Superfuzz – Ruido

Tiene su aquel que un grupo coruñés acabe publicando un disco con un sello afincado en la diagonal contraria, en Almería. Así son las historias de rock and roll cuando la pasión común es capaz de establecer combinaciones inesperadas. Tal y como avancé ayer con la crítica del álbum de debut de los madrileños Loma Baja y sus Piscinas Verticales, esta semana quiero dedicar las entradas a novedades para bandas que merece la pena ser conocidas por la solidez de sus propuestas. Hoy os presento a Superfuzz y su Ruido, que descerrajan su segundo trabajo discográfico de estudio con la garantía de autenticidad que representan todas las ediciones que vienen bajo el paraguas de Clifford Records. Vamos con una tanda de datos biográficos. Estamos ante eso que se denomina power trío, que viene formado por Diego Brandariz a la batería, Andrés Saavedra al bajo y Javier Insua en las funciones de voz y guitarra. Durante el verano de 2019 grabaron su primer larga duración. Aquel disco, homónimo, supuso su debut discográfico y constaba de once canciones de auténtico rock and roll, grabadas por José Puga y Pachi Baldomir en los estudios Nakra de A Coruña y masterizadas por Robin Schmidt (Placebo, The 1975, Mando Diao, etc) en los estudios 2496 Mastering de Kalsruhe. Ahora, cuatro añitos después y con el pandémico barbecho obligado, el pasado 16 de junio publicaron su segunda referencia, con la que quieren salir a la carretera a mostrar su mejor arma… El directo. Y, sí, puede parecer la típica frase manida pero para quienes estamos curtidos ya en estas lides no nos es difícil imaginar cómo puede ser la traslación del sonido que presentan en sus discos sobre un escenario. Energía, sudor, desbarre, autenticidad… Ruido, del que nos gusta.

Superfuzz en esta nueva entrega perfeccionan (y de qué manera) lo apuntado en su debut. Más furiosos, más seguros y más afilados, las letras se tornan cortantes y marcadas por el macarrerío que exige un género que, por citar algunas influencias, se mueve con soltura entre los Stones y su embajada española, véase Burning, pero con mucho nervio en ambos casos, también con la pomposa accesibilidad de Pereza en sus tiempos más gamberros o la clase de los 091 (a quienes, casualmente, veré de nuevo este sábado –crónica el domingo- en la trigésimo quinta edición del festival Candil Rock).

La lista de temas se abre con el fuego furioso forjado desde la batería con el más que significativo título de “Insatisfacción”. El fraseo no rehúye la pelea y mantiene la pulsión enérgica hasta desembocar en un estribillo trabajado muy bien en su carácter festivo tanto en la pauta marcada de batería como en el trabajo de coros y segundas voces… Entre alcohol y hedonismo. El segundo tema, «Loca», tiene hechuras de single y canción pegadiza y pegajosa desde el arranque con los coros melódicos y fraseo en el punto justo de histrionismo, palmas animosas y buena continuación del motivo principal. En cuanto al estribillo, la cosa se hace más sencilla para terminar de rematar el golpeo inmediato de una canción que sería radiada con frecuencia si habláramos de alguna cabecera de primera línea de la escena. Aunque sucinto, el corte sube un poco más el nivel con el espacio para el solo y un break conciso antes de las sucesivas repeticiones de la coda.

“Descontrol” hace que no decaiga el nivel de atención. Efectismo glam en los coros y en la actitud lúbrica y densa en el puente hacia un estribillo afilado y urgente. Otra excelente y redonda pieza para la colección. Hay algo del garaje salvaje de The Hellacopters y toda la corte de rock sueco en el brío musculoso del riff y las partes instrumentales. Con mismo sabor de garaje y con bien de purpurina y libido llega “Bailando Sola” donde, por otra parte, empiezan a deslizar ciertos aires más melódicos en la forma de atacar algunos versos del fraseo, que se hará más patente si cabe en «Buena Explicación». Y este segundo trío de temas se completa con “Tengo Tiempo”, un tema que rezuma esencia de 091 por todos y cada uno de sus poros, especialmente en la forma de masticar ese fraseo vocal y los coros que se añaden en alguno de los versos. Una delicia, sin duda.

Para el tercer y último tramo, nos recibe a tumba abierta el redoble y una trepidante base rítmica casi rockabilly de “Dressed To Kill”, aunque se atempera en un estribillo algo más abierto. “Mis Grandes Éxitos” abre el cajón de lo más encantador de lo demodé con texto sobre cintas (de casete) grabadas, recuperando cierto buen gusto por aquel encantador pop de los noventa. Eso sí, el disco había que cerrarlo con las espadas en todo lo alto, como el arranque, y para ello qué mejor que transitar por otra temática arquetípica del rock enérgico como una buena “Ruta Suicida”, que nos recibe de primeras con un buen grito calorífico. El tema va creciendo en distorsión para terminar una media hora de clasicismo encantador.

La gira de presentación de Ruido comenzará el próximo 2 de septiembre en la sala Azkena de Bilbao, donde compartirán cartel con The Ribbons.

Lista de canciones – tracklist:

  1. Insatisfacción
  2. Loca
  3. Descontrol
  4. Buena Explicación
  5. Bailando Sola
  6. Tengo Tiempo
  7. Dressed To Kill
  8. Mis Grandes Éxitos
  9. Ruta Suicida

Publicado el junio 20, 2023 en Críticas Discos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. 3 comentarios.

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