El Reno Renardo – Hostiopatía

Decía Jaime Altozano en el famoso vídeo sobre El Mal Querer de Rosalía (demonios, aquí también aparece, sí) que para fijarse en los cánones de un género, cuáles son las peculiaridades que lo hacen identificable y definitorio, que no hay nada como las parodias, puesto que llevan al extremo los ítems más característicos. En el mundo del heavy metal y el rock es algo bastante identificable en grupos como Gigatrón, Mojinos Escozíos, Lendakaris Muertos… o El Reno Renardo, por supuesto. Es, de hecho, uno de los grandes motivos de su éxito: el encontrar patrones fácilmente reconocibles sobre los que, una vez que nos tienen ganados musicalmente, sacar a relucir sus letras de escarnio, a veces más atinadas que otras, teniendo claro que no hay humor universal. Porque eso es otra. Una vez más, Jevo Jevardo (con Mikel Torralba a la guitarra, Ander The Thunder al bajo e Iván Cormen a la batería) dispara a todo lo que se mueve. A veces te dará en todo el centro de la gracia, en otras puede no hacerte nada porque el torpedo roza tu línea de flotación, pero (ay) es que en eso consiste la libertad de expresión y el sano arte de reírse.

“Este es el disco que nos ha salido de las narices, ofendemos a mucha gente, porque la gente es imbécil y porque somos así, qué le vamos a hacer”. Con esta carta de presentación qué más se puede añadir. El álbum ha sido grabado en GrabaSonic y masterizado en MasterSonic (va, no), en Crossfade con Enrique Soriano. Cuenta con las colaboraciones, entre otros, de Gandules, Juako Malavirgen, Juan Abarca de Mama Ladilla, Charly Glamour de Gigatrón, El Chivi, los Tardes de Tontuna, Yago, Chefy de los Cojones y Patxa de Ad Eternum, que no es poca cosa.

Para quienes cantaron aquello de ‘Crecí En Los Ochenta’, la portada de Hostiopatía no podía ser más representativa: Hulk, M.A del Equipo, Street Fighter, Neo, Terminator, Bruce Lee, Robocop, Loca Academia de Policía. Así, ‘Intruder’ no podría ser sino una introducción zen a la descarga de golpes. Los primeros llegan con la influencia de Megadeth (solo) y Pantera (riff) de ‘Compañero de Piso’. Una colección de hábitos saludables que harían cantar al pequeño Fito aquello de “por fin vas a marcharte”. En ‘La Gente Es Imbécil’ nos llega otro doble guiño, de los Guardian, más sutil, a, mucho más evidente: Rammstein. Aquí casi ningún títere aguanta la cabeza y la colección de agraciados es mucho más grande que la pedrea del Gordo de Navidad.

En toda la épica proteínica del fitness cabalga ‘Sanotes’, elegida como primer videoclip oficial del álbum. Además de una importante colección de gracietas que se acumulan en las estrofas, hay que destacar el “soy fofisano, fornido y tocitosto, fofimorsa, ballenardo. Soy morcivegano, viejoven gordibueno”. Lo de ‘Conspiranoid’ es una buena colección de verdades paranoicas, lógicamente, con ascendencia de Black Sabbath.

Conectando con el tema de la parodia, nada como reírse de sí mismo… o de su público. ‘Eres Trve’ recupera aquello de los Sancho Panza del Rock o ‘Padezco Rock’ de los Ladilla. Verdades absolutas de los genuinos salvadores de los cánones del metal. Con ese título y por lo apuntado en el estribillo se hacía previsible la coda hacia el ‘Eres Tú’ de Mocedades, black metal de la vieja escuela. Reconozco que una de mis favoritas es la excelente versión del ‘Shut Your Mouth’ de Pain. Para quitarse cualquier tipo de sustancia en señal de reverencia.

Punto de inflexión para la balada (power, porque una power-ballad siempre suena como menos moñas) ‘Cinta Americana’. Un canto de amor sincero a sus múltiples utilidades. Casi más que una navaja suiza. ‘Cafelitos’ (de mi corazón) es uno de esos ejemplos típicos de speed metal con retazos de power. Velocidad cafeínica y los chistes cada vez más delirantes.

Y es que lo que ocurre con álbumes como los de El Reno es similar a cuando uno se va animando con las copas, que al principio sonríes pero con el paso de los minutos vas perdiendo la compostura. ‘Cumpleaños Feliz’ es una maravillosa revisión del tema de Parchís, pero adaptado a la generación nacida en los setenta (pongo esa década, por excluirme, está claro). Martillos de Manowar a lo ‘Fighting The World’ en ‘Forfait’, nieve pijiguay.

Lo de ‘Huele Mi Ombligo’ es un nivel superior. Propio de bandas de esas cuyo logo son ramas secas y de las que es imposible leer el nombre. El juego de voces lo firmaría Dimmu Borgir… y David El Gnomo. El Reno le ha cogido gusto a los teclados bacalutis y salen a relucir de nuevo en ‘Ofender’, de la que no escribo nada más porque me indigno. Eso sí, ya que estamos bailando ‘El Megalodón’ es reggaetón que cambia rumbatón en la coda, haciendo la competencia al Bogavante. Canela fina.

Como marca la tradición, la comedia concluye con un nuevo popurrí (¿habrá alguien que todavía escriba o diga ‘popourri’ o ‘potpurrí’?), bajo el nombre de ‘Idiomix‘, donde nos reúnen desde Álvaro Soler a La Abeja Maya, de Limahl o Laura Branigan, pero con una base heavy con los Maiden, los Judas, los Sabaton, los Savatage, los Manowar y los Europe, aunque sea con la moña de ‘Carrie’.

Es jodido terminar con frase de hoja de promo, pero sí, creo que es su mejor disco.

 

Lista de canciones – tracklist:

  1. Intruder
  2. Compañero De Piso
  3. La Gente Es Imbécil
  4. Sanotes
  5. Conspiranoid
  6. Eres Trve
  7. Qué Has Tomao
  8. Cinta Americana
  9. Cafelitos
  10. Cumpleaños Feliz
  11. Forfait
  12. Huele Mi Ombligo
  13. Ofender
  14. El Megalodón
  15. Idiomix

 

Publicado el noviembre 28, 2018 en Críticas Discos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. 3 comentarios.

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