Buscar resultados para sabina
JJ Fuentes. Teatro Cervantes Almería. 8 de diciembre
Si 2021 ya fue un buen año para el rockero de autor almeriense JJ Fuentes, con la regrabación de uno de sus temas con la colaboración estelar de Jesús Cifuentes de Celtas Cortos, que le permitió dar el salto definitivo a medios especializados de alcance nacional y la publicación de Corazón De Fuego y Miel, su segundo trabajo discográfico de estudio a mitad de otoño, 2022 se cierra con todavía mejores sensaciones. Empezando por las buenas críticas del álbum, que le han confirmado como un valor de futuro seguro, pasando por la presentación en la capital del nuevo disco en el Teatro Apolo en el mes de febrero con una buena serie de conciertos elegidos con mimo durante el curso para, alfa y omega, cerrar la gira en la tarde noche de ayer en el Teatro Cervantes. Era una cita especial y como tal se vivió desde el patio de butacas, que fue entrando en calor al paso de una propuesta tan sólida como imperecedera. JJ Fuentes no inventa nada con su propuesta pero puede que lo que haga sea realmente más complicado si cabe: respetar a los grandes clásicos y referentes del rock más adusto y sobrio. Ese de grandes letras narrativas que bebe de los Sabina, Urquijo, Lapido, Loquillo, Fito, Tarque, Antonio Vega… y que musicalmente ofrece algunos reflejos, según el caso, de los mismos nombres propios citados, y también de referentes anglosajones como Tom Petty, Cash, Bob Dylan y hasta algo de los Stones por momentos. Ayer el Teatro Cervantes vio morir una gira, la de Corazón De Fuego y Miel, pero, como el Ave Fénix de una de sus canciones planeando, vio el advenimiento y renacimiento de la figura de un heredero de esa piedra filosofal que dará, apunten bien su nombre, muchas alegrías y novedades a lo largo de 2023. Avisados están. (FOTOS: Juan Jesús Sánchez Santos para RockSesión).
Lee el resto de esta entradaRozalén – Matriz
Que Caín y Abel debían ser españoles lo sabemos desde los tiempos en los que Barón Rojo, mucho antes de que su letrista y bajista perdiera los papeles, los convirtió en una de las canciones más simbólicas y generacionales de los ochenta con aquel “Hijos de Caín”. Vivimos en un país en el que por hacer daño al gobierno de turno se vota en contra de percibir ayudas europeas, se critica a un seleccionador de fútbol hasta el punto de querer que nos eliminen cuanto antes en cualquier competición (véase ese mundial recién inaugurado que tendría que haberse evitado hace años, no ahora, con las prisas) o, también, echando por tierra la incuestionable variedad y riqueza cultural que tiene, como si el hecho de tener una naturaleza heterogénea fuese una rémora en lugar de algo de lo que presumir. Rozalén, en su valiente manera de ver la vida y la música, ha hecho el disco más anticomercial que podría haberse planteado, por una cuestión de necesidad personal y emocional. Ha cogido muchos de los folclores de nuestro país sin aderezos ni concesiones a sonidos de moda, canta en euskera, en catalán, en gallego, en asturiano y en español (como a su manera ya hiciera Def Con Dos en aquel hedonista ejercicio de reivindicación de las cuatro lenguas que fue “De Poca Madre”), rodeándose de colaboraciones a la altura, recupera coplas como guiño a sus familiares perdidos en los últimos tiempos, canta a su tierra y además ahonda un poco más en su vertiente republicana, como ya dejara claro con “Justo”. Imagino que el jefe de producto de Sony se llevaría las manos a la cabeza cuando se le pusiera la idea encima de la mesa, pero lo cierto es que, en tiempos de medianías, es un gesto de amor inmenso a las propias convicciones y, claro que sí, a nuestras raíces.
Lee el resto de esta entradaDesakato – Miseria, Sangre y Plomo (2010)
Entre las múltiples casuísticas que me llevan a decidir la crítica remember de los viernes en cada semana hay muchas que no tienen más motivo que la apetencia del momento. Hay otras que viene porque alguna crítica de novedad de la semana me recuerda algún disco pretérito. En otras puede ser por algún aniversario en concreto. O meramente aleatorio. Pero hay otros que el crítico no quiere que lleguen nunca. Está claro que el más evidente es la muerte física. Pero, claro está, tampoco la simbólica, asociado ello a lo que representa el anuncio de una despedida como banda. La semana ha venido agitada en el mundo musical (¿qué no está agitado en cualquier aspecto en los últimos tiempos?). Empezando por la pataleta de Pancho Varona porque Sabina le ha dejado fuera de su gira (este artículo de opinión con hechos contrastados de Juan Puchades aclara unas cuantas cosas). Siguiendo por el anuncio del regreso de Marea el próximo 23 de diciembre con nuevo disco, libro de fotografías, DVD en directo, reproducciones pictóricas y hasta gira durante seis meses en 2023… (algo que ya me anticipó Kutxi Romero en una entrevista que hicimos –sin guion- hace casi año y medio). Y, lo que nos ocupa, el comunicado que Desakato ha lanzado anunciando que lo deja tras celebrar la música, su música, y lo feliz que ha hecho a sus seguidores a lo largo de los últimos quince años. Tal y como tuiteé en ese momento, siempre contaron con la espada de RockSesión y algo se queda también nuestro en el adiós de Desakato. Nos veremos en 2023 en el máximo de conciertos que me dejen el resto de obligaciones. Lo merecen.
Lee el resto de esta entradaBeach Hotel – Ruido
Más de treinta años dedicados a la música y aunque no haya habido nunca un éxito comercial o un estallido de popularidad, tan feliz de seguir presentando nuevas canciones y en múltiples proyectos, además de en solitario. Antonio Álvarez es un músico almeriense, afincado en Granada, de esos que engrandecen y dignifican una escena local. Ya hablamos de él por aquí en otras dos ocasiones. Primero con el lanzamiento de su disco en solitario Libre Asociación De Ideas y, posteriormente, con motivo del concierto de presentación. Ahora, mientras prepara nuevos conciertos (como el que dará este sábado en la sala Clasijazz de Almería), acaba de publicar la primera referencia junto a la banda Beach Hotel, donde le acompañan Mané Mielgo y Palen. Ruido es su título y viene con siete nuevos temas que refuerzan su intención por narrar historias a la vieja usanza, con aires crípticos, con espíritu de los Bob Dylan, José Ignacio Lapido o Joaquín Sabina (de la época con Pancho Varona, eso sí), pero algo más contemporáneo en las formas, tirando a un rock alternativo que por momento (casi) roza algunos arreglos y melodías casi indies. Hoy nos vamos a este Beach Hotel de portada oscura.
Lee el resto de esta entradaAndrés Calamaro – Honestidad Brutal Extra Brut
«La honestidad no es una virtud, es una obligación». Incluida en la portada interior del disco, pocas veces una frase me ha golpeado con tanta virulencia como esa, cuando se publicó el doble Honestidad Brutal en 1999. Lo peor de todo es que no sería la única asociada a este álbum que lo hiciera. Es un álbum repleto de textos y giros musicales que me marcaron de por vida. Por lo dicho, por lo cantado, por el estilo, por la pulsión, porque era el momento y un punto de inflexión vital que posteriormente se aumentaría con la locura quíntuple de El Salmón y que cambiaría mi forma de ver el mundo para siempre. Después de un disco poderoso como Alta Suciedad, que tenía una capa de efectismo popular muy acusado, lo de Honestidad Brutal era otra cosa. Menos ropaje, más víscera. Una dulzura hiriente de 37 cortes con enjundia. Uno de los mejores discos de ‘rocanlove’ escritos en castellano. Hace diez años escribía sobre él que su vigencia continuaba siendo plena y tal es así que hace pocas semanas ha visto la luz una edición extraordinaria que, además de remasterizar el doble original, añade un tercer disco de demos y versiones iniciales de una quincena de temas, además de tres cedés más con sesiones alternativas, colaboraciones, distintas mezclas, algunas versiones… Material añadido, que no sobrante, porque estamos ante un momento histórico para el artista y quizá también el canto de cisne de una forma de entender álbumes antes de que lo digital empezara a cambiar las maneras, los tiempos… la reflexión.
Lee el resto de esta entradaEl Toubab – Los Días Frente Al Luna Park
Aunque su figura no llegue a los grandes medios ni tenga detrás grandes promociones ni agencias que respalden sus lanzamientos, llevo siguiendo los distintos pasos de El Toubab desde que profundizara en su figura a raíz de gestionar durante muchos años la web de la extinta Rock Estatal. Un músico que a lo largo de los años ha evolucionado en sus inquietudes artísticas sin más pretensión que la de adecuarse a sus motivaciones vitales. Tal es así que dejó caer una banda de punk en el momento que más notoriedad tenía para viajar con el mundo con apenas más maleta que su guitarra y sus ganas de compartir canciones. Jaume Blanc, El Toubab, es todo un trotamundos de la música. En los últimos años ha recorrido toda Europa y varios países africanos, asiáticos y americanos, tocando en la calle y bares… Y también en cárceles, a lo Johnny Cash. También escribe y graba ideas, a lo Manu Chao, en sus viajes por el mundo, como aquel tema instrumental ‘Chain Gang Train’, compuesto en plena gira de presentación de su álbum Viaje Sin Retorno, en los viajes en trenes por Canadá con el vietnamita Vi An Diep y el norteamericano Matt Hatson. Se hizo acompañar por Sergio Velandia de En Vela, Juantxo Skalari, María Camargo de Real de Catorce, Jaime Asúa, Aurora Beltrán, Xavi Ciurans de Gertrudis, Fernando Madina de Reincidentes, José Arbulú de Cementerio Club, Mai Medina de Ciclonautas, Kutxi Romero de Marea… en otro disco, y ahora, con un nuevo ejercicio funambulesco, tiene puentes entre charcos con canciones inspiradas por tocar frente al Luna Park, con sabor a mar Cantábrico y el punto urbanita y mestizo de Lavapiés. Diez nuevos temas para un artesano del rock.
Lee el resto de esta entradaJavier Sólo – Un Buzo En América
Después de lanzar en enero de 2020 (antes de que llegara la pandemia, parece que ha pasado un mundo por ello) el epé Un Buzo En El Espacio, Javier Sólo (autodefinido como ‘fusión de autor’) sigue peleando con su tilde como bandera en esto de los rocanroles luminosos y abiertos a arreglos alegres y accesibles con su nuevo larga duración de once temas, bajo el título de Un Buzo En América. (Entre ellos todavía lanzó también un libro autobiográfico titulado Cuando Mi Alma Es Un Cancionero, Tu Cara Es Un Poema, con un cedé de inéditos y rarezas, y el epé La Revolución De Los Corazones Sin Planchar). Todo con Rock Estatal Records. Un título que toma del hecho de que el álbum fuera grabado a caballo entre España y México, con colaboraciones de ambos lados del charco, como son Reincidentes, Jenny and The Mexicats, Miguel Ángel Escrivá de Santero y Los Muchachos, Los Daniels, Rebeca Jiménez o Casa Valdés. Todo ello avalado por la producción de la garantía de calidad que representa Carlos Narea (Miguel Ríos, Nacha Pop, Rosendo, Antonio Vega, Raimundo Amador, Pedro Guerra, Luz Casal, Los Secretos, Sabina & Páez, El Gusto Es Nuestro, La Frontera, Tahúres Zurdos, Jaime Urrutia, Burning y amplísimo etcétera). El disco representa una evolución de un sonido que no deja de ser el de toda la vida del rock que no busca alinearse bajo ninguna escuela concreta, que lo mismo se hace suave hace querencias poperas, que arrecia en tramos más duras, añade sonoridades latinoamericanas o castizas, arrumbadas y hasta un arranque por sevillanas. Un álbum grato y solvente, de los que nunca caducan y de los que siempre cuentan historias.
Lee el resto de esta entradaFito Garmendia – Ahora
Escudero de lujo en términos caballerescos, jugador de equipo para los deportes colectivos, gregario sacrificado en el caso de aquellos ciclistas que ayudaban a forjar la grandeza de los grandes mitos… Hay muchos calificativos para aplicar a esas figuras de apoyo que han ayudado alejados del foco principal a elevar la leyenda de estrellas de nuestro rock. Fito Garmendia es uno de esos (grandes) tipos y músicos. Tras tener experiencias previas, él vivió la época dorada de La Fuga y se marchó días después de que Rulo anunciara su salida para formar parte de La Contrabanda que le acompaña desde entonces en su camino ‘en solitario’. Cerca de 25 años siendo el báculo de confianza, la mirada a un lado para sentir que todo va bien. Un papel de discreción elegido de manera voluntaria que ahora, animado por el propio Rulo y por amigos y músicos de confianza, pasa a protagonista. Motivado sobre todo por ese parón pandémico y la necesidad de buscar nuevos retos dentro del oficio. Una decisión más que valiente y loable, sobre todo cuando es más una necesidad expresiva ahora que se aproximan los cuarenta y diez, parafraseando a Sabina, que por interés comercial. Embarcado en carretera con Rulo en esas ‘Noches De Fuga y Contrabando’, el lanzamiento del disco tendrá también su pequeña gira de presentación que ya tiene en Bilbao, Palencia, Madrid, Zamora (10, 19, 24 y 25 de noviembre, respectivamente) y Santander (3 de diciembre) sus primeras fechas confirmadas. Más allá del resultado final, cuando un disco está hecho sin delirios megalómanos ni ambiciones desbocadas, en esta casa aplaudimos esta concepción romántica de la necesidad de contar retazos de vida, sean las fotos a contraluz o no. Bravo.
Lee el resto de esta entradaTanxugueiras – Diluvio
Parece haber pasado un mundo pero fue hace dos años y medio cuando rompía en la web una nueva lanza para otro verso alejado del rock que da título a nuestra cabecera, pero que os traía como propuesta de ser conocida: Tanxugueiras. En febrero de 2020, antes de que el virus que veíamos por la tele en China acabara demostrando, nunca mejor dicho, que ‘non hai fronteiras’, traía a esta casa la crítica de Contrapunto, su segundo disco, diciendo de aquel álbum que “juega con una línea argumental conceptual, en la que la cara positiva y la negativa de la vida, tan real, se dan de la mano para dibujar un disco lleno de emociones vívidas y una intensidad tan latente que, aquí la clave, no desentona como crítica en una página web de Rock” y, concluía, “no hacen falta guitarras eléctricas para sentir el rock en el pecho”. Un año después, en febrero de 2021, fruto de meses de intenso trabajo, el trío formado por Sabela Maneiro, Olaia Maneiro y Aida Tarrío, estrenaba ‘Midas’, el primero de los cortes avanzados de lo que, a la postre, es Diluvio, su tercer larga duración que viene con Calaverita Records. Mi sorpresa ante el nuevo salto de valentía me llevó a tuitear: “En el adelanto de su tercer disco, apuntan a territorios urbanos sin perder esa esencia (de música tradicional gallega). Cuando sea mainstream, recordad que os presenté a Tanxugueiras”. Después llegaría la revolución generada en torno a su participación en Benidorm Fest que, más allá del ruido, multiplicó la difusión de un nombre que, honestamente, ya considero necesario dentro de un panorama musical como reacción a lo quirúrgicamente clonado. Propuestas que dan una vuelta al folclore para adaptarlo a nuevos códigos, como bien han hecho Rodrigo Cuevas en Asturias o Califato ¾ en Andalucía. Y además sus canciones tienen mensajes de defensa al amor libre (y propio), frente a la avaricia, la codicia o la envidia, los totalitarismos o la tiranía de la imposición de cuerpos normativos. Como a Sabina, nos sobran los motivos para que vuelvan a estar aquí.
Lee el resto de esta entradaEstopa. Almería, 27 de agosto
La ubicuidad es un don que todavía no termino de manejar con destreza. Así que, como no quería que mis queridos hermanos Muñoz se quedarán sin crónica de su paso por mi ciudad, vuelvo a hacer una excepción (apenas media docena de veces en casi 2.000 artículos) y abro las puertas de RockSesión a una colaboración externa. Así que os dejo la crónica del concierto de anoche de Antonio Verdegay, CEO de Contraportada, para el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería. Salud. (FOTOS: Jose Antonio Holgado).
Hay artistas que con el paso de los años van perdiendo público con la misma rapidez que otras personas pierden el pelo. No es el caso de Estopa, que después de dos décadas en la música mantienen los mismos fieles seguidores, e incluso han incorporado nuevas generaciones (y, por cierto, conservan el cabello, tamizado con algunas canas). Así se pudo comprobar anoche, sábado, en el cierre del brillante ciclo de conciertos de la Feria de Almería. 10.000 personas y entradas agotadas. Casi nada.
Lee el resto de esta entrada