Faemino y Cansado. Almería, 20 de octubre
Vistas las taras que voy deslizando por aquí a lo largo de los años, no es difícil imaginar que de niño era una persona un tanto ‘peculiar’, por encontrar un adjetivo aséptico pero descriptivo. Quizá tener un hermano y una hermana diez y ocho años mayores tuviera que ver (entre las rarezas, obviaré la época que me dio por ir a clase con mi periódico recién comprado todas las mañanas o cómo me levantaba una hora y media antes que los demás para escuchar la radio), pero el caso es que recuerdo que en mi clase de EGB (jóvenes, perdonad la arqueología) la mayoría de compañeros escuchaban Los 40, mientras yo escuchaba lo que entonces era Onda Diez (filial musical de Onda Cero), si ellos se hacían con las cintas de Tecnotronic o el vinilo de Will Smith, yo me quedaba con las cintas de mi madre de La Mandrágora y Leonard Cohen, con 091 y Bruce Springsteen de mi hermano, en deportes se hacían polvo con José Ramón de la Morena y yo sin embargo me quedaba con José María García, si estaban de moda aquellas ‘Locas academias de policía’, yo me hacía con la colección de los Monty Python… Y, en el caso que nos ocupa hoy, mientras compartíamos devoción por Martes y 13, yo miraba también a un lado para disfrutar de Faemino y Cansado, a quienes recuerdo constantemente en La 2 con sus chaquetas brillantes, su copa de coñac, su cigarro y esa rumbita sonando antes y después de su entrada en escena. Sus conversaciones interminables y sus referencias a Kierkegaard. El caso es que nunca se me había puesto a tiro la posibilidad de verles en directo… y anoche, al fin y por fin, fue el momento. Os dejo a partir de ahora con la crónica que realizo para el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería a través de Contraportada – Pisadas En La Luna. Así completo la ‘trilogía’ de la foto de El Monaguillo con el libro de Extrechinato y Tú y la crítica remember ayer de La Trinca. Salud. (FOTOS: Kuver Producciones)
Nada mejor para empezar la segunda edición del Festival Nacional de Comedia de Almería que con uno de los referentes absolutos del humor durante las últimas décadas que Faemino y Cansado. El ciclo que organiza Kuver Producciones y el Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería alzó anoche el telón, con el aval de un rotundo ‘entradas agotadas’, al verbo torrencial (y a veces demencial) de Carlos Faemino y Javier Cansado.
Más de cuarenta años después de sus inicios en el parque de El Retiro, es conocido como se las gasta el dúo a la hora de subirse a un escenario. Nada de escenografía, escasos chistes supeditados a la fecha de caducidad de la actualidad o comidilla de turno, ni esa omnisciencia impostada que se arrojan los cómicos noveles para intentar dar credibilidad a unas historias a las que le falta una interpretación creíble.
Y es que quizá esa sea una de las mejores y mayores virtudes de Faemino y Cansado cuando se colocan frente al público, su capacidad actoral, el poderío de la atemporalidad de sus historias, presentadas desde una normalidad empática pero que pronto se irán retorciendo hasta el absurdo.
Para llegar a ello, siempre con el mismo ‘modus operandi’, con Javier haciendo la labor narrativa y un Carlos siempre con la apostilla precisa, sea por iteración, por hipérbole, por cacofonía o por gestos, siempre hacia el paroxismo… Lo importante es que la fórmula funciona siempre y, con este esquema, el dúo solo tiene que sacar historias de su baraja de ases que al final el resultado del envite siempre será el mismo: la risa del público que se lo pasa en grande en la más de hora y media de actuación voraz.
Empezaron metiéndose con los técnicos por un (supuesto) error a la hora de coordinar las luces en lo que pretendía ser una espectacular entrada e iniciaron un viaje que les llevó por Alemania, a Lagarde (casi que la única referencia a la actualidad con los tipos de interés mediante), sus escarceos con la producción televisiva y documental, con un pequeño momento solista para ambos y con un cierre trayendo a escena a sus ‘alter ego’ Arroyito y Pozuelón. Un crescendo brutal con momentos brillantes entre ornitólogos, mercados medievales, historias medievales y safaris.
Anoche sentí esa satisfacción que da cerrar otro círculo, de dar sentido al niño de entonces. Ya van quedando menos.
Publicado el octubre 21, 2023 en Crónicas Conciertos y etiquetado en Crónicas Conciertos, Faemino y Cansado. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.







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