquis”. Por su parte, Albert Serrano (arreglos, guitarras eléctricas, acústicas, mandolina, mellotrón, pads y hammond) ha sido guitarrista de estudio de numerosos autores del pop rock nacional e incluso se le ha podido ver de gira, que no es poca cosa, en los exigentes directos de Manolo García. Hemos tenido la oportunidad de mantener una larga y agradable charla con los dos protagonistas, que reflejan en su música una combinación de reflexión, energía, ilusión y ganas por hacer llegar al público el resultado de sus múltiples influencias, en un álbum de canciones muy cuidadas en sus melodías, textos y arreglos.
Lee el resto de esta entradaCorada – De Vuelta De Nada
Nunca es fácil echar a andar con una nueva banda, una nueva cabecera, un nuevo nombre con el que llegar al público pero cuando tras dicha nomenclatura se encuentran músicos curtidos y experimentados ya en otras lides como es el caso, al menos está garantizada una calidad y solidez significativa de cara a afrontar la escucha de su debut. Es lo que ocurre con Corada, esta nueva formación en la que encontramos al dúo formado por Joanjo Bosk y Albert Serrano. A Bosk (voz, coros y letras) le tenemos ubicado desde los tiempos de Aspid, banda que acabó muriendo un poco en la incomprensión de su propuesta más lírica, y posteriormente como cantautor rockero más al uso, recordando autores clásicos de la canción catalana o haciendo un EP temático sobre bombardeos nazis en el 38 o el 39, como hizo años después convirtiendo “The Partisan” a “El Maquis”, además de marcarse un gran disco en Después de Todo, con un “Maldito Veneno”, que va desde entonces en mi maleta de favoritos. Por su parte, Albert Serrano (arreglos, guitarras eléctricas, acústicas, mandolina, mellotrón, pads y hammond) ha sido guitarrista de estudio de numerosos autores del pop rock nacional e incluso se le ha podido ver de gira, que no es poca cosa, en los exigentes directos de Manolo García. Por si fuera poco, para la grabación han contado con otro tótem instrumentista como José Niño Bruño (Leiva, Joaquin Sabina, Andrés Calamaro, Fito & Fitipaldis, Miguel Ríos, Ariel Rot, Alejo Stivel, Manolo Tena, Twanguero, Jaime Urrutia, Lichis, Coque Malla…) a la batería y percusiones y de Íñigo Goldaracena en el bajo (Manolo García, Revólver…). De Vuelta De Nada presenta diez temas de energía rock y cuidadas melodías accesibles que le emparejan al pop. Un debut ‘nodebut’ que es de lo más grato.
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