Desakato – Antártida
Decir a estas alturas que Desakato son tremendos (por no emplear otros adjetivos menos literarios y más explícitos) es ser bastante previsible, pero es que viven los asturianos en un permanente estado de gracia desde que, tras el despunte primerizo más cercano al rock urbano y con aderezos celtas, el público asimilara cierto cambio de registro a partir del inicialmente incomprendido Inercia. Sin variar en demasía su crudo sonido que da a su punk y rock matices áridos, la banda sorprende más que en el contenido en el continente con este nuevo Antártida. Presentado como un EP grabado en directo en los ya míticos OVNI Estudios, el lanzamiento ha venido acompañado de la difusión de un sobresaliente vídeo que reúne los cinco temas al completo. Una producción y grabación de auténtico lujo (dentro de su sencillez) que permite explorar en mayor medida detalles de la mezcla que, a veces, pasan desapercibido al oído, pero que las imágenes destacan con sus planos en el montaje. Otro paso más hacia la cima en la montaña en la que perviven.
Grabado y mezclado en OVNI Estudio (Llanera – Asturias) en enero de este año por Kike Sanchís, Pablo Martínez, Tutu Rodríguez y Daniel Sevillano; masterizado por Alan Douches en West West Side Music Studios de Nueva York y con vídeo realizado por Titi Muñoz, Desakato despliega una obra con cierto regusto conceptual bajo el título de Antártida, pues en todos los temas hay referencias gélidas (“Rompe el hielo” en ‘Humo Negro’; “un rompehielos que se abre paso hacia el mar” en ‘Salvajes’; “humo de bengala en un glaciar advirtiendo del peligro” en ‘La Cura’; “se han helado nuestras metas (…) somos trozos de un iceberg” en ‘Huellas’; “congelados bajo el sol esperando la mañana descubrimos el calor” en ‘Nuestra Cabaña’). También las hay de humo, de huellas, de lucha silente, de sufrimiento y siempre agazapados para devolver el zarpazo. Territorios bastante conocidos por la banda en los últimos cinco años pero que ofrecen la suficiente dosis críptica y excitante como para evitar la temida previsibilidad. Aunque, ojo, es un punto a tener en cuenta para no caer en la autocomplacencia.
Parecido ocurre con la música. Antártida no es una revolución, pero nos ofrece nuevos riffs adictivos de guitarra, melodías vocales sugerentes en alternancia entre Pablo, Pepo y coros, sutiles, pero siempre muy agradecidos. El visionado de la grabación permite disfrutar de todos estos matices, como también de los engarces de guitarra tan sutiles como explosivos. También queda patente lo grueso de las líneas de bajo y la imponente solvencia de Nano en las baquetas, desde hace tiempo uno de los mejores bateristas de nuestro rock. También es un acierto la ambientación del estudio, combinando la calidez de las luces de la sala con la palidez azuleada del cielo y el hielo en descomposición. Frío y calor, como los geles. Sensaciones, en suma.
‘Humo Negro’ destaca por ser un tema creciente, desde los delicados arreglos del comienzo, hasta la explosión hardcoreta y la concluyente transición melódica (Pablo), con importante carga de épica, antes de la explosión final habitual de Pepo. Gordísima melodía principal para la entrada de ‘Salvajes’, del todo obsesiva (imponente sobriedad de Gabri), y, desde mi punto de vista, la canción de mayor largo recorrido del conjunto. El inicio de ‘La Cura’ recuerda desde la primera escucha a esos tres primeros discos de la banda, mientras que el desarrollo es carne de círculo en festivales. Una pieza que contentará a los amantes de ‘Octubres Rotos’ y compañía.
‘Huellas’ es mi favorita del quinteto de canciones, especialmente por las diferentes líneas vocales que se desgajan en el estribillo, la maestría de batería y por la agresividad musculosa que tiene bajo y rítmicas. Un trallazo indiscutible. Como final, como quien pliega velas en la tormenta, llega el medio tiempo armónico ‘Nuestra Cabaña’, con Pablo a solas en la voz y, quizá más que nunca, arriesgando en el algunas melodías, mostrando una plausible fragilidad/emotividad. Un camino todavía no explorado del todo, pero que puede ser una senda por la que probar nuevas cosas.
Por definición, no me suele gustar demasiado el formato EP, pero el punto conceptual de la obra y su complemento en vídeo hacen de este Antártida otra nueva obra maestra de Desakato. Puede que en su concentración no haya tantos fuegos artificiales como en La Teoría del Fuego pero, personalmente, considero que está muy por encima de su antecesor.
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Lista de canciones – tracklist:
- Humo Negro
- Salvajes
- La Cura
- Huellas
- Nuestra Cabaña
Publicado el marzo 20, 2018 en Críticas Discos y etiquetado en Antártida, Críticas Discos, Desakato. Guarda el enlace permanente. 7 comentarios.
Si uno cierra los ojos los primeros 100 segundos del EP, parece que está escuchando a los mismísimos Toundra… Que bien suenan estos muchachos, de los mejores producidos hoy en día en nuestro país.
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