Coilbox – 13 (2002)
En pleno boom metalero (con y sin nu), Zero Records era de los sellos discográficos que tiraron a casi todo lo que se movía con un mínimo de calidad contrastada. Así, tras conciertos teloneando a bandas cercanas como Hamlet o Skunk D.F., tras un Festimad y una demo, los madrileños, producido por Roberto Galán y Alberto Seara, publicaron su primer larga duración, este 13, en el año 2002. En 2003 saldría The Havoc (tras una de las numerosas modificaciones de componentes) y no hubo más grabaciones. Los traigo hoy a la crítica remember de los viernes porque su regreso está a punto de hacerse realidad. Tras conseguir cerrar la alineación para esta nueva etapa y después de meses de ensayo, se subirán de nuevo a un escenario el próximo sábado, 24 de noviembre, en el Hezurre Fest. Tras ese concierto, es muy probable que se acerquen noticias de lo que será, por fin, su tercer álbum. Aplaudimos su vuelta dedicándoles esta breve remember de 13.
El denominador común de Coilbox a lo largo de sus distintas fases han sido los hermanos José y Toni Hurtado. De hecho, son los que lideran esta nueva aventura, en la que se acompañarán de Destro a la guitarra, Chen a la batería, Flack en teclados y sintetizadores y Rown a la voz. En este 13 la voz corría a cargo de Hevor Arriols, Edu Ostos a la batería…
Debido a los constantes cambios de formación (recordemos que el segundo disco también tenía otro vocalista, Kantz, que posteriormente se dedicaría a los extintos Tenpel) y por su propia naturaleza inquieta, Coilbox siempre ha mostrado una versatilidad que podríamos considerar ‘extraña’ dentro de la escena metalera. Del nuevo metal alternativo y los pasajes densos a ligeros toques industriales con bases y scratches y, posteriormente, ramalazos thrashers.
Canciones como ‘Eleventh’o ‘Until The End’ lo acercan a referentes del momento como Slipknot, especialmente su debut, el primero por línea melódica, el segundo por una brutal percusión que, por momentos, nos puede recordar al ‘Abstinencia’ de Skunk D.F. A diferencia de los dos antecesores, en ‘Sleeper’ entran en juego fases más rapeadas pero, creo que queda claro, que donde más brilla la formación, buena paradoja, es cuando se pone oscura y turbia, como en ‘Marshes’, inesperado break lírico incluido, o la desgarradora ‘Sad’, que abruma en su intensidad creciente y coros.
‘False Friends’ juega con la tenebrosidad del efecto de guitarra y con constantes cambios de ritmo que no dan tregua, aumentando la sensación de asfixia generalizada, tónica que continúa patente y palpable en ‘My Winter… (Begins In Summer)’. Uno de mis cortes favoritos es ‘Body Fram’, por la limpieza de parte del fraseo, en contraste con la voz en grito, compartida en algunos versos delirantes.
El interludio ‘In a Dude’, de bases y scratches con melodía épica, nos acerca a la triada final que arranca con ‘Like A Nail…’ acelera las pulsaciones antes de que lleguen los riffs gruesos, pesados y rompecuellos de ‘Pinkgum’, donde se desliza algún toque hardcoreta. El cierre llega con el medio tiempo de ‘I Miss You’ (aquí no hay baladas que valgan) que terminará con el desarrollo furibundo de todo el álbum. A modo de track oculto, todavía quedarán efectos, bajo y batería como despedida a un trabajo inquietante de principio a fin.
¿Cómo será lo nuevo? No lo sabemos, pero ojalá que los 15 años de espera valgan la pena.
PD: Esta es la crítica remember número 199. Para los que recordáis cuál fue la 100, ya sabéis cuál será la próxima.
Lista de canciones – tracklist:
- Intro
- Eleventh
- Until The End
- Sleeper
- Marshes
- Sad
- False Friends
- My Winter…
- Body Farm
- In a Dude – Interlude
- Like a Nail…
- Pinkgum
- I Miss You
Publicado el noviembre 16, 2018 en Críticas Remember y etiquetado en 13, Coilbox, Críticas Remember, The Havoc. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
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