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Deidre – Alquimia (2008)
Estaba con la duda de si ofrecer o no la última crítica remember del año y me parecía, después de traer ayer la última de “novedades” con Su Ta Gar (por motivos evidentes, quiero linkarla en la selección a Los Discos del Año de RockSesión que publicaré el 5 de enero), que el calendario lo había cuadrado bastante bien para ‘sincronizar’ el cierre de contenidos del año con esa ya querida mirada retrospectiva. (Estamos a una quincena de llegar a las trescientas, que se dice pronto. Del mismo modo, también en 2023 llegaremos a las 2.000 entradas y a los tres millones de visitas. Demasiado para mí, que cantaba Robe). A la hora de elegir qué disco tenía fresco el azuce a la memoria que le dio mi camarada y hermano elegido Manuel, uno de los ocho caballeros de nuestro Restringido, que me pidió esta Alquimia de Deidre en las peticiones de tuitcríticas para los viernes. No podría definir en pocas palabras (y creo que con muchas también me costaría) por qué este disco me voló la cabeza en 2012 (como lo hizo Amnesia de Hamlet unos meses antes, álbum del que soy incapaz de escribir), especialmente cuatro o cinco canciones en concreto. Cosas de vivir todo con tanta intensidad, en ocasiones para más mal que bien, pero demasiado tarde para cambiar que decía, de nuevo, Robe. Me pareció sorprendente que entre las muchas joyas ocultas y personales que he traído a este escaparate este disco se hubiese colado en el olvido. Qué mejor que cerrar el año cerrando una deuda pendiente. Que 2023 os sea muy fructífero y provechoso. Por mi parte, en apenas un mes os doy la brasa con la publicación de mi primer libro. Tendré que ir pensando el siguiente. Por el puto rocanrol. Por cierto ¡votad a vuestros discos del año: es la última llamada!
Lee el resto de esta entradaAlquimia – Espiritual
El regreso de Alberto Rionda, guitarrista principal y compositor en Avalanch, al power metal sinfónico fue aplaudido por los seguidores y la crítica a finales de 2013 cuando lanzaba la carta de presentación de su nuevo proyecto, titulado Alquimia. Aquel disco epónimo le valió que en esta casa le concediéramos una rutilante plata en nuestros discos de aquel año y hasta igual se le quedó corto. Rionda ha sido un maestro en crear grandes riffs adictivos que, arropados convenientemente de teclados y ese aura espectral de los vocalistas (Ramón Lage en los últimos tiempos de una e Israel Ramos en Alquimia), se hacen por igual sensibles y épicos. Dos años después y, bajo mi punto de vista, con menos conciertos de los que el trabajo merecía, la banda vuelve a la carga en el mismo periodo del año con su segunda entrega, titulada Espiritual, con diez cortes que parecen ir en la misma dirección pero cuyo resultado no es tan rotundo y certero como en el de la entrega inicial.
Alquimia – Alquimia
Después de varios devaneos estilísticos con su cabecera madre, Avalanch, Alberto Rionda decidió parar la maquinaria y respirar. Considerado con justicia como uno de los mejores guitarristas del heavy metal patrio, poco a poco se fue alejando de aquel estilo que glorificó su nombre y con ello casi perdió el enganche con su propio público. Ahora, con la libertad que le otorga una nueva cabecera y una nueva formación, Rionda regresa al power metal más poderoso y bombástico. Un sonido inconfundible que maravilló a todos en su día en el excepcional El Ángel Caído (álbum que, más pronto que tarde, pasará inevitablemente por nuestras críticas de discos remember algún viernes) y que ahora retoma en este Alquimia, extenso (en exceso) y repleto de solos veloces, épica, doble bombo y poderosas armonías de guitarra. La potencia y los cuernos al viento han vuelto en toda su expresión.
Entrevista a Alberto Rionda (exAvalanch) de Alquimia
Alberto Rionda es, de manera indiscutible, uno de los mejores guitarristas de heavy metal que ha dado estas tierras en las últimas dos décadas. Su trabajo en Avalanch, sea en la fase más power metal pura y dura, como en la más híbrida después (desde las líneas más accesibles a otras más complejas), su técnica y su capacidad compositiva están fuera de dudas. Después de que Avalanch perdiera un poco de fuelle (para mi gusto perdió la referencia de enganche con el público), decidieron parar la maquinaria. Pasado poco más de un año presenta Alquimia. Un proyecto ambicioso, donde recupera la esencia de su sonido ‘bombástico’. Lo hace con nueva banda, con nuevas ganas y explica todo lo que rodea al trabajo, a su pasado, y a su futuro, en esta generosa entrevista donde no se esconde. Pasen y vean. (Fotos: Aránzazu Peyrotau)
Celtian – Sendas De Leyenda
A una velocidad vertiginosa, Celtian se ha convertido por derecho propio en una de las bandas llamadas a recoger el testigo de ese noble arte del heavy metal melódico de ascendencia celta. Un mundo que, ya saben, en España abrió la veda Ñu (a su adusta y sobria manera) y que terminaría explotando –y rentabilizando- Mägo de Oz, con otros escuderos de lujo como Saurom, Landevir, Ars Amandi, o, más recientes, Salduie, Lèpoka, Celtibeerian, Sylvania o Debler (aunque habrá que ver si las múltiples marchas del grupo sostienen el nombre al mismo nivel). El grupo nació de manera primeriza cuando Diego Palacio, flautista eventual de Mägo, decidió emprender un proyecto en solitario que debutaría de manera tímida y sin grandes pretensiones con un disco instrumental llamado The Druid’s Awaiting. Pasado el tiempo, fue en 2018 cuando la granadina Raquel Eugenio, que venía versionando a todos los grandes del rock y el heavy nacional en su canal de Youtube, editando incluso recopilatorios en formato digital. Palacio suma a la convertida en Xana Lavey como vocalista de Celtian y todo se acelera (y eso que ha habido un año de parón pandémico de por medio). En 2019 publicarán En Tierra De Hadas y el pasado mes de septiembre salía su tercer trabajo (segundo con voz) Sendas de Leyenda. En los últimos tiempos estoy recuperando algunas bandas de las que me gustaría haber escrito antes pero que, por distintos motivos, no pudo ser con los anteriores. Así que hoy toca el turno de dedicarle unas cuantas líneas al folk optimista y vitalista de Celtian.
Lee el resto de esta entradaQuique González. Maestro Padilla. 8 de febrero
Quique González lleva tiempo jugando en otra liga. Con nueve discos de estudio y dos directos en su haber, donde apenas hay el menor borrón, el madrileño mantiene un idilio constante con unos seguidores que le adoran. Que no será todo lo masivo que son muchos otros cantautores del rock (permítanme, bastante menos inspirados), pero que tiene ya su nombre grabado entre los mejores letristas y compositores de nuestro país. Diez discos en los que la poesía hace gala de historias casi siempre melancólicas, casi siempre taciturnas, pero nunca derrotadas. El encanto de la fragilidad de una humanidad que sabe transmitir en sus acordes, en su voz y sus estrofas, sin dejar de lado también una faceta rockera más directa (aunque no por ello sin perder su firma elaborada) que convive con naturalidad con otros escarceos por el blues, el country, los arreglos de cuerda, el sonido Nashville, la vida en la calle. Y no contento con el cuidado de sus propias creaciones y textos, se suma su último disco, con letras del poeta Luis García Montero, Las Palabras Vividas. En el marco de esa gira pude verlo anoche y esta es la crónica realizada para la agencia del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería. Queda la espinita de no haberle podido hacer la entrevista previa, otra vez será. Ahora, pónganse cómodos. (FOTOS: José Antonio Holgado).
Los Discos del Año 2019 de RockSesión
Es complicado ponerse a hacer listas así, porque siempre te queda la sensación de dejarte fuera gente que merece estar dentro. Así que, como siempre, ha de tomarse como una guía para acercarse a lo que no se conozca. O a darle otra oportunidad a un disco que no te llamó en la primera escucha. Tampoco ayuda el hecho de que por mis oídos pasen trabajos de cualquier género. También el hecho de que haya sido un año muy ajetreado me ha impedido escribir de todos los discos que hubiese querido, por eso hay algunos de los que no hay crítica completa. Pecata minuta. También excluyo como siempre EP’s (Lichis y Rubén Pozo, Sínkope, Onza, Los Acordes Rotos, Luter…) y directos (Josele Santiago, Piperrak, Los De Marras, Rosendo, Poncho K, Bunbury…). Entre las ausencias por diversos motivos, pero de los que recomiendo su escucha, os cito unos cuantos: Rocío Márquez, Kiko Veneno, los dos post-Raíz Nativa y Valira, el suma y sigue de The Buyakers, el nuevo camino de Vita Imana, los resurgimientos en solitario de Leo Jiménez y Jose Andrea, la vuelta al buen camino de Mägo de Oz o el disco a la altura de la leyenda de Obús. Por séptimo año, estos son los ochos oros, platas y bronces de RockSesión. Disparen al pianista.
Avalanch – El Secreto
Aunque es posible que haya habido que esperar un poco más que lo inicialmente previsto cuando se anuncio el regreso de Avalanch, por fin tenemos entre manos el primer disco de estudio de la banda en los últimos ocho años. Eso es mucho tiempo como para decir que la espera ha valido la pena pero, sí que es cierto que el resultado final está lo bastante conseguido como para una vez más tener que reconocer a Alberto Rionda su imponente habilidad para crear rotundas canciones de power metal melódico, con tienes sinfónicos y combinando la épica con el tono romántico que siempre ha caracterizado a sus melodías y a sus vocalistas. Y es que Avalanch también tiene ‘el mérito’ de ser uno de los grupos que más ha tenido que renacer de sus cenizas y afrontar constantes cambios de alineación. Quién sabe, igual tanto movimiento ha servido siempre de estímulo, pero también uno puede cavilar qué hubiese sido de ellos con una mayor estabilidad. Sea como fuere, aplaudimos a rabiar el regreso a los sonidos que nos han hecho volar a lo largo de los años. Algo que ya retomó en Alquimia, pero que ahora perfecciona en este El Secreto.
Avalanch (All Star Band) – El Ángel Caído
He tardado porque hasta hace apenas dos o tres semanas no me atreví a escucharlo. Quizá también los contenidos planificados para esta semana lo hacían propicio. El Ángel Caído, como ya expliqué en la crítica remember que traje aquí un viernes de hace tres y años y medio, es uno de los discos más importantes de la historia del heavy metal en castellano. Sin lugar a dudas, uno, como mínimo, de los diez imprescindibles. Tampoco es que sea un reaccionario a los cambios, pero… Celebré el regreso a los escenarios del grupo. Mas el nombre de Avalanch parece condenado a la eterna polémica en sus formaciones. La salida Víctor y Ardines, la adaptación de Lage, la ruptura, los comunicados y contracomunicados, las invitaciones a desmano, etcétera. Demasiado ruido cuando lo fundamental debe ser siempre la música. El caso es que Alberto Rionda, espíritu de la banda, reunió para la ocasión a una buena combinación: Isra Ramos a la voz (quien puso sus cuerdas vocales al servicio de Alquimia con un disco sobresaliente y otro rozando el notable), Mike Terrana a la batería, Jorge Salán a la guitarra, Magnus Rosén al bajo y José Paz a los teclados… aunque después sería sustituido por Manuel Ramil, a su vez ex WarCry. Suma y sigue. La idea fue regrabar El Ángel Caído, girar con él y a final de este año grabar álbum de temas inéditos. Por el momento no hay fecha en el horizonte para ello.
Surfin’ Bichos – Hermanos Carnales (1992)
Llegué tarde al momento de Surfin’ Bichos, la banda manchega a la que muchos sitúan como germen del indie en España (con esa afán que tiene el indie menos cabal en buscar un pasado lustruso), como pieza bisagra entre el pop de los ochenta y el grunge de los noventa y no sé cuántas cosas más. Llegué a ellos cuando ya conocía a sus dos escisiones, Chucho y a Mercromina, que me interesaban bastante más que los primeros. Y lo hice porque vine rebotado y cuasi moribundo, después de que la discografía de Javier Corcobado y sus Chatarreros se me clavara en cada una de las vísceras, al que llegué después de escuchar al cada vez más odiado por los extraños y ajenos, Nacho Vegas (nótese la ironía). En resumen, un momento de búsqueda de sonidos desgarradores (también Diamanda Gallas es de esa época). Claro, con el recorrido anunciado Surfin Bichos entró fácil, especialmente este disco, que me pareció extremadamente melodioso para lo truculento de sus historias, donde el incesto, la tergiversación bíblica o el derrotismo campan a sus anchas en el universo conceptual despachado por Fernando Alfaro. La banda, con motivo del 25 aniversario de este disco, se reúne de nuevo, además de reeditar su discografía con extras y ese tipo de cosas que se suelen hacer cuando alguien le echa ganas (y hay respaldo).