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Óscar Sancho – Ni Política, Ni Religión, Ni Fútbol
“Ahora que se aproximan unas fechas tan entrañables…”, como diría S.A. en la presentación de su conocido tema navideño, el título del primer libro de Óscar Sancho Rubio, vocalista y cabeza visible de los segovianos Lujuria en sus más de treinta años de vida, pasa por ser el mantra habitual de la paz pactada de reuniones familiares, de amistades o conocidos, dado que es poco frecuente encontrar un grupo numerosos de más de ¿dos? personas que sepan mostrar y contrastar ideas y opiniones contrapuestas sin que la falta de respeto o la cerrilidad se apoderen de las formas. No podría haber mejor título para esta obra, publicada por una de las editoriales más activas dentro de nuestro rock, Desacorde Ediciones, porque damos por hecho que con Óscar siempre va a ser al contrario, para una figura desafiante, deslenguada, sincera y voraz en su firme defensa de los ideales que él considera justos. En todo eso se basa este primer libro de Sancho, que se torna en utópico quijotesco en su lucha por una sociedad mejor, igualitaria, social, inclusiva, con unos valores muy bien definidos, casi maniqueístas, pero siempre bien argumentados. Este Ni Política, Ni Religión, Ni Fútbol viene a compilar todas las publicaciones personales, a veces viscerales otras más sesudas, que Óscar realizó desde el comienzo del estallido de la pandemia hasta los primeros pasos de la ‘nueva normalidad’ o desescalada. Todo ello acompañado de comentarios sobre la jugada, repercusión de lo publicado o matizaciones o ampliaciones. Recomendable para todos porque hace pensar, aunque ya sabemos que eso no gusta a todo el mundo, aunque no tengamos que estar necesariamente en todo de acuerdo con él.
Lee el resto de esta entradaLuz Casal – Luz V (1989)
Posiblemente sea la artista española con mayor empaque en el mundo del rock en castellano desde hace más de cuarenta años… Sea con estructuras arquetípicas del género como con sus lecciones de estilo en el bolero y otros arreglos más delicados. Ahora que se aproxima el Día Internacional de la Mujer, en RockSesión queremos dedicar la crítica remember de cada viernes a una artista intachable. Desde sus discos iniciales, donde su descaro pulía la falta de golpeo directo de las producciones de la época, Luz (1982), Los Ojos del Gato (1984) o Luz III (1985), hasta su cambio de tono, más cabal y arrebatado en Quiéreme Aunque Te Duela (1987), que terminaría en una explosión más distorsionada en este Luz V que nos ocupa. Quizá sea su disco ‘más completo’ y sin fisuras de la década siguiente, pero curiosamente no el más vendido. Superó las 300.000 copias en su momento, pero A Contraluz (1991) lo dobló y Como La Flor Prometida (1995) se plantó en casi el millón. Junto a Un Mar de Confianza (1999), con otros 600.000, son los cuatro discos más populares de Luz, la que le llevaron a un podio del que no se ha bajado, haciendo frente a los duros avatares que pone la vida por el camino. El vinilo llevaba diez temas, pero la pronta reedición en CD le añadió cuatro temas más.
Manolo Tena – Sangre Española (1992)
Reconozco que no era la crítica remember prevista para este viernes, ya que mi intención inicial era haber escrito ayer la crítica del nuevo álbum de Leiva y, siguiendo con la (relativa) coherencia del mes de marzo, rematar una semana de rock accesible (Nadye, NoProcede) (como las anteriores fueron de heavy metal –Avalanch, Sherpa, Leo, Mägo de Oz, Armando Rock- o rock clásico y estiloso –King Sapo, Los Zigarros, Santero y Los Muchachos, Derby Motoreta’s y Antonio Flores- o de punk –Kaótiko, Evaristo, Malos Vicios, Polanski y El Ardor…-) con un disco de un grupo que iba a generar algo de controversia, pero estoy dispuesto a asumir el riesgo de cara a la próxima semana. El caso es que hoy me quedé huérfano de ideas, hasta que un buen amigo de profesión, en una rueda de prensa, me recordaba que se habían cumplido tres años de la muerte de Manolo Tena. Escribí la crítica de su resurrección musical antes del fatal desenlace y, desde entonces, siempre me rondó la idea de traer un día el Sangre Española, el álbum que le dio el mayor éxito comercial de su carrera, no en vano despachó medio millón de copias vendidas en su momento, más otras 300.000 con el paso de los años. Ayer fue el día del aniversario de su deceso, así que, dada la coincidencia, era la mejor alternativa para abrir abril. Son, una vez más, Casualidades.
Avalanch – El Secreto
Aunque es posible que haya habido que esperar un poco más que lo inicialmente previsto cuando se anuncio el regreso de Avalanch, por fin tenemos entre manos el primer disco de estudio de la banda en los últimos ocho años. Eso es mucho tiempo como para decir que la espera ha valido la pena pero, sí que es cierto que el resultado final está lo bastante conseguido como para una vez más tener que reconocer a Alberto Rionda su imponente habilidad para crear rotundas canciones de power metal melódico, con tienes sinfónicos y combinando la épica con el tono romántico que siempre ha caracterizado a sus melodías y a sus vocalistas. Y es que Avalanch también tiene ‘el mérito’ de ser uno de los grupos que más ha tenido que renacer de sus cenizas y afrontar constantes cambios de alineación. Quién sabe, igual tanto movimiento ha servido siempre de estímulo, pero también uno puede cavilar qué hubiese sido de ellos con una mayor estabilidad. Sea como fuere, aplaudimos a rabiar el regreso a los sonidos que nos han hecho volar a lo largo de los años. Algo que ya retomó en Alquimia, pero que ahora perfecciona en este El Secreto.