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Nat Simons – Felina
Lo queramos o no, en este país sigue siendo más complicado si cabe hacerse un hueco y obtener reconocimiento si cantas en inglés que en español. Las excepciones, como en casi todo, las hay. Tenemos a Dover, tenemos a Morgan, a Angelus Apatrida y Crisix en el lado más afilado… Pero está claro que no es lo habitual. Son muchos los grupos que empezaron en Shakespeare y terminaron en Cervantes, como Love Of Lesbian, Marlango, Corizonas… Una lista a la que suma ahora Nat Simons, que tras Home On High (Audiomatic Producciones, 2013) y Lights (El Dromedario Records – Autoeditado, 2018) ataca ahora con Felina (El Dromedario Records, 2021). Un cambio de registro que, a la postre, no solo se ha limitado al mero aspecto idiomático, sino que, con mayor amplitud de miras, ha llegado a la música, que ha sacudido ese aura polvorienta de la canción de género americana, para bañarse de una sonoridad sintética, de neón y glam, para lo que se ha valido de grandes nombres destacados del presente expertos en la materia, como Eduardo Baos de León Benavente, entre otros, o Igor Paskual, guitarrista de Loquillo, solista y antes también en Babylon Chat de los que algún día tendré que escribir al fin en la crítica remember de los viernes. Y como referente en el horizonte, el camaleón de los ojos de distinto color, David Bowie, de quien toma no solo algunas formas sonoras sino también ese impulso creativo de creación de un personaje en forma de alter ego que cuenta una ascensión y caída, como Ziggy Stardust. Con todos estos mimbres y mucha dedicación, Nat Simons presenta un disco corto pero muy aprovechado. Melodías directas y pegadizas, sin desmerecer la distorsión y el empaque, que abren una puerta de posibilidades y de crecimiento realmente amplias. El tiempo dirá.
Lee el resto de esta entradaLos Hermanos Cubero – Errantes Telúricos / Proyecto Toribio
Una guitarra, una mandolina y dos cabezas llenas de cosas. Esa es la autodefinición que realizan los hermanos Roberto y Enrique Ruiz Cubero de su propuesta artística, reconocida bajo esa cabecera desde 2010. Si bien sus inicios musicales se remontan a 1998, cuando, junto a con su hermano Ernesto, dieron vida a un grupo de bluegrass llamada RC Brothers. Desde la Alcarria de Guadalajara para el mundo, su universo musical se mueve en esos terrenos de folk, tradición, desnudez y árida propuesta sonora para, sin cerrarse en un purismo estéril, abrirse a sonoridades de pop y esencia rock como han hecho en su última entrega. O, al menos, en uno de los dos capítulos de este disco doble, en el que se han rodeado, al más puro estilo C Tangana (es ironía) de una decena de colaboraciones que demuestran una riqueza musical y estilística inusual y, en su medida, valiente. Christina Rosenvinge, Grupo De Expertos Sol y Nieve, Amaia, Rodrigo Cuevas, Carmen París, Rocío Márquez, Hendrik Röver y Los Míticos Gt’s, Ara Malikian, Nacho Vegas y Josele Santiago es la selecta nómina invitada en Errantes Telúricos. Un disco que, de alguna manera, viene a terminar de sacudir ese corazón frágil y abierto que supuso Quique Dibuja La Tristeza. Un álbum el que Enrique cantaba a su mujer ausente, fallecida, a modo de desahogo de la aflicción y catarsis. Un disco terriblemente difícil que les hizo trascender los círculos de los amantes del ‘tradicionalismo’ (sin por ello variar su estilo) para conquistar a un público que cayó rendido ante tan brutal ejercicio de honestidad y humanidad. Por eso, después de aquello y a modo de fiesta colectiva, Errantes Telúricos se presenta como la vida plena. La luz tras el trance del duelo. Un disco esplendoroso donde los cameos han puesto todo de su parte para sumergirse y engrandecer el universo Cubero.
Lee el resto de esta entradaLos Discos del Año 2020 de RockSesión
Como siempre, ha de tomarse como una guía para acercarse a lo que no se conozca. O a darle otra oportunidad a un disco que no te llamó en la primera escucha. Es complicado emplearse a hacer listas así, porque siempre te queda la sensación de dejarte fuera gente que merece estar dentro. Tampoco ayuda el hecho de que por mis oídos pasen trabajos de cualquier género y que esta casa se vaya tomando más licencias controladas… ya que si escribiera de todo lo que escucho… se nos iría de las manos. Lo que sí os aseguro es que pocas web de listas pueden decir haber escuchado el 90% de los 170 discos que habéis votado, más otros tantos que ni aparecen votados. También excluyo como siempre EP’s (Mala Reputación, Código Vinagrio, Lendakaris…) y directos (Sôber, Leiva, La Polla Records, Whisky Caravan…). Entre las ausencias por diversos motivos, pero de los que recomiendo su escucha, os cito unos cuantos: las delicatesen de Sílvia Pérez Cruz y Juan Perro, los incontables proyectos colaborativos de Rocío Márquez, las delicias folk de Tanxugueiras o Balkan Paradise Orchestra, las sorpresas de Ginebras o El Meister, la constante media alta de Def Con Dos, Rozalén, Saurom, Triángulo de Amor Bizarro, el crecimiento de Sidecars, Aphonnic, Desvariados, Free City o las gratas confirmaciones de Versoix, Sin Mala Intención y Los Estanques o la canción heavy del año de Lords of Black. Mención de honor para ellos, vamos, por octavo año: estos son los ochos oros, platas y bronces de RockSesión. Disparen al pianista. (PD: intentaré que los discos que no tienen crítica completa en esta selección la tengan a lo largo del mes de enero).
Lee el resto de esta entradaEl Meister – Fuego En Castilla
De la misma manera que hay quienes hacen de la crisis una oportunidad, de la desgracia una experiencia enriquecedora, de la necesidad una virtud o de su capa un sayo, Javier Vielba tiene entre sus dones reconocidos y notorios hacer de lo aparentemente árido o, por generalizar, inicialmente aburrido, una suerte de divertimento entre la inteligencia y la locura. Saltó a la primera línea de la música independiente (que no indie) con Arizona Baby, rock sureño propio de barbudos de terrenos pantanosos (esto es, lo contrario a lo que podríamos calificar de ‘madre de las juergas’), lo hizo con Corizonas, donde tuvo el indudable mérito de poner su voz al grupo de rock y surf instrumental Los Coronas, no contento con eso se los llevó al castellano y, además, como guinda, emprendió carrera en solitario para seguir sorprendiendo en las formas. Y este Fuego En Castilla viene a ser su segundo como El Meister donde, nada menos, pasa por un tapiz de modernidad la juglaresca castellana de otros siglos, dándole ese mantra de unir modernidad y tradición, concepto propio de primero de crítica culinaria. Siempre alejado de cualquier atisbo de pretenciosidad y con una naturalidad apabullante. La misma con la que consigue lo mencionado líneas arriba y quien lo ha visto en directo con cualquier de sus fórmulas lo sabe. Larga vida porque, sin duda, estamos ante un tipo que lleva tiempo sin poder ocultar su brillantez.
Los Enemigos – Bestieza
Hay con Los Enemigos una sensación de eterno retorno. Viajar por sus discos es navegar entre bisagras que abren puertas que se interconectan entre sí y, de veras, poco importa que hayan estado varios años ‘de parón’, que volvieran de gira, que se marcaran un disco con todos sus ingredientes conocidos en la coctelera (lo que le restó algo de identidad) en La Vida Inteligente y que ahora, vengan desenfrenados, acelerados, más livianos y frescos. Todo es familiaridad con el cuarteto, si bien en esta ocasión viene remozado en una de sus guitarras y en la producción. Manuel Benítez decidió dedicarse exclusivamente a Porretas y su salida a las seis cuerdas ha dado paso a la entrada de David Krahe, guitarrista de Los Coronas, Corizonas y habitual en los últimos tiempos de Josele Santiago, como bien queda registrado en su último directo Conde Duque. Santiago vuelve a firmar guitarras, voz principal (menos uno) y los temas, compartiendo autoría en tres de ellos con el almeriense Fino Oyonarte, bajista. La batería corre a cargo de Chema Pérez. La producción en este caso viene refrescada por un productor emergente y viejo conocido de la banda, como es Carlos Hernández, antiguo técnico de sonido y actualmente responsable de la producción de bandas como nuestros aplaudidos Carolina Durante y Airbag y Triángulo de Amor Bizarro. Con estos mimbres y liberados de las inquietudes personales, Enemigos firma la continuación lógica de Nada, de hace nada menos que más de veinte años.
Los Tiki Phantoms – Disco Guateque
A lo largo de estos años con la casa abierta, he escrito en algunas ocasiones de bandas que abrazan el surf sin ambages, como The Surfin Limones o Corizonas y también con el toque instrumental planeador, de Pájaro o el más alocado versión pelis de serie B y cómics de Airbag. A Los Tiki Phantoms les tenía echado el ojo (y el oído) desde hace tiempo y es ahora, que acaban de sacar su nuevo álbum, Disco Guateque, cuando se estrenan en RockSesión. Y no es un disco cualquiera. En esta nueva colección de composiciones, la banda se lía la manta a la cabeza (por si fuera poco con las máscaras, de lo más sugerentes) y se pone a pasar por su filtro musical a gente tan dispar y particular como la mismísima Rocío Jurado, Concha Velasco, Alaska y Dinamarama o Ennio Morricone, pero sin olvidar a otros grupo más cercanos al rock, aunque a priori alejados de su universo musical, como The Damned, The Clash o Supergrass, y rematando la faena con el bailoteo de Wham!, A-Ha o Blondie. Lo sorprendente de todo esto es que consiguen que todas y cada una de las adaptaciones suenen lo bastante creíbles como para que casi parezca que hayan sido compuestas con ese espíritu. Y es que los fantasmas siempre consiguen colarse allá por donde les plazca.
Tako – Hilo de Cobre
Suma y sigue. Sin grandilocuencias y con un empecinamiento encomiable, los aragoneses Tako vuelven a recuperar el paso de un disco cada dos años, después del agujero entre Las Campanas de la Vergüenza y 30 Pasos. Hilo de Cobre el decimoctavo trabajo de los de Ejea de los Caballeros. Otra colección de canciones donde el rocanrol, a veces más veloz, otras más lírico, se presenta sin artificios ni modas. Sin que ello signifique que su música sea inmovilista, desde los inicios, pasando por ese trallazo que fue el Veneno, o los lanzados en los últimos años. Diez temas que vienen de nuevo con la producción de Dani Alcover (ya saben, (Dover, La Cabra Mecánica, Depedro, Sugarless, Vacazul, Super Skunk, Habeas Corpus, Héroes del Silencio, Sex Museum, Corizonas… y un largo etcétera) y confirmando la senda alcista del quinteto (Mariano Gil «Rones», guitarra y voz; Nacho Jimenez «Macartur», teclado y coros; Fernando Mainer, -sí, el de Mägo de Oz-, bajo y coros; Iñigo Zubizarreta –sí, el S.A.-, guitarras; y Teto Viejo –Ars Amandi, Uróboros-, batería) que va a por la mitad de su tercera década de vida aprobando con nota en el máster del noble arte de hacer canciones y sobrevivir.
Reincidentes – Vergüenza
Tenemos que partir de una base clara: no es fácil ser Reincidentes. Hagas lo que hagas te van a decir que ya te han visto, que estás en todos los festivales, que tal y cual. No es fácil llevar 30 años al pie del cañón, sacando una veintena de discos, no estar ni un solo año sin girar. No hacer nunca el (postureo o no) parón indefinido para volver con más fuerza, energías renovadas y más ganas del público. No. Ellos, errequeerre desde el primer día en la idea de grupo asambleario donde todos tienen el mismo derecho a voto y veto, llevan tres décadas, como el martillo que acompaña a su hoz, golpeando en todo aquello que creían necesario derribar a base de acordes y canciones. Y treinta años dan para mucho. Para, en ese tiempo, tener momentos de creatividad magníficos, otros no tanto; vivir tiempos de persecución, otros menos encorsetados; los años de las giras sin fin, de pueblo en pueblo, como verso a verso, a otras fases por Latinoamérica; la restricción de la música en directo, el alzamiento de los festivales y el cierre de salas medianas. Los inicios más punk, el desarrollo más rockero, las pinceladas tecnológicas, algo de metaleo, versiones… y vuelta la rueda a girar. La piedra de Sísifo. Este largo caminar que tiene en Vergüenza su nueva entrega.
Los Coronas – Señales De Humo
Pioneros en el difícil arte del rocanrol instrumental con constante presencia del surf, cada nuevo disco de Los Coronas ha de ser celebrado por la perseverancia en mantener en plena forma un género que empezó como minoritario pero que, gracias a su trabajo y a otras bandas que siguieron el camino alumbrado por su llama, especialmente Los Tiki Phantoms, está, de alguna manera, totalmente ‘normalizado’, si es que un adjetivo así es apropiado para hablar de música. Sin lugar a dudas, a Los Coronas le ha venido muy bien la consolidación y triunfo de aquella locura temporal llamada Corizonas, la fusión con los chicos de Arizona Baby. Los públicos se han mezclado y han puesto orejas donde antes ponían un signo de interrogación en negrita, subrayado y en cuerpo 24. Con camino de treinta años de experiencia en este difícil arte, Los Coronas tienen tablas de escenarios y de viajes kilométricos por todo el mundo con su música. Todas esas vivencias van generando una madre, como en el vino, de su sonido y hace que cada vez sus composiciones sean más rotundas, casi perfectas diría yo. Señales De Humo es la nueva entrega, de más de una hora y de hasta 17 cortes. Sobrados.
Exquirla – Para Quienes Aún Viven
Cuando un disco se gesta con el aura de que el resultado va a ser algo grande, megalítico y desbordante, se corre el peligro que después no todos vean colmadas sus expectativas. Exquirla es el nombre elegido para la unión (sin fecha de caducidad) de Toundra, posiblemente el mejor grupo de rock instrumental del país, con Niño de Elche, un cantaor flamenco transgresor y alejado de los convencionalismos, en actitud y aptitud. Un ‘El Cabrero’ del siglo XXI para quienes conozcan al gran José, si bien estoy convencido de que Paco Contreras jamás aceptaría ese símil como válido. Independencia llevada al extremo, en suma. Esteban Girón y David ‘Macón’ en las guitarras, Álex Pérez a la batería y Alberto Tocados en el bajo componen el cuarteto musical al que se suma el cantaor. Como resultado, ocho canciones bajo el prisma de un mundo casi post-apocalíptico y opresivo, la decadencia del éxodo exterior e interior sobre la que los quejíos y el post-rock metálico de Toundra encuentran una zona de esparcimiento muy amplia. Para Quienes Aún Viven, explota el mesianismo del mensaje de Enrique Falcón para se ofrece como un camino tortuoso, que parece un oasis dentro de la oscuridad infinita.