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La Cabra Mecánica – Cuando Me Suenan Las Tripas (1997)
Miguel Ángel Hernando, más conocido como Lichis, es el alma y guía espiritual de La Cabra Mecánica. Un grupo ya extinto por voluntad de su propio creador. Si se hiciera una encuesta popular aleatoria casi todo el mundo citará como su canción más conocida ‘La Lista De La Compra’ (con la colaboración y resurrección de María Jiménez) perteneciente a Vestidos De Domingo. Un álbum majestuoso de poco más de media hora de duración que además contenía otros himnos como ‘Felicidad’, ‘Todo A Cien’ o ‘Fábula Del Hombre Lobo y La Mujer Pantera’. Fue su tercer álbum y el más vendido de su discografía pero, antes de eso, La Cabra (Lichis) ya se había granjeado fama y curtido en el mundillo de la fusión multicultural con Maleza y con La Cabra. Después de tocar varios años en directo aparece en el 97 su debut, Cuando Me Suenan Las Tripas, un catálogo de costumbrismo deslenguado y con multitud de ropajes sonoros. Va por él.
Una visión tras la resaca del histórico concierto de Fito & Fitipaldis en San Mamés
Mientras que este pasado sábado cubría el segundo concierto de la tercera gira de Robe y los suyos en Madrid Escena, un viejo compañero de andanzas y correrías, Fito Cabrales, con sus Fitipaldis, hacía historia llenando con 47.000 personas el Estadio de San Mamés, en el marco de un concierto más (es decir, que no era ni cierre de gira, ni despedida de ningún tipo…) de la gira de presentación de Cada Vez Cadáver, su último disco hasta la fecha. Que esperemos que no sea el último de todos, por más que el bueno de Fito se empeñe en avisarnos de esa posibilidad en cada presentación. Pero es que, no contento con llenar hasta la bandera el simbólico espacio, apostaron porque el concierto fuera televisado en tiempo real y en abierto a través de ETB, TVE y su canal de YouTube. Una auténtica rareza en nuestros días y que reunió a más de un millón de personas al otro lado de la pantalla, más otros buen número de miles que lo hemos visto ya ‘en diferido’. Y si justo ayer escribía del triunfo de ‘normalidad’ generado por Robe frente a cualquier tipo de polémicas o enfrentamientos, convenciendo a base de muy buenos conciertos, el de Fito es otro caso en el que uno, desde lejos, solo puede sentirse reconfortado, como ya nos ocurrió cuando le llegó esa guinda de cerrar su anterior gira, la del 20 aniversario, en el Royal Albert Hall de Londres. Un escenario por donde ha desfilado una importante selección de ilustres como su meta-referencia Mark Knopler, y también Phil Collins, Sting, Paul McCartney, Elton John, Bryan Adams, Eric Clapton o Brian May y Roger Taylor de Queen. Que todavía Fito diga hoy, con la mayor de las sinceridades y sin falsa modestia, que no se considera una estrella del rock dice mucho de su concepción sobre cómo vivir la música, como un juego con el que disfrutar, no como una obligación. Y, como otra muesca que muestra de qué pasta está hecho, junto a Cultura Rock, donó 100.000 euros de la recaudación al Bando de Alimentos de Vizcaya. Genio y figura. (FOTOS: Malditos Artistas, Live Nation y Cultura Rock).
Lee el resto de esta entradaLa Caja De Pandora – A Nuestra Vida Otro Sentío (2001)
Como ya he contado por aquí cada vez que un álbum de esta época ha protagonizado una crítica remember de los viernes, la rumba nunca se fue del imaginario colectivo de nuestro país, pero es cierto que a finales de la última década del milenio pasado y comienzos del presente el boom comercial dio para que una hornada de bandas y solistas (en distintos grados de pureza en función de quién fuese su referente más cercano) tiraron a esa querencia de compás y requiebro melismático. Un ejemplo claro esta banda barcelonesa que bajo el nombre de La Caja De Pandora, entró como un tiro desde su estreno discográfico con este A Nuestra Vida Otro Sentío, que en su momento me pegó bastante fuerte, sonando en todo tipo de radiofórmulas y cosechando un más que significativo Disco de Platino… Y eso que descargas y mantas estaban ya en pleno rendimiento. A lo que se suma más de cien conciertos en trece meses. La ascendencia en este caso está bien clara. Más allá de las influencias y cadencias propias de Las Ramblas, de los combos numerosos de jazz y ‘flamenco pop’ (que diría Lichis cuando La Cabra Mecánica), La Caja De Pandora tenía un clarísimo aroma a El Último De La Fila y Manolo García, que venía, además, de reventar ventas y popularidad con tres años de primera línea de Arena En Los Bolsillos y con Nunca El Tiempo Es Perdido como brillante continuación. Sea como sea, después de cerca de trescientas críticas remembers, al fin llega el momento de esta pequeña reverencia semanal para un disco que, como apuntaba, me machaqué bastante en su momento. Sea.
Lee el resto de esta entradaC Tangana – El Madrileño
Sabéis que en esta casa, con frecuencia, nos tomamos licencias más allá del nombre de la cabecera, porque no entendemos la música como una guerra de clanes y terrenos vallados sino como algo de lo que disfrutar, aprender y conocer sin demasiados prejuicios. (Ya lo dijo El Drogas, “los compartimentos estancos dicen mucho de la capacidad intelectual de quien los maneja”). Nos gustan las guitarras y la distorsión, sí, pero eso no impide que la gama se reduzca a eso. Por eso me gusta traer cosas ajenas, sobre todo cuando encuentro que el objeto en cuestión lo merece y necesito compartir impresiones. Hay decenas de ejemplos y, hoy, C Tangana y su disco El Madrileño entran a formar parte de ese grupo de anotaciones aparte. También reconozco que, como el salmón, me puede el ir contracorriente o, quizá, el sacar la espada de madera ante causas imposibles. Mis muros (rockeros de pro, incorruptibles) se llenan de numerosas críticas sin sustancia, de ese golpeo tendencioso que provoca cualquier artista cuando se le atribuyen todos los méritos a la sobreexposición en los medios de comunicación, al marketing y un largo etcétera y empieza esa rueda contraria de desprecio por el simple hecho de tener éxito. Una mezcla resultante del síndrome de Solomon y de la frustración que sienten por el triunfo de los demás. ¿Pensamos en nuestro rock? Mägo de Oz, Ska-P, Extremoduro, Héroes del Silencio, Pereza-Leiva,… Cualquiera que triunfa de manera ‘masiva’ se merece aquel famoso calificativo de ‘vendido’. Porque se tolera la victoria siempre y cuando no se salga de su ‘círculo de acción’ o ‘público potencial’. Por eso, cuando C Tangana se movía, de forma cronológica, en mundos de rap, trap y reguetón, era un personaje circunscrito a un cubículo determinado que no molestaba demasiado. Los problemas llegan cuando se rompen las fronteras. Y aquí, no nos gustan.
Lee el resto de esta entradaPereza – Animales (2005)
Si una banda nace del mero hedonismo de juntarse para tocar canciones de Leño, nada puede salir mal. Después de casi 1.500 entradas en la web, después de haber escrito de los discos en solitario de Rubén (también con Lichis), de Leiva, haciendo referencia a ellos al escribir de Buenas Noches Rose o de Sidecars… Iba siendo hora de que un disco de Pereza asomara el hocico por las críticas remembers de los viernes. Y si de morro hablamos, qué mejor que este Animales de dual portada, cambiante en las múltiples ediciones posteriores que ha tenido el disco. No es para menos. Aunque en términos globales (porque también depende del día y el estado de ánimo) considero que su mejor disco es Aproximaciones, fue con este álbum con el que el dúo se colocó en el centro del foco de (quizá) la última gran época dorada del guitarreo inundando las radiofórmulas, antes de que las programaciones latinas se comieran a la distorsión. Lo he escrito ya más de una vez. Benditos tiempos en los que ‘lo comercial’ era Pereza, El Canto del Loco o La Oreja de Van Gogh, como antes lo fueron Piratas, M-Clan o Los Rodríguez o, más atrás, La Frontera, Seguridad Social, Hombres G, La Guardia o Gabinete Caligari. Por no hablar de cuando Los 40 fijaron su atención en los Dover, Extremoduro, La Fuga con Rulo o Marea. (¿En qué maldito momento se jodió todo?). Animales simboliza también el equilibrio entre los dos discos iniciáticos, más ‘primitivos’ (con los que abrían para bandas más rudas como Enemigos, Siniestro Total o hasta Porretas) y la posterior vuelta de tuerca, donde al guitarreo marca de la casa añadieron una dualidad de complejidad compositiva, a la vez que sobriedad acústica o, del otro lado, la búsqueda de singles descarados destinados a ampliar cada vez más el círculo. El tiempo le ha dado más valor si cabe a lo firmado.
Lee el resto de esta entradaEskorzo – El Árbol de la Duda (2004)
Con ellos no tuve duda desde el principio y los he seguido con el tiempo en cada paso discográfico que han dado desde que me grabara de forma casera el Mundo Bullanga y La Sopa Boba en el mismo disco para el coche. En directo no he tenido tanta suerte, y eso que son vecinos. Casi siempre que se han cruzado en mi camino no los he podido ver por otros compromisos adquiridos, por viajes, porque han tocado demasiado tarde para mi edad (sic), porque han tocado en fiestas de presentación que siempre tengo que ‘perdonar’ por motivos laborales… Eso sí, el 21 de diciembre en el Teatro Cervantes de Almería me pienso quitar la espina a lo grande, además, con una de las giras a las que más ganas le podría tener, ya que su Alerta Caníbal coincide con ese punto latino-canalla que tantas veces he defendido con otros artistas en esta casa. Fíjense hasta qué punto llega mi compromiso, que a Pablo Milanés solo le veré la primera hora de concierto para poder llegar a tiempo. Además de la proximidad ‘conciertil’, el hecho de que no hubieran pasado todavía por las críticas remember de los viernes y tal y como iba la semana de festiva, calorífica y mestiza, no se me ocurría otra oportunidad mejor para traerlos a la sección, aquí con las colaboraciones estelares de Bersuit y Tabletom (sí, la banda groove de Rockberto, de quien Robe tomaría el ‘Me Estoy Quitando’ en Agila). Si es que Lemmy los cría y el rock los junta. Sea, a la vez, un recordatorio de todo lo bueno de Granada.
Fito & Fitipaldis. Almería, 15 de junio
Cuando alguien te ha hecho vibrar y sentir con intensidad con su música, uno siempre le guarda un irremediable cariño aunque, en algún momento del trayecto, tu camino y el suyo se distancien. Veinte años no son nada, dice el cantar, pero también dan para mucho. Para conexiones más o menos fuertes, momentos altos y bajos, como ocurre con cualquier interrelación personal y, por supuesto, en la relación que entablamos con el grupo en cuestión. Anoche, dentro de la selecta gira de ’20 Años, 20 Ciudades’, volvía a ver a Fito & Fitipaldis ocho años después de mi última vez. Lo hacía esperanzado por el repertorio y con muchas ganas de reconciliarme con él. Quería volver a creer (a lo Expediente X) y me lo puso fácil. Un directo sin alarde de efectos, con una escenografía sobria pero lo bastante atractiva para que cada tema tuviera unas condiciones lumínicas distintas, una banda sin alardes de cara a la galería pero con una precisión de cirujano, un sonido de los mejores que recuerdo en los últimos años y, sobre todo, una actitud serena y agradecida, pero sin imposturas. Con la sabiduría que da el llevar más de treinta años en los escenarios y ser consciente del camino de un libro inacabado. (Fotos: Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería).
Rozalén. Maestro Padilla. 11 de mayo
Con un Auditorio que había agotado sus localidades casi tres semanas antes del concierto, Rozalén demostró anoche por qué es una de las artistas más carismáticas y valoradas de los últimos años. Confidencias sin imposturas con el público, más si cabe con las canciones de su tercer disco, en las que afronta historias familiares; bondad y transparencia por su mensaje positivista guiado por la empatía y la fraternidad; generosidad en la entrega (26 temas en dos horas y media de concierto), en la devolución del cariño de público y hasta en ofrecer un espacio a artistas noveles, como la inclusión de la cantautora almeriense Lena Carrilero como telonera. Esa comprensión de saber que cuando se empieza es necesario que te dé oportunidades. Y todavía, en el encuentro que tuvimos en la zona del backstage del concierto producido por Kuver, me confesaba, al hilo de su próxima presencia en The Juergas Rock Festival, que ella es profundamente rockera y que Soziedad Alkohólika es una de sus bandas favoritas. “Lo que pasa es que yo tengo esta voz Disney y no puedo cantar lo mismo”, bromeaba. Una noche mágica, perteneciente a la ‘Primavera Cultural’ del Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería, donde no faltó el amor a los niños y, especialmente, el recuerdo a las sensaciones universales que ya identifican para siempre la canción ‘Girasoles’ o la ausencia de Beatriz por el fallecimiento de su padre. Puro corazón.
Lichis. Palabra de Músico. 23 de marzo
Atención, cuña resabiada: a Lichis le tengo aprecio artístico desde que ‘Reina de la Mantequilla’ entrara como un cañón a mis oídos en 1997. Un tema incluido en el excepcional Cuando Me Suenan Las Tripas, lleno de transgresión callejera, de poesía barrial y del talento de un músico que lo mismo te hacía una canónica canción de autor que una rumba, un rap, un desarrollo beatleliano o un coqueteo metalero, como demostraría en su segundo Cabrón. Después llegaría Vestidos de Domingo que cambió todo sin que, en las intenciones canallas, hubiese cambiado nada. Así, un artista del underground (palabra dignificada por Gabinete Caligari, claro) se convirtió en el simpático rumbero de bares que sonaba por la radio. La actitud se mantuvo con el excepcional directo Ni Jaulas Ni Peceras, pero, ay, masa cruel, Hotel Lichis no era lo que se esperaba de él y otros ya andaban explotando el formato. La Cabra siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido, hasta morir, eso sí, dignamente con una gira de despedida acompañando a Fito. Tiempos difíciles, grupo de versiones de blues, rearme mental y personal y nuevas canciones, sabor americano por la tierra de conejos, para entrar en unas sonoridades menos populares (Quique González sabe de ello) pero coherente con la apetencia vital. Ayer vi a Lichis por primera vez con esta propuesta y aquí os dejo la crónica realizada para la agencia.
Rozalén – Quién Me Ha Visto.. y Quién Me Ve
En apenas tres años María Rozalén se ha colado en nuestras vidas sonoras como si llevara toda la vida instalada en ella. No es tarea fácil pero son muchos los factores que lo han hecho posible. Con tan solo dos discos de estudio hasta la fecha, Con Derecho A… y Quién Me Ha Visto… (los puntos suspensivos parecen convertirse en una constante, será por aquello de “lo peor del amor es cuando pasa, cuando al punto final de los finales no le quedan dos puntos suspensivos”, que diría su admirado Joaquín Sabina) llega la publicación de este DVD en directo que viene, de regalo, con una reedición del segundo álbum con tres bonus tracks extraídos del mismo. Grabado el 15 de junio en el Palau de la Música de Barcelona (apenas cuatro meses después de verla en la misma gira), el concierto registrado contiene casi la totalidad de todas sus canciones de estudio, además de algún otro añadido. No lo acusa, no hay altibajos y refrenda la solidez de la sencillez en la que brilla su creación.