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Mi Capitán – Como Ladrones Sorprendidos
El primero sitúa el punto de arranque. El segundo permite trazar la primera línea de trayectoria. El tercero nos ofrece el primer dibujo evolutivo. Así suele ser, en teoría el desarrollo con cada uno de los lanzamientos discográficos que ofrece una banda y así ha ocurrido con este ‘supercombo’ que reúne a músicos curtidos en formaciones como Love of Lesbian, Sidonie, Egon Soda, Nudozurdo, Standstill, The Secret Society o Sampedro. Drenad El Sena (2015) fue un puñetazo de rock saliendo a morder, Un Tiro Por La Salud Del Imperio (2017) refinó un tanto las formas pero seguía con fuertes dosis de perdición noctámbula y algo más de cinco años después nos llega este Como Ladrones Sorprendidos donde la banda parece haber naturalizado del todo su propia energía para despachar un álbum de diez cortes en los que el rock sigue siendo el denominador común (con una intensidad fuera de dudas y por encima de la media de lo que podríamos encuadrar en sus bandas anteriores) pero con unos desarrollos más naturales, sin miedo a perderse en otros terrenos para regresar con brío. El septeto sigue formado por Gonçal Planas (guitarra y voz principal), Ricky Falkner (batería y coros), Ferrán Pontón (bajo y coros), Julián Saldarriaga (guitarra y coros), Ricky Lavado (percusiones y coros), Dani Ferrer (teclados y coros) y Víctor Valiente (guitarra y coros). Sea como fuere, este álbum completa una apabullante trilogía de buenas canciones, de nuevo bajo la producción de Jordi Mora, de un grupo que no precisa de ensayos para seguir su camino, pues se reúnen en estudio y en gira para forjar sus propios procederes.
Lee el resto de esta entradaMi Capitán – Un Tiro Por La Salud Del Imperio
Sigue creciendo y de qué manera la reunión de músicos que cada vez gana mayor entidad y cohesión como grupo bajo el nombre de Mi Capitán. Tras un más que notable debut en Drenad El Sena (que además se llevó uno de mis bronces en mis discos del año de 2015 –este año huelen también a metal-), ahora llega este sugerente y alucinógeno Un Tiro Por La Salud Del Imperio, que nos trae diez temas de sonido más limpio, de hechuras más reposadas, menos urgentes, llenos de agujas, sustancias, crítica social, fina ironía y, de nuevo, algo más de drogas y alcohol. Mi Capitán son Victor Valiente, Daniel Ferrer, Ferrán Pontón, Ricky Falkner, Julián Saldarriaga y Ricky Lavado, todos ellos liderados por un Gonçal Planas que sigue ahondando en las letras tormentosas sin caer en el melodrama pueril. Los músicos, con experiencia en bandas como Love of Lesbian, Sidonie, Egon Soda, Nudozurdo, Standstill, The Secret Society y Sampedro, se dejan las vestiduras en la puerta y, desnudos, nos invitan a un disco de una concreción magnífica.
Mi Capitán – Drenad El Sena
¡Ay las etiquetas! ¡Cuánto daño a la falta de apertura de oídos! Existe cierta tendencia en algunos sectores del rock patrio a mirar por encima del hombro o, sencillamente, denostar, cualquier cosa que tenga que ver con la etiqueta tan genérica como a veces inocua de ‘indie’. Y es que si comienzo esta crítica diciendo que los componentes de esta banda provienen de otras formaciones como Love Of Lesbian, Standstill o Egon Soda, más de uno saldrá corriendo sin dar opción a más. Sin escuchar, sin buscar, sin aprender. Mi Capitán es una jodida banda de rocanrol (aunque en la promo intenten colar la palabra pop, aquí hay peso suficiente como para prescindir del término) se ponga tierna, melódica o con ganas de incendiar las guitarras como demuestran en buena parte del generoso metraje de su debut, Drenad El Sena. Un álbum de doce cortes con letras los suficientemente directas como para que no haya ambages, pero de una encriptación apabullante. Y, como guinda, una versión del ‘Alta Suciedad’ de Andrés Calamaro. Pura combustión.
Miguel Ríos – Un Largo Tiempo
El próximo lunes, Miguel Ríos cumplirá 77 años (que celebrará con un concierto solidario en streaming, a beneficio de Mensajeros de la Paz y al fondo asistencial de la AIE (Sociedad de Artistas, Intérpretes o Ejecutantes)). Cuando por fin pude verle en directo por primera vez fue, nada menos, que con la gira del disco 60 mp3, con el que venía a celebrar sus seis primeras décadas de vida. El caso es que su intención era retirarse de los escenarios poco después, en 2010, con la gira ‘Bye Bye Ríos’, pero ya saben: “los viejos rockeros nunca mueren”. Primero fue una canción por allí, una colaboración por allá con motivo de actos solidarios, unos cuantos conciertos sinfónicos… Y, claro, te lías y te lías y acabas de nuevo publicando un nuevo disco y saliendo de gira, incluso con la que cae. Ya podría tomarle ejemplo el bueno de Rosendo Mercado, tan unido a la figura de Ríos con aquella gira histórica. Tiempo al tiempo. Vuelve Miguel Ríos y, además de agradecerle el hecho per se, hay que reconocer que lo ha hecho de la mejor manera posible. Con un disco que no busca el efectismo, sino que busca la serenidad, tesitura y textura que confiere tal señorial edad. Un disco eminentemente acústico, con un descomunal The Black Betty Trío, capitaneado por Jose Nortes y con Edu Ortega y Luis Prado como lugartenientes. Pero que el comentario tampoco lleve a engaño.
Lee el resto de esta entrada#Mis10de Estirpe
La música cubre en miles de ocasiones necesidades emocionales que otras cosas no logran alcanzar. Así, llevo unas semanas aprovechando eso para traer aquí a bandas que a lo largo de los años, que ya son muchos, han supuesto una descarga y sacudida en distintas direcciones. Lo hice con EUKZ y Radiohead la semana pasada y hoy, sábado, de nuevo día para nuestra escena, nos vamos con una de mis bandas fetiche y, siempre diré, del todo infravaloradas cuando tienen incluso elementos que le permitirían andar en lo mainstream si no fuesen de Córdoba. Funk, metal, arreglos líricos, electrónica, emoción descomunal, algo de rap… Una coctelera explosiva capitaneada en la voz por Mart, el hijo de Manuel Martínez de Medina Azahara. Más de quince años me costó conseguir poder verles en directo porque en el circuito de salas lleva casi ese tiempo agonizando y porque los grandes festivales que he cubierto siempre los han ignorado. Pero quien los probó lo sabe. Somos pocos, pero lo sabemos. Estirpe llega hoy con diez dardos (tienen más, os lo aseguro) que escucho a todo volumen para fundirme con sus melodías vocales, sus metales, sus guitarras y su batería. Si los conocen, disfruten. Si no los conocen y quieren dedicarles 45 minutos, sean bienvenidos. Cuando pienso en abandonar esto, y van unas cuantas y cada vez con mayor intensidad, siempre recuerdo “que no tengo más aspiración que morir viviendo el rocanrol”. (FOTO: Juan Jesús Sánchez Santos para RockSesión).
Desakato – La Miel De Las Flores Muertas
Llevar más de 1.300 entradas en la web tiene que, a veces, los conceptos en torno a una banda se suceden cada vez que escribo de ella. Pero, claro, como los ‘te quiero’, no por saberse hay que dejar de decirlos. Si la semana pasada decía que se acaban los calificativos para mencionar los méritos rockeros de Sínkope, con más de una docena de discos a su espalda, con Desakato ocurre también otro tanto con respecto a su forma de encarar cada nuevo álbum. Los asturianos son una apuesta de esta casa desde casi el principio de su carrera y uno siente una pequeña dosis de satisfacción personal comprobando, en cada paso, que el resultado sigue sobrepasando cualquier previsión. La Miel De Las Flores Muertas es el séptimo trabajo de la banda, que sigue con su metrónomo puesto, publicando material cada dos años, cada par (casi todos lanzados en marzo y todos en el primer trimestre) y en él tenemos, como denominador común, la total y absoluta libertad creativa con la que afrontan el desarrollo de las canciones, su ambientación, los arreglos y su propia estructura. Los temas enganchan en la escucha desde el primer momento, captando la atención ante cómo se despliega ante nosotros, siempre con una potencia llena de seso y con una amplitud de miras muy poco frecuente en el circuito en el que se mueven. En poco más de diez años, Desakato son ya letras de oro en el rock duro de nuestro país.