Buscar resultados para gabinete
Gabinete Caligari – Camino Soria (1987)
Hubo un tiempo en España en el que la música comercial, la que vendía, no estaba reñida con la calidad. Treinta años han pasado (salió en mayo) de la irrupción de Camino Soria, el tratado de amor y aridez castellana que despachó una de las bandas más importantes del pop-rock del país, encabezados por el tosco pero siempre brillante Jaime Urrutia. Un grande, sin la menor de las dudas. Después de haber hecho evolucionar su oscurantismo gótico a compases de pasodoble y rock, Camino Soria fue toda una sorprendente muestra de grandeza, de madurez y casi solemnidad. El resultado visceral del desamor supurando. Nueve cortes que conforman uno de los mejores discos de nuestra música, de principio a fin. Nueve monumentos al placer de escribir con sentido, de tocar bien, con elegancia, con salero y con un derroche de talento que todavía hoy sigue abrumando cuando uno se sumerge media hora en el viaje. Treinta años de Camino Soria, grabado en letras de oro.
Surfin’ Bichos – Más Allá
Llegué tarde al momento de Surfin’ Bichos, la banda manchega a la que muchos sitúan como germen del indie en España (con ese afán que tiene el indie menos cabal en buscar un pasado lustroso), como pieza bisagra entre el pop de los ochenta y el grunge de los noventa y no sé cuántas cosas más. Llegué a ellos cuando ya conocía a sus dos escisiones, Chucho y a Mercromina, que me interesaban bastante más que los primeros. O quizá fuera por comodidad. Y lo hice porque vine rebotado y cuasi moribundo, después de que la discografía de Javier Corcobado y sus Chatarreros se me clavara en cada una de las vísceras, al que a su vez llegué después de sumergirme en el cancionero de Nacho Vegas. En resumen, un momento de búsqueda de sonidos desgarradores (también Diamanda Galás es de esa época). Claro, con el recorrido relatado Surfin Bichos entró fácil, especialmente el disco Hermanos Carnales (1992), que me pareció extremadamente melodioso para lo truculento de sus historias, donde el incesto, la tergiversación bíblica o el derrotismo campaban a sus anchas en el universo conceptual despachado por Fernando Alfaro. La banda, con motivo del 25 aniversario de aquel álbum, se reunió de nuevo, además de reeditar su discografía con extras y ese tipo de cosas que se suelen hacer cuando alguien le echa ganas y alguien aporta el dinero. Y como ocurriera en su día con la Maniobra de Resurrección de 091, la cosa ha fluido hasta el punto de lanzarse a grabar nuevas canciones. Si de Lapido y cía separaron 24 años Todo Lo Que Vendrá Después de La Otra Vida, 30 años separan a El Amigo De La Tormenta de este Más Allá en el caso de los manchegos. Todo un acontecimiento celebrable.
Lee el resto de esta entradaHombres G – Hombres G (singles 1983)
Anda Hombres G en plenas celebraciones del cuarenta aniversario de su primer lanzamiento discográfico. Aquel doble single, de dos temas cada uno, que salieron en julio y octubre de 1983 de mano de Discos Lollipop y que le valieron como piedra de toque para iniciar un camino triunfal indiscutible. La banda de David Summers, al bajo y voz, Dani Mezquita y Rafa Gutiérrez a las guitarras y Javier Molina a la batería no ha parado de girar a ambos lados del charco, llevando su pop-rock de accesibles influencias y melodías a un público que los adora y, los que no, los han empezando a respetar con el paso de los años. Y es que, si nos quitamos de prejuicios y zarandajas varias, negarles el reconocimiento tiene poca base objetiva. Su música adolescente de los inicios sigue funcionando y a ello han sumado experiencia, veteranía y la seguridad que esto te da para poder hacer lo que te venga en gana. Como ocurriera en su momento con bandas como Seguridad Social o Gabinete Caligari, hay en estos cuatro cortes una fuerte esencia de punk más macarra y sin domesticar, algo que luego canalizarían aunque no por ello sin perder un toque corrosivo caiga quien caiga, edulcorado, eso sí, con bellos medios tiempos y baladas románticas. Sobran los motivos para que lleguen al fin al escaparate de críticas remember de los viernes, pero daré tres: su cuarenta aniversario, que quería que estuvieran antes de la inminente edición número 300 de la sección y que es uno de los grupos que tengo asociados a mis primeros recuerdos musicales de lado de mi hermana, que ha cumplido años hace dos días. Paseamos por los inicios y mis recuerdos de Hombres G.
Lee el resto de esta entradaEn la cresta de la nueva ola – Ramón de España
Más de cuarenta años han pasado desde que el periodista, novelista y guionista de cómic y cine Ramón de España se despidiera de manera más o menos oficial del periodismo musical. Lo hizo publicado un testamento apócrifo en cuatro actos bajo el título de En la cresta de la nueva ola. Un libro publicado por Icaria en 1981 que sirvió para fomentar el regocijo y deleite de la camada profesional de entonces, por aquello de que fue el único que se atrevió a gritar que el rey iba desnudo. Aquel joven crítico, que acumulaba apenas cuatro años en el sector, se despachó a gusto con los de dentro (artistas, bandas, discográficas, promotores) como con los de fuera (público), desparramó sois fobias estilísticas para vanagloriar a la (verdadera) nueva ola, señaló el que consideraba camino correcto frente a lo que denostaba, quiso mostrar que tenía su corazoncito fan con cinco ejemplos de “retratos y fetiches” musicales y remató la faena con un relato corto de ficción de lo más provocador con lo que sería su hipotético grupo de rock. El libro, imposible de conseguir en su versión original, ha sido reeditado hace unas semanas de mano de Efe Eme, conservando toda su estructura y opiniones originales propias de un chaval de 24 años que se creía de vuelta de todo «cuando en realidad aún no había ido a ninguna parte», afirma y reconoce en la ‘Advertencia del Autor’, que sucede al fantástico prólogo introductoria de Juan Puchades. Con una mirada ligeramente compasiva pero la mente muy despierta se afronta la lectura de esta pequeña joya con la que no es necesario estar de acuerdo en su totalidad para disfrutarla (como casi con todo en la vida, ¿acaso estamos siempre de acuerdo con nosotros mismos?), que divierte y transgrede, y que focaliza males que todavía incluso siguen presentes, más de cuatro décadas después.
Lee el resto de esta entradaTyrano Banderas – Hacia El Abismo
Mucho ha habido que esperar para tener nuevo material en los oídos de Tyrano Banderas, una banda almeriense que pisara fuerte en su arranque con Mediterranean Tales en 2013 y Nightway en 2016. espaldarazo definitivo para su lanzamiento fue su condición de finalista de la primera edición de un concurso local almeriense llamado Rock In Lei que, en 2013, ganaron (nada menos) que The Dry Mouths de quien tanto y bien hemos escrito en esta casa. Su sonido de querencia desértica, sureña, con toques de psicodelia y rugido de rock alternativo, manejo del blues y de lo bastardo latino… Muy acorde todo a la naturaleza y espíritu del personaje del que tomaban su título de cabecera, el personaje Santos Banderas de Valle-Inclán. La primera de su serie de esperpentos, que tendría continuidad con El Ruedo Ibérico. Con estos mimbres iniciáticos, casi lo que se hacía raro es que su propuesta en las dos primeras entregas fuera en inglés, algo que han decidido cambiar para su tercer álbum, tras seis años de silencio. Un paso que ya se atrevió a dar en su momento otra banda que podríamos encuadrar en el mismo corte, como es la fusión de Arizona Baby y Los Coronas bajo el nombre de Corizonas. Para ello, apuestan por el reputado productor Paco Loco (Bunbury, Mikel Erentxun, Nacho Vegas, Australian Blonde, Lori Meyers, Neuman, Doctor Explosion…), y, según dice el grupo, realizando una evolución hacia “temas más crudos, buscando un sonido más parecido al directo, y con un cuidado mayor por las melodías”.
Lee el resto de esta entradaLeone – Canciones de Amor y Odio vol. 2
Con un nombre de banda en clara referencia al director de cine que elevó a mito a Almería como plató natural, con mucho de tino y algo de guasa, Leone se autodefine como una banda de rock, con influencias del bolero, la copla, el surf, el western, la canción mediterránea y, en general, la música en español, como también ‘reivindican’ “el bar español y el plato redondo”. Leído esto, uno se puede esperar una suerte de Gabinete Caligari versión lejano oeste folclórico, pero nada de eso. En un mundo musical donde las fronteras se rompen de manera constante, es complicado definir esa sensación en la que algo que se escucha tenga la capacidad de recordar a media docena de géneros y referencias y, a su vez, que sea imposible de circunscribir cada una de las canciones a un nombre propio o etiqueta única. Es el caso de Leone, banda madrileño-almeriense que, poco más de año después, viene con la segunda parte de su Canciones de Amor y Odio, de mano de nuevo del más que recomendable sello discográfico Clifford Records. Como apunté entonces, en el primer volumen, de donde también extraigo esta introducción ambivalente, Leone borda la emoción entre la pena, el dolor, el desengaño, la falta de superación y las ganas de volver (o recaer) al amor, y el recuerdo a los amigos perdidos en el camino con ese tono grave y solemne, que le sienta como espuela a la bota a su propuesta artística, melodías y desarrollos que parecen curtidos por el desamor, el clavel en la solapa, la copa de brandy, el sol en la piel y las madrugadas interminables. Once temas nuevos que disparan haciendo nuevas muescas en la memoria.
Lee el resto de esta entradaLa Frontera – La Rosa De Los Vientos (1989)
Aunque hay gente que se empeña en demonizar nuestra música ‘comercial’ de los años 80, no me cansaré de reconocer y aplaudir el legado y labor de un buen número de bandas más que respetables para acercar un rock más comercial o accesible (o como demonios se le quiera llamar) al gran público. En ese gran cajón del podio entra gente tan dispar, pero con ese denominador común, como Seguridad Social, Los Rebeldes, Danza Invisible, Radio Futura, La Unión, Nacha Pop, Duncan Dhu, Los Secretos, Gabinete Caligari, Hombres G, La Guardia, Tahúres Zurdos, Pistones, 091, … y un larguísimo etcétera donde se encuentra, cómo no, La Frontera, la banda que han liderado desde el primer día el incombustible Javier Andreu y Tony Marmota. Un sello inconfundible a aires polvorientos, sureños, de western, bourbon, botas de punta, corbata de cordón, calavera de búfalo y todos los tópicos genuinos del género que, en nuestro país, nadie ha sustentado tantos años, más de treinta, como ellos. Pero La Frontera asumió todo ese imaginario después de demostrar que todo ello no impedía que en sus discos también hubiera espacio para otros matices y un lado más aperturista hacia a alguna concesión melódica, canciones de tempo elegante más allá del acelerón marchoso de bombo y caja, e incluso algunos arreglos souleros de metales. Todo ese ‘aperturismo’ y ese ejercicio que aumentó su registro sonoro y, con ello, el número de seguidores que compraba sus discos e iba a sus conciertos, se inicio con su cuarto trabajo, este La Rosa De Los Vientos.
Lee el resto de esta entradaToundra – Hex
Si ya es difícil que te hagan caso haciendo rocanrol, imaginad si lo tuyo es post-rock, post-metal o post-hardcore instrumental. Siempre habrá quien tenga debilidad personal por algún otro nombre menos conocido o asociado a alguna vivencia o por alguna compresible otra razón, pero creo que es opinión generalizada que Toundra es la banda de rock instrumental más importante de nuestro país de manera casi indiscutible. Seguro que la más reconocida fuera de nuestras fronteras. En sus primeros quince años de vida, los madrileños se han marcado una serie de joyas que demuestran seso, técnica, capacidad emotiva y una facilidad para captar la atención que ya quisieran para sí más de un vende-historias con micro. IV (el último disco de los cuatro primeros, numerarios) fue el cénit esa senda, abriendo un camino más espectral o espacial. Después llegaría el voraz y árido Vortex, liberados en apariencia de la secuencia romana, para volver ahora a retomarla de manera simbólica con Hex. Por el medio, un disco como Exquirla junto a El Niño de Elche y aquella maravillosa locura que fue darle banda sonora a la película muda alemana ‘El Gabinete del Doctor Caligari’, de Robert Wiene. Un disco, el presente, dividido claramente en dos partes. Una primera conceptual bajo el título de ‘El Odio’, corte de 22 minutos dividido en tres partes y una segunda donde Toundra da una vuelta de tuerca a su propia forma de ser explorando por terrenos ignotos hasta la fecha como algo de loops de electrónica o saxo (violines o trompetas sí que habían empleado antes). El resultado es un disco furioso y pasional que, a partir de la oscuridad, intenta alcanzar luz al final de un camino lleno de ira, ruido, polución y, en definitiva, poco humanista. Posiblemente su techo viene marcado por su propio estilo, pero ellos no lo acusan a la hora de generar emociones. Un disco sobresaliente para un cuarteto con mucho que decir sin tener que usar la palabra.
Lee el resto de esta entradaEntrevista a Kutxi Romero: “Rockeros en este país quedamos cuatro y por eso estamos en la obligación de cuidarnos entre nosotros”
Por mucho que uno sepa de la persona que va a entrevistar o que haya crecido con ella, viendo sus evoluciones como personaje público, uno siempre tiene la duda de cómo se va a desarrollar la entrevista por primera vez. Realmente, incluso haya habido más de una. Es la eterna incertidumbre del periodista que aún conserva las mariposas en el estómago porque, imagino, no ha perdido la ilusión por su oficio todavía. El recuerdo de la primera entrevista con Kutxi fue especial por muchísimos motivos. Por ello, porque se cumplían seis meses sin mi padre y quería hablarle de ‘Pájaros Viejos’, que luego dedicó en el escenario aquella noche… Sobran motivos. Fue, eso sí, una entrevista muy guionizada. Sin embargo, cuando volví a coincidir y a entrevistar a Kutxi en el marco de Escenario Literario (compartió sesión con el bajista Rafa J. Vegas, de Rosendo), los momentos previos hablamos tanto sobre música, libros, actualidad con una naturalidad tan grande, que con motivo de su regreso a Almería en el marco de su gira acústica, le propuse a la familia del Dromedario el hacer un encuentro sin guión. Una conversación grabada, que se pudiera luego transcribir y dar testimonio. A lo que saliera. La respuesta de Kutxi no solo fue un “al Chayi, lo que quiera”, sino que me dieron su móvil para que pudiéramos concretar la hora por nuestra cuenta. Finalmente, entre sus conciertos de la semana y mi estrés en la oficina, quedamos tras la prueba de sonido el mismo día del concierto, que pude contemplar gustosamente. Al terminar, nos sentamos en la zona del backstage como dos anacrónicos en la terraza de un bar. Por el camino, su ‘familia nómada’ y también su hijo, entrando, saliendo, interviniendo, ayudando, bromeando, participando… Dos horas bastante especiales que dieron para más de esto, pero que en esto se queda. Salud. (FOTOS: Juan Jesús Sanchez Santos para RockSesión, realizadas durante el concierto que ofreció a continuación).
Lee el resto de esta entradaPereza – Animales (2005)
Si una banda nace del mero hedonismo de juntarse para tocar canciones de Leño, nada puede salir mal. Después de casi 1.500 entradas en la web, después de haber escrito de los discos en solitario de Rubén (también con Lichis), de Leiva, haciendo referencia a ellos al escribir de Buenas Noches Rose o de Sidecars… Iba siendo hora de que un disco de Pereza asomara el hocico por las críticas remembers de los viernes. Y si de morro hablamos, qué mejor que este Animales de dual portada, cambiante en las múltiples ediciones posteriores que ha tenido el disco. No es para menos. Aunque en términos globales (porque también depende del día y el estado de ánimo) considero que su mejor disco es Aproximaciones, fue con este álbum con el que el dúo se colocó en el centro del foco de (quizá) la última gran época dorada del guitarreo inundando las radiofórmulas, antes de que las programaciones latinas se comieran a la distorsión. Lo he escrito ya más de una vez. Benditos tiempos en los que ‘lo comercial’ era Pereza, El Canto del Loco o La Oreja de Van Gogh, como antes lo fueron Piratas, M-Clan o Los Rodríguez o, más atrás, La Frontera, Seguridad Social, Hombres G, La Guardia o Gabinete Caligari. Por no hablar de cuando Los 40 fijaron su atención en los Dover, Extremoduro, La Fuga con Rulo o Marea. (¿En qué maldito momento se jodió todo?). Animales simboliza también el equilibrio entre los dos discos iniciáticos, más ‘primitivos’ (con los que abrían para bandas más rudas como Enemigos, Siniestro Total o hasta Porretas) y la posterior vuelta de tuerca, donde al guitarreo marca de la casa añadieron una dualidad de complejidad compositiva, a la vez que sobriedad acústica o, del otro lado, la búsqueda de singles descarados destinados a ampliar cada vez más el círculo. El tiempo le ha dado más valor si cabe a lo firmado.
Lee el resto de esta entrada