Hay artistas a los que el rockerío se les cae por los cuatro costados sin que por ello tengan la necesidad de que en su música tenga que predominar la distorsión de guitarras, las baterías fuertes y todo el resto de características que denominaríamos como ‘comunes’. Sea por afinidad, por hechuras o por actitud, se podrían citar una decena de casos y creo que casi todos nosotros meteríamos en esa lista a El Canijo De Jerez. La autenticidad callejera de la rumba de Los Delinqüentes ha sido siempre muy bien apreciada por el público del rock y él, con un trabajo y empeño más que meritorio ha sabido mantenerlo desde que iniciara su camino en solitario hace poquito más de diez años. Si con aquellos firmó seis discos antológicos en catorce años, bajo el nombre actual ha despachado otros cinco. Un ritmo realmente vertiginoso que, parece, se ha dispuesto a parar después de la gira de presentación de este álbum. Un disco con el que El Canijo, nos dicen desde sus hojas de promo, vuelve a mirar a su esencia más cruda, de guitarra, palmas y cajón, para concluir una pentalogía de canciones que en todos y cada uno de los trabajos, desde el primero hasta el que nos ocupa hoy, siempre ha contenido temas hermosos, vitalistas, alegres. Aunque la pena siga colándose más de una vez por los poros, con el sentimiento garrapatero de sabor agridulce. De la mirada de soslayo a lo oscuro como decía Jorge Ilegal con aquello de que si la muerte me mira de frente me pongo de lado. Ceniza y Barro apunta a cierre de tomo, pero no me cabe duda de que vendrán más páginas nuevas cuando llegue el momento. Por ahora, le debía una crítica completa a un disco nuevo y sigo teniendo en el debe alguna remember a Delinqüentes. Llegará.

Para el disco se vuelve a reunir de su Banda Magnética «que se han convertido en familia con el paso de los años y los conciertos». Estos son Pepe Frías al bajo, Manuel Cabrales a la batería, y Pedro Pimentel (que también ha hecho labores de producción) y Marcos Munné a las guitarras. Grabado y mezclado por Jaime Cuadrado en Tempo Estudios de Mairena del Aljarafe (Sevilla) en la primavera de 2023. Masterizado por Alejandro Sosa en Sosa Mastering.

“Empezar De Cero” es sin duda el título que mejor puede representar la declaración de intenciones del Canijo. Palmas veloces y una voz en primerísima limpia, sin artificio, más notorio si cabe en un estribillo de melodía añeja y de aprensión fácil. Un trallazo de menos de tres minutos, de concesión y concreción, como le gustan ahora los singles a las juventudes. Los años van curtiendo y haciendo ver las cosas con otra perspectiva resabiada y así se transmite en los primeros versos de “La Plaga Moderna”, donde tampoco se esconde: «Hay más artistas que aficionados / de profetas de pacotilla el circo está tó plagao». El estribillo se hace dulce y bamboleante con los coros femeninos en un tempo de tanguillos lentos… Y para eso que mejor que el pito de carnaval para la coda y un punteo a lo rondalla de coro de los de Julio Pardo.

Los primeros acordes de “Flores y Champán” dibujan un aire más luminoso y gana en calor en la percusión para una rumbita amable de amor de buenos deseos. El fraseo de la segunda parte es el que nos trae el reverso sombrío que sin embargo encuentra la esperanza en las ganas de amistad y querer. En un disco con el que quiere cerrar una etapa no podía faltar referencias a ella, “Nuestra Primavera”. Un tema en el que destaca el añadido de arreglos de piano y las referencias literarias, de Neruda a Salinger, frente a los agoreros malajes.

“Quemar La Frontera” abre el segundo tercio con aires de ‘road song’ y con ligeros matices country en el desarrollo de la guitarra. Todavía nos sorprenderá la entrada a toda su potencia de la batería en la coda. En “Veneno En El Aire” destaca la deliciosa melodía de guitarra sobre la que se deslizará el título con forma de estribillo. Es un tema de paladeo largo y de texto rebosante de limerencia. Por su parte, “Hasta Ahora Todo Iba Bien” tira de canalla y travesura hacia un estribillo divertido que, de alguna manera, nos recuerda a la familia Veneno y Amador. De hecho, hasta un punteo de guitarra destella ligeros chispazos de rhythm and blues. En el caso de “El Gigante Blanco” El Canijo se marca una narrativa de cuento para el más extenso de la lista, lo que permite revestir de manera progresiva el arrope musical hasta incluir órganos y un bien tratado solo de guitarra eléctrica.

En el último tercio nos recibe el “Sol” pero, ojo, también los “Puñales En El Alma”. En el caso de la primera comienza con una reposada introducción de guitarra que bien podría ejercer de separata, con un guiño de guitarra española clásica y que embebido en inspiración ofrece una de las letras más poéticas de la docena. La segunda pinta cruenta desde la falseta inicial y se confirmará con un tempo nervioso y urgente, que deviene en un estribillo que redondea el tema más oscuro y afilado de la lista. Llegando al final “El Amor Hay Que Regarlo Todos Los Días” le echa soniquete de rumbilla catalana (siempre tamizado por las calles jerezanas) mientras que “Mala Fama” nos dice adiós en forma de corolario, bogando por la libertad personal y por los vientos libres.

El Canijo se encuentra en la recta final de la gira de salas (Valladolid, 24 de noviembre; Bilbao, 25 de noviembre; Valencia, 1 de diciembre; Barcelona, 2 de diciembre. Ya ha pasado por Granada, Murcia, Almería, Jerez, Sevilla, Málaga, Torremolinos, Madrid, Córdoba y Toledo). Tampoco hay duda de que lo tendremos en festivales este verano. Apuesta segura.

«Ceniza y barro es el camino escabroso hasta llegar a la cima y colocar la piedra de la libertad.

Porque finalmente, entre tanta mierda y tanto lodo siempre nace una flor…

..Y todo vuelve a empezar de cero».

Lista de canciones – tracklist:

1. Empezar De Cero
2. La Plaga Moderna
3. Flores y Champán
4. Nuestra Primavera
5. Quemar La Frontera
6. Veneno En El Aire
7. Hasta Ahora Todo Iba Bien
8. El Gigante Blanco
9. Sol
10. Puñales En El Alma
11. El Amor Hay Que Regarlo Todos Los Días
12. Mala Fama