Buscar resultados para sabina
Tributo a Sabina – Ni Tan Joven, Ni Tan Viejo
Aunque vosotros no lo sabéis (algunos sí), para mi planificación se ha hecho esperar más de la cuenta mi crítica a este Tributo a Sabina, titulado Ni Tan Joven, Ni Tan Viejo, que parafrasea en mutación el título de una de mis canciones preferidas del poeta, por cierto ausente en la selección de 25 temas, y que, en mi opinión, tampoco le hace justicia del todo al conjunto por aquello de las similitudes formales con el ‘Ni Chicha, Ni Limoná’, de Víctor Jara. Entiéndase, pues, el título, como un guiño intergeneracional y, quizá, de eternidad creativa, por aquello de que gusta desde a los prepúberes como a los que andan en la plena senectud. Desde Guitarricadelafuente (21 años) a Joan Manuel Serrat (76 años). Y en medio de ellos, cantantes y autores melódicos, canallas y canallitas (que no es lo mismo), rockeros, más poetas, poperos con y sin botas de cuero… todos conversos a versos a la religión de Joaquín Sabina. Es más fácil encontrar rosas en el mar (ausencia destacada que nos robó la salud) que discutirle la imponente colección de canciones de Sabina, que da para otros dos discos como este y, para los que le apreciamos, hasta un tercero. Tampoco será cuestión de ponerse a repasar nombres que nos gustarían (cada cual tendrá los suyos) como si fuera una concreción del pasodoble de amigos ausentes (Sí recuerdo que bandas de rock como Porretas o Benito Kamelas hicieron hace años sus versiones). La crítica va, rasa y al pie, comentando impresiones individuales de cada una de las 25 canciones. Y no pido perdón porque ya no le importa.
#Mis10de Joaquín Sabina
Compañero del mismo canalleo que Peret, aunque más de Bambino (culpable), Sabina nunca ha estado muerto, sino casi siempre de parranda, salvo en aquella recuperación del susto marichalero. Y es que da la impresión que cada a cada álbum publicado, el jiennense parece resucitar y/o despedirse, según apetencia del oyente y/u opinador. Como dato objetivo, es cierto que jamás Joaquín había dejado pasar tanto tiempo sin publicar un nuevo disco al uso (Recordemos que a mitad de camino está La Orquesta del Titanic, con Serrat). Más de siete años se antojaban a algo así como una prejubilación, abocado al tiempo que hace que los cuarenta y diez ya se aproximen a cuarenta y treinta. Por ahí anda Serrat con sus “fa vint anys que dic que fa vint anys que tinc vint anys” también caduco. Por suerte, la lectura del libro de Juan Puchades sobre el 19 Días y 500 Noches desvela que Sabina está escribiendo para un nuevo disco y que, este sí, considera que será el último de verdad. Así que si Lo Niego Todo ya sonaba un poco al “I’m ready, my lord” de Leonard Cohen, podemos intuir que el próximo va a ser más oscuro todavía… You Want It Darker, ya saben. Y en esta selección sí que se han quedado fuera ciento y la madre (volando) así que, hoy más que nunca, hoy que ponemos fin a este maratón de reediciones de #Mis10de durante todo el mes de julio, recuerdo que las ausentes no es que no me gusten, es que no me caben. Sean felices, que la sección volverá en septiembre para quedarse.
19 Días y 500 Noches. Sabina fin de siglo
No es habitual en España, más allá de las ediciones disco-libro ‘inventadas’ por los diarios en unos años determinados en su afán de sacar extras por alguna parte, para compensar la bajada de ingresos de las fórmulas tradicionales, que haya monográficos extensos no ya de un autor o banda (que esto sí que viene siendo frecuente en las últimas décadas), sino de específicamente un álbum en concreto. En contraste con la literatura anglosajona, donde podemos encontrar tratados tan suculentos de una sola canción, como el Like a Rolling Stone: Bob Dylan en la encrucijada, de Greil Marcus. La editorial Efe Eme, reconvertida su política de edición desde hace unos años a unos especiales repletos de enjundia y a varias colecciones de libros, viene cubriendo, sin prisa pero sin pausa, ese déficit literario con Colección Elepé, con cinco entregas hasta la fecha, de las que he podido leer tres hasta el momento. La inaugural, Rock & Ríos. Lo hicieron porque no sabían que era imposible, de Josemi Valle, y la segunda, Mediterráneo. Serrat en la encrucijada, de Luis García Gil. Así, tras Memorias de un espantapájaros, M Clan en la cuerda floja (Chema Domínguez) y Blues de la frontera. Anarquía y libertad de los Amador (Marcos Gendre), llega este 19 Días y 500 Noches. Sabina fin de siglo, de Juan Puchades, que aborda con inteligencia y rigor las líneas temporales y argumentales, con los puntos de vista de protagonistas y actores secundarios en la gestación, grabación, difusión y disfrute de una obra fundamental. Y uno se pregunta qué discos de nuestra música se merecen una obra así y surgen varias ideas pero ahora nos ocupamos del presente.
Sabina – Lo Niego Todo
Compañero del mismo canalleo que Peret, Sabina nunca ha estado muerto, sino casi siempre de parranda, salvo en aquella recuperación del susto marichalero. Y es que da la impresión que cada a cada álbum publicado, el jiennense parece resucitar y/o despedirse, según apetencia del oyente y/u opinador. Como dato objetivo, es cierto que jamás Joaquín había dejado pasar tanto tiempo sin publicar un nuevo disco al uso (Recordemos que a mitad de camino está La Orquesta del Titanic, con Serrat). Más de siete años se antojaban a algo así como una prejubilación, abocado al tiempo que hace que los cuarenta y diez ya se aproximen a cuarenta y treinta. Por ahí anda Serrat con sus “fa vint anys que dic que fa vint anys que tinc vint anys” también caduco. El caso es que, nunca entregadas las armas de su pluma, Joaquín Sabina se ha marcado el disco muy apoyado en nombres propios como Leiva, encargado de los mandos del sonido, producción y varias melodías, Benjamín Prado dando lustre con su culturalismo a las palabras, el destacado regreso de Olga Román en los coros, las guitarras de Carlos Raya, los cameos de Ariel Rot y Rubén Pozo, César Pop, Pablo Milanés… Casi una obra coral.
Joaquín Sabina – Física y Química (1992)
Aunque la media de calidad compositiva de Joaquín Sabina es de las más altas que se puede encontrar en nuestro país y aunque cada cual tendrá su disco favorito entre la excelsa carrera del artista, parece que hay cierta unanimidad en señalar a ‘Física y Química’ como merecedor de algún cajón de un hipotético podium. Fue su octavo álbum en estudio y no deja de ser curioso que a día de hoy represente justo el ecuador de su discografía. Porque, con perspectiva, podemos afirmar que ‘Física y Química’ recoge en sus once canciones la poliédrica capacidad del de Úbeda. Lo que recoge el álbum es el resultado lógico del proceso por el que atravesaba Sabina en aquel momento…
Lee el resto de esta entrada
Fito & Fitipaldis. Gira de Teatros y Auditorios. Roquetas de Mar. 10 de febrero
Con el aval de haber agotado entradas para los treinta y tantos conciertos programados, la nueva gira de teatros y auditorios que está llevando este otoño e invierno a Fito & Fitipaldis a recorrer todo el país (ya os lo avancé entre líneas al hablar del concierto de San Mamés) hizo escala anoche en Roquetas de Mar y, claro, después de haberle entrevistado hace tres meses para la elaboración del libro Poesía Básica. Extrechinato y Tú ensancha el alma (gracias por los dos días de libro más vendido de música en Amazon y por todo el cariño que le estáis dando en Efe Eme y librerías), la visita estaba comprometida y obligada. Tuve el placer de ser invitado a la prueba de sonido (os aseguro que es una delicia ver trabajar sin prisa y siempre y con una sonrisa a todos y cada uno de los integrantes del equipo –crew-) y compartir un rato con Fito para hacerle entrega de un ejemplar y seguir conversando sobre todo aquello. La foto y algún pequeño extracto de esa conversación me la guardo por ahora en un cajón y os la mostraré más adelante. (También me llevo para siempre su señalación desde el escenario). El caso es que reconforta comprobar que Fito sigue siendo ‘nuestro Fito’, por más que la radiofórmula en algunos momentos nos haya hecho desnaturalizarlo o encuadrarlo en unas formas que está claro que no son las suyas. Y ese estado de ánimo se ha reflejado siempre, es cierto, cada vez que se sube a un escenario. Anoche fue la enésima prueba de ello. Durante más de dos horas desplegó una veintena de temas en una primera parte deliciosa en nuevos arreglos, gracias a la entrada de Diego Galaz y Jorge Arribas, de Fetén Fetén y una más reconocible con el brío habitual de Carlos Raya, Javier Alzola, ‘Boli’ Climent y ‘Coki’ Giménez. Fuerza y honor. Larga vida. (FOTOS: Mar Torrecillas – Ayuntamiento de Roquetas de Mar).
Lee el resto de esta entradaCorada – De Vuelta De Nada
Nunca es fácil echar a andar con una nueva banda, una nueva cabecera, un nuevo nombre con el que llegar al público pero cuando tras dicha nomenclatura se encuentran músicos curtidos y experimentados ya en otras lides como es el caso, al menos está garantizada una calidad y solidez significativa de cara a afrontar la escucha de su debut. Es lo que ocurre con Corada, esta nueva formación en la que encontramos al dúo formado por Joanjo Bosk y Albert Serrano. A Bosk (voz, coros y letras) le tenemos ubicado desde los tiempos de Aspid, banda que acabó muriendo un poco en la incomprensión de su propuesta más lírica, y posteriormente como cantautor rockero más al uso, recordando autores clásicos de la canción catalana o haciendo un EP temático sobre bombardeos nazis en el 38 o el 39, como hizo años después convirtiendo “The Partisan” a “El Maquis”, además de marcarse un gran disco en Después de Todo, con un “Maldito Veneno”, que va desde entonces en mi maleta de favoritos. Por su parte, Albert Serrano (arreglos, guitarras eléctricas, acústicas, mandolina, mellotrón, pads y hammond) ha sido guitarrista de estudio de numerosos autores del pop rock nacional e incluso se le ha podido ver de gira, que no es poca cosa, en los exigentes directos de Manolo García. Por si fuera poco, para la grabación han contado con otro tótem instrumentista como José Niño Bruño (Leiva, Joaquin Sabina, Andrés Calamaro, Fito & Fitipaldis, Miguel Ríos, Ariel Rot, Alejo Stivel, Manolo Tena, Twanguero, Jaime Urrutia, Lichis, Coque Malla…) a la batería y percusiones y de Íñigo Goldaracena en el bajo (Manolo García, Revólver…). De Vuelta De Nada presenta diez temas de energía rock y cuidadas melodías accesibles que le emparejan al pop. Un debut ‘nodebut’ que es de lo más grato.
Lee el resto de esta entradaJavier Ruibal. Conversaciones (Luis García Gil)
Vieja conocida editorial, viejo conocido autor y viejo conocido artista. Los tres con una garantía de calidad incuestionable. Ante esto, ¿cómo no va a resultar atractivo el nuevo volumen publicado por Editorial Efe Eme en el que Luis García Gil conversa largo y tendido con Javier Ruibal? Con ese tratamiento cercano y confidente marca de las tres casas viene este Conversaciones con el artista gaditano, que viene a sumarse a una larga lista donde ya figuran otros ilustres como Ana Curra, Quique González, Iván Ferreiro, José Ignacio Lapido, Coque Malla o Jorge Martínez de Ilegales. En esta nueva entrega, Luis García Gil, reputado analista de la obra, vida y gracia del ya añorado Joan Manuel Serrat (entre otros), se sitúa de nuevo junto a un autor imprescindible, por lo único, del que ya diseccionó su figura en el libro Javier Ruibal, más al sur de la quimera, publicado en 2012. Si entonces eran artistas, literatos y periodistas como Miguel Ríos, Juan Echanove, Fernando González Lucini, Magda Bonet, Fernando Lobo, Martirio, David de María, David Broza, Juan Luis Cano, Juan José Téllez y Felipe Benítez Reyes quienes hacían un poliédrico retrato coral de nuestro protagonista, ahora, sin más intermediario que la pregunta que tira del hilo, esta publicación nos trasmite de forma más directa las consideraciones del Ruibal sobre la canción, la música, su carrera, la poesía, la creación, influencias y confluencias, compañeros, lugares y su visión social, con la mirada reflexiva de quien ha buscado más siempre el arte por sí mismo que el conflicto.
Lee el resto de esta entradaJJ Fuentes. Teatro Cervantes Almería. 8 de diciembre
Si 2021 ya fue un buen año para el rockero de autor almeriense JJ Fuentes, con la regrabación de uno de sus temas con la colaboración estelar de Jesús Cifuentes de Celtas Cortos, que le permitió dar el salto definitivo a medios especializados de alcance nacional y la publicación de Corazón De Fuego y Miel, su segundo trabajo discográfico de estudio a mitad de otoño, 2022 se cierra con todavía mejores sensaciones. Empezando por las buenas críticas del álbum, que le han confirmado como un valor de futuro seguro, pasando por la presentación en la capital del nuevo disco en el Teatro Apolo en el mes de febrero con una buena serie de conciertos elegidos con mimo durante el curso para, alfa y omega, cerrar la gira en la tarde noche de ayer en el Teatro Cervantes. Era una cita especial y como tal se vivió desde el patio de butacas, que fue entrando en calor al paso de una propuesta tan sólida como imperecedera. JJ Fuentes no inventa nada con su propuesta pero puede que lo que haga sea realmente más complicado si cabe: respetar a los grandes clásicos y referentes del rock más adusto y sobrio. Ese de grandes letras narrativas que bebe de los Sabina, Urquijo, Lapido, Loquillo, Fito, Tarque, Antonio Vega… y que musicalmente ofrece algunos reflejos, según el caso, de los mismos nombres propios citados, y también de referentes anglosajones como Tom Petty, Cash, Bob Dylan y hasta algo de los Stones por momentos. Ayer el Teatro Cervantes vio morir una gira, la de Corazón De Fuego y Miel, pero, como el Ave Fénix de una de sus canciones planeando, vio el advenimiento y renacimiento de la figura de un heredero de esa piedra filosofal que dará, apunten bien su nombre, muchas alegrías y novedades a lo largo de 2023. Avisados están. (FOTOS: Juan Jesús Sánchez Santos para RockSesión).
Lee el resto de esta entradaRozalén – Matriz
Que Caín y Abel debían ser españoles lo sabemos desde los tiempos en los que Barón Rojo, mucho antes de que su letrista y bajista perdiera los papeles, los convirtió en una de las canciones más simbólicas y generacionales de los ochenta con aquel “Hijos de Caín”. Vivimos en un país en el que por hacer daño al gobierno de turno se vota en contra de percibir ayudas europeas, se critica a un seleccionador de fútbol hasta el punto de querer que nos eliminen cuanto antes en cualquier competición (véase ese mundial recién inaugurado que tendría que haberse evitado hace años, no ahora, con las prisas) o, también, echando por tierra la incuestionable variedad y riqueza cultural que tiene, como si el hecho de tener una naturaleza heterogénea fuese una rémora en lugar de algo de lo que presumir. Rozalén, en su valiente manera de ver la vida y la música, ha hecho el disco más anticomercial que podría haberse planteado, por una cuestión de necesidad personal y emocional. Ha cogido muchos de los folclores de nuestro país sin aderezos ni concesiones a sonidos de moda, canta en euskera, en catalán, en gallego, en asturiano y en español (como a su manera ya hiciera Def Con Dos en aquel hedonista ejercicio de reivindicación de las cuatro lenguas que fue “De Poca Madre”), rodeándose de colaboraciones a la altura, recupera coplas como guiño a sus familiares perdidos en los últimos tiempos, canta a su tierra y además ahonda un poco más en su vertiente republicana, como ya dejara claro con “Justo”. Imagino que el jefe de producto de Sony se llevaría las manos a la cabeza cuando se le pusiera la idea encima de la mesa, pero lo cierto es que, en tiempos de medianías, es un gesto de amor inmenso a las propias convicciones y, claro que sí, a nuestras raíces.
Lee el resto de esta entrada