Hijos Del Hambre – Adiós Mi Rockalcohol (2012)

Publicado por elchayi

Que más de once años después todavía me pase que haya bandas con discos y canciones que escuchaba en casa y pinchaba con frecuencia en los años de sesiones rockeras por fiestas y bares quiere decir varias cosas. Por un lado, que mi memoria me empieza a jugar malas pasadas… Aunque yo prefiero optar por el hecho de que hay tantos grupos, formaciones y discos dignos de aparecer en la crítica remember de los viernes que es normal que esto siga pasando incluso dentro de otros once años –claro, es que no podemos escribir de todo lo que queremos-. Hoy nos vamos a 2012 (el año que abrimos la web, precisamente, aunque este disco se escapó del ‘radar de las novedades’) con esta formación que se estrenó bajo el nombre de Hijos Del Hambre. Fue realmente una ‘refundación’, ya que el grupo venía dando caña la década anterior bajo el nombre de Rockalcohol. Por eso, a modo de bisagra y de una forma de cerrar una puerta y abriendo otra. Antuán Lamur (Antonio Moreno), al bajo y la voz y Juan Carlos Pastrana y Rafa Virtual, a la guitarra y coros, formaban parte de la citada Rockalcohol que, con la salida a la batería de José Fega, decidió cambiarse el nombre de cabecera incorporando a las baquetas a Pastor. Encontramos un rock and roll de eminente carácter castizo, callejero, con mucho de aires nómadas y un buen gusto en varias formas o introducir arreglos diferenciales tanto en los instrumentos básicos como en la incorporación de pianos y otros aderezos. Una buena y honesta banda que, por cierto, todavía sigue en activo, aunque en términos discográficos su última referencia fuese su segundo disco, Maldito Dinero, publicado en 2015. Vamos al lío.

Antes de entrar en las canciones vamos a completar las historias con algo de bíos oficiales. En el caso de Rockalcohol, decía así: «Rockalcohol es una banda de rocanrol fundada en Rubí (Barcelona) en el año 2001. Jose Fega tras varios años con diferentes bandas decide crear un grupo donde quiere llevar las riendas en la composición musical y el mensaje de las letras. A este proyecto se une a Jose Ruiz (el Pichu) a las voces y vuelve a compartir ensayos con varios de sus amigos musicales de siempre, Alberto Núñez, Eloy Milán y Javier Sierra. Fabrican Me Fui de Ti, primer álbum de la banda. En el 2003 Rockalcohol se muda a Córdoba, Jose Fega y Jose Ruiz dejan Rubí para volcar en Córdoba todas sus ilusiones musicales. Juan Carlos Pastrana se une a la banda como guitarrista y productor ya de su segundo CD, El Destino Es un Cabrón. Rafa Virtual se asocia a la aventura con el bajo y empiezan a salir multitudes de conciertos. En el 2005 Jose Ruiz decide abandonar la banda y volverse a Rubí. Luiso Medina será la nueva voz de la banda y Antonio Moreno el nuevo bajista, dejando a la guitarra rítmica a Rafa Virtual. En 2005 sale a la luz Arteinsanía, disco que hizo recorrer gran parte de España con sus conciertos. En el año 2008 la banda saca su cuarto y último disco, Se Prohíbe El Cante. Unos meses antes Luiso Medina decide abandonar la banda y pasa a ser Antonio Moreno (Antuan Lamur) la voz de Rockalcohol. A finales del 2009 llega el final de la historia de Rockalcohol».

El origen de Hijos del Hambre se remonta a los últimos días del grupo Rockalcohol. En 2010, Rockalcohol pasa a mejor vida después de cuatro discos «y nos reinventamos como Hijos del Hambre. Y a partir de mayo de 2010 empezamos a dibujar los trazos de nuestro primer disco: Adiós Mi Rockalcohol. Un trabajo con once canciones rabiosas (una de ellas es un tema escondido en el décimo corte), que hablan de las pasiones y los bajos fondos, de la amistad y de la vida. Un homenaje a Rockalcohol, nuestra banda, nuestra casa durante mucho tiempo. Una despedida a una etapa que nos dio muchas satisfacciones y el inicio de otra que esperamos, sea al menos igual de buena».

Yendo a la materia, “No Te Lleves Más De Mí” abre la lista y desde el título y el riff de entrada, cortante y afilado, deja claro la carga emotiva que presenta la banda. La entrada de Antuán confirma las sensaciones y sin tirar de melismas, sí que se aprecia cierto toque de raigambre cordobesa. Destaca el brío de guitarras y como manejan la velocidad de los compases según interesa frenar o acelerar. Así, se convierte en una fantástica piedra de toque para lo que para mí siempre ha sido la gran joya de la corona del disco: “Hijos De La Calle”. Un rock duro y con compás de tangos, que se abre de hecho con cajón, y que cuenta con la estratosférica colaboración de Rafa de Ronda, aquí sí, tirando de raíz flamenca, pero con un mágico empaste de voces. La progresión de acordes de las guitarras durante y después del estribillo es brutal. Y el break más puro recuerda también a aquella colaboración de Domingo Calzado en el “Canto De Tierra Seca” de Marea.

“Esta Es Mi Condena” es un rock más al uso, el solo final tiene mucho de hechuras rosendianas, más cercano por tanto a territorios urbanos, urgentes y asfixiantes en recreación de la adicciones varias. “Amor De Madre” sigue manteniendo el listón alto con un sencillo pero preciso canto de amor materno, repleto de frases costumbristas, «la que se come siempre del filete la parte más fea». La primera parte del disco culmina con “En La Cuerda Floja”, un tema que cuenta con la colaboración a las teclas de Manuel Ibáñez, de Medina Azahara. Lo cierto es que el también cordobés hace una verdadera obra de arte estilosa con aires de jazz y club, además muy trabajada en los coros femeninos.

“El Hijo Pródigo” sale a morder y es uno de los cortes más directos y agresivos de la decena, casi con inspiración ligeramente punk, en un ajuste de cuentas entre el triunfo y la autenticidad. En “Mi Generación” encontramos una letra retrospectiva entre Naranjito, Reagan, primera novia, Leño y un largo etcétera. Da gusto escuchar a Maikel De La Riva de El Hombre Gancho, una voz y banda a la que siempre le tendremos ley en esta casa (compruebo para sorpresa que ¡tampoco tiene crítica remember!).

“De Pie En La Vida” aborda la fortuna o desgracia del destino dependiendo del dónde se nazca y la condicionada libertad. En el tramo final sorprenderá un ligero pasaje levemente sincopado. En “Candela” se ofrecerá la primera concesión acústica, rebajando la distorsión en una balada creciente bien cohesionada en sus dos naturalezas. El disco lo cerrará el toque festivo y bullanguero de “Verbeneros” que termina al compás de vals en una simulación de recogida de equipo. No hay que esperar mucho para que nos llegue el track escondido, que será una sorprendente versión de “El Jardín Prohibido” de Sandro Giacobbe, ya saben, aquello de «lo siento mucho, la vida es así, no la he inventado yo».

Qué bueno recordar este discazo. Qué bueno es nuestro rock.

Lista de canciones – tracklist: