Archivos Mensuales: noviembre 2018
Los 100 de Tipo – Volumen 2 (2000)
De esto que escribes algo y piensas, “va, queda mucho tiempo, ¿cuándo será eso?”. Pues ya estamos aquí. Hace tres años y medio celebrábamos las 100 primeras críticas remember de los viernes con el Volumen 1 de Los 100 de Tipo. Entonces, al final del texto y del repaso por alguno de los puntos fundamentales de aquel recopilatorio mastodóntico y su conexión vital a mi experiencia, concluía con el mensaje de futuro: “Crítica remember número 100 para el volumen 1. Demonios, ya sabéis cuáles van a ser las críticas 200 y 300. Para esa fecha, os quiero a todos aquí”. Pues ya ha llegado la fecha. Cumplimos 200 críticas remember, 200 historias de recuerdos a discos que pasan por ser obras maestras, hitos en la vida de las bandas o han cobrado nueva vida por nuevas gira, o porque por algún hecho puntual han venido a mi memoria. Los motivos de las cosas son siempre tan múltiples y variados, que habría que ver caso por caso. El tema es que seguimos haciendo historia. Aquí seguimos. Vosotros y yo. Y quien no esté que levante la mano, como los crucificados de La Vida de Brian. Salud. Seguimos.
Saratoga – Aeternus
Como un tren a toda velocidad, Saratoga continúa su incesante actividad desde volvieran a coger los instrumentos en 2015. Una gira por todo lo alto para celebrar el regreso, un nuevo disco de estudio, una gira por las bodas de plata y por los 15 años de Agotarás… y, sin descanso, otro nuevo de estudio para esta alineación. Pocas bandas hay como Saratoga que pese a haber contado con cinco vocalistas, dos guitarristas y cuatro bateristas (Niko del Hierro al bajo es el hilo conductor y denominador común, con un valor intachable) siguen siendo perfectamente identificables en cada paso que dan, sin haber perdido ni un ápice del cariño y el respeto del público del heavy metal que, como todos, tiene sus cosas. A estas alturas, es absurdo recordar las virtudes sobradas y conocidas del propio Niko y de Dani Pérez a las baquetas, Jero Ramiro a las seis cuerdas y Tete Novoa a las mismas, pero vocales. Pero esto es como lo decir ‘te quiero’ o ‘te echo de menos’, que no por sabido es sano no decirlo. A la postre, son los componentes que más tiempo han estado en Saratoga en cada uno de los puestos y eso es una garantía de calidad incuestionable.
El Reno Renardo – Hostiopatía
Decía Jaime Altozano en el famoso vídeo sobre El Mal Querer de Rosalía (demonios, aquí también aparece, sí) que para fijarse en los cánones de un género, cuáles son las peculiaridades que lo hacen identificable y definitorio, que no hay nada como las parodias, puesto que llevan al extremo los ítems más característicos. En el mundo del heavy metal y el rock es algo bastante identificable en grupos como Gigatrón, Mojinos Escozíos, Lendakaris Muertos… o El Reno Renardo, por supuesto. Es, de hecho, uno de los grandes motivos de su éxito: el encontrar patrones fácilmente reconocibles sobre los que, una vez que nos tienen ganados musicalmente, sacar a relucir sus letras de escarnio, a veces más atinadas que otras, teniendo claro que no hay humor universal. Porque eso es otra. Una vez más, Jevo Jevardo (con Mikel Torralba a la guitarra, Ander The Thunder al bajo e Iván Cormen a la batería) dispara a todo lo que se mueve. A veces te dará en todo el centro de la gracia, en otras puede no hacerte nada porque el torpedo roza tu línea de flotación, pero (ay) es que en eso consiste la libertad de expresión y el sano arte de reírse.
Depedro – Todo Va a Salir Bien
Lo de grabar canciones en directo desde el estudio tiene un carácter ambivalente, tanto de recurso como de ejerció para músicos que buscan algo más en la vida de las canciones, o en aquellos que notan que han adquirido vida propia y que tienen una revisión digna de ser registrada para el recuerdo. Hace unos años Coque Malla nos deleitó con Mujeres, Estirpe con su Jam Fuzzion Klan, Desakato (aunque estas canciones no eran nuevas) en Antártida. No hay ejemplo en el que el resultado no sea satisfactorio, por el carácter cercano y el mimo con el que se suele realizar el trabajo. En el caso de Depedro (Jairo Zavala) todo se graba en Estudio Uno, con colaboraciones de lujo como las de Luz Casal, Santiago Auserón, el propio Coque Malla, Fuel Fandango, Vetusta Morla, Izal, Amparo Sánchez y Camilo Lara. Revisión de una docena de temas y tres nuevas incorporaciones, muchas veces cantadas, pero todavía no incorporadas, hasta ahora, a la discografía del madrileño. Todo Va a Salir Bien es un viaje de lo más agradable por sonoridades que van de la canción reposada a la samba, de la cumbia al Mediterráneo, de la ascendencia americana a la poesía de autor.
Albert Pla y Raül Refree – Miedo
Muy pocos artistas serían capaces de hacer un disco como el que ha lanzado hace unos días el polifacético artista catalán, Albert Pla. Su entonación susurrante e infantil, la carga simbólica y expresiva de su voz, su terrorífica manera de sintetizar el horror del ser humano con la inocencia, a veces también con un poderoso reverso perverso (no olvidemos ese El Sol del Verano que abría su imprescindible No Solo De Rumba Vive El Hombre). En Miedo, Pla reúne una colección de canciones compuestas de la mano de Raül Refree, músico y productor que lleva varios años en estado de gracia) que dan vida al proyecto convertido en monólogo teatral, con los argentinos Mondongo en lo visual y Nueveojos en lo audiovisual poniendo imágenes y efectos a unos textos sobrecogedores. “No hay especie más miedosa que la humana”, escribió en su día el filósofo, escritor y pedagogo José Antonio Marina. El álbum de Albert Pla es un claro ejemplo de ello, tan, precisamente, humano, que es imposible no empatizar con más de un retrato dibujado. Miedo tanto como protagonista, como oyente. Lo dicho arriba, muy pocos. ¿Ninguno?
Coilbox – 13 (2002)
En pleno boom metalero (con y sin nu), Zero Records era de los sellos discográficos que tiraron a casi todo lo que se movía con un mínimo de calidad contrastada. Así, tras conciertos teloneando a bandas cercanas como Hamlet o Skunk D.F., tras un Festimad y una demo, los madrileños, producido por Roberto Galán y Alberto Seara, publicaron su primer larga duración, este 13, en el año 2002. En 2003 saldría The Havoc (tras una de las numerosas modificaciones de componentes) y no hubo más grabaciones. Los traigo hoy a la crítica remember de los viernes porque su regreso está a punto de hacerse realidad. Tras conseguir cerrar la alineación para esta nueva etapa y después de meses de ensayo, se subirán de nuevo a un escenario el próximo sábado, 24 de noviembre, en el Hezurre Fest. Tras ese concierto, es muy probable que se acerquen noticias de lo que será, por fin, su tercer álbum. Aplaudimos su vuelta dedicándoles esta breve remember de 13.
Medina Azahara – Trece Rosas
Veinte discos de estudio, media docena de recopilatorios y otros tantos directos en varios formatos. Casi 40 años de actividad ininterrumpida, más de 200 canciones… No busquéis, no hay banda rock duro en España con un trabajo tan firme y constante como el de los cordobeses Medina Azahara. Ni parones indefinidos, ni demasiado tiempo sin nuevo material (de hecho, mirando su discografía, la fase más amplia fue del tercero, Andalucía (1982), al cuarto, Caravana Española (1987)), lo suyo es de auténtico récord (ahora que tenemos tan fresca la palabra después de la burrada que ha hecho Kitai esta semana, tocar 24 horas ininterrumpidas). Lo han hecho además con una coherencia tan apabullante que es que, lo digo de la manera más sincera y sentida, es imposible reprocharles nada. Imposible escuchar su nombre y no sentir afecto, apego y respeto. Así, podemos perdonarles algunos recursos manidos (debe ser la banda que más veces ha rimado feliz-vivir-sentir en la historia del rock) o que los melismas de Manolo nos los sepamos de memoria, incluso su incansable romanticismo de ensueños y deseos de tiempos felices por más que la realidad nos lleve la contraria. Medina Azahara solo hay una y eso se sabe en la calle.
Ska-P – Game Over
Es cierto que nunca ha intervenido en la composición de los temas. También es verdad que no es miembro fundador del grupo… Pero a nadie escapa que Ska-P volvía en esta ocasión con el interrogante en negrita y gran cuerpo de la duda de cómo iba a afectar la salida de Pipi de la alineación. La respuesta ha sido de lo más contundente: en nada. La banda vallecana regresa con Game Over después de que Pulpul haya vuelto a reunir una colección de canciones listas para el estudio y que, en la medida de lo posible, haya podido convivir con ‘los grillos’ que andan por sus oídos, afectados de tinnitus. “Hablé con una audióloga (Isabel Diges) y me dejó muy claro que lo mío no se cura, pero vamos a hacer que no le prestes atención. De esta forma, aunque estén ahí esos acúfenos, no los oirás. Quizá, la tranquilidad que da oír a una especialista decirte que eso que escucho es mi propia actividad cerebral y que si cuido de mis oídos no me voy a quedar sonajas, psicológicamente es esencial”, me explicaba en la entrevista que saldrá publicada en el próximo número de Rock Estatal. El juego parece terminar para algunos, pero parece que no en el caso de Ska-P.
Gritando En Silencio – Material Inflamable
A finales del pasado mes de septiembre me llegaba el encargo desde la jefatura de Rock Estatal (revista) de entrevistar a Gritando En Silencio con motivo del lanzamiento de su cuarto trabajo discográfico de estudio, Material Inflamable. Poco después me llegaba el disco, mes y medio antes de su publicación. Igual que “no es más dulce una patada por mucho que se la espera”, que canta Hora Zulú, darle al play era ser consciente de recibir una buena bofetada de rocanrol pero, pese a ello, no hay guardia posible. Gritando En Silencio, con Marcos Molina a la guitarra, voz y letras, Miguel Ángel Santos en la guitarra y coros, Alberto Curtido al bajo y coros, Jorge Correa, batería y Carlos El Quinto como las cervezas de a trago, incendian a base de bien una entrega en la que, en términos generales, se alejan de las formas conocidas del rock nacional, para abrirse a estructuras y sonidos más anglosajones… Un sonido con mucho groove y un disco que mejora considerablemente la media del anterior La Edad de Mierda.
Rosalía – El Mal Querer
Aunque las fronteras estilísticas de esta casa son bastante permeables y laxas, es cierto que, a priori, no tenía pensado escribir sobre este El Mal Querer, el segundo larga duración de la artista catalana Rosalía. Aquí os suelo traer muchas cosas claramente rockeras, metaleras, heavys o punkis, con alguna licencia personal cuando considero que por actitud o matices, se puede encuadrar colindante o merece especial atención por el público de estos sectores. Por un lado, para guardar una línea editorial algo coherente y, por otro, porque dados mis amplios gustos e investigaciones musicales podría caer en el peligro de que acabara escribiendo de todo menos de Rock (en mayúscula, englobando toda distorsión guitarrera). Uno de los estilos que más frecuento es el flamenco, escuchado con naturalidad desde la infancia y profundizando en él con dedicación casi obsesiva durante más de una década, consciente de que es imposible abarcar toda su inmensa grandeza. Pero ahí vamos, con lo suficiente para que enerven algunos comentarios que uno oye o lee. La ignorancia es atrevida. Asociado a ello, hay tantos aspectos que comentar del fenómeno Rosalía, de su imagen, de todo lo que está generando, que decidí hacerla. Aunque lleva mucho más. Con una estructura como la de su álbum. Si son 11 canciones/capítulos, os lo divido en 11 temas/ejes argumentales. Dejen prejuicios y bilis en la entrada y también el hype y el fanatismo. Lee el resto de esta entrada