palmeras negras – s/t

Piden siempre que se les escriba con minúscula y así procedemos, haciendo una excepción. Con el mismo título que el nombre de la banda, la joven formación almeriense palmeras negras acaba de publicar su nuevo trabajo, diez meses después de que pudiera verles en directo en el 16º Happy Moy Fest. La banda viene formada por Jesús Barrau García (voz, guitarra y sintetizadores), Diego García Campoy (bajo y gritos), Víctor Gutiérrez García (batería y guitarra acústica), Jesús Torres Molina (guitarras y susurros) y con el apoyo de Miriam Moreno Sánchez (cello y trompeta). Tras un primer epé ya no queda nada donde lo dejé (Desorden Sonoro, 2022), el nuevo álbum viene de la mano de Aloud Music y Synth Vicious.  El disco ha sido grabado, producido y mezclado por el propio Jesús Barrau. Se trata de una joven banda almeriense de rock alternativo a la que le gusta definirse como “post-todo”, así evitando soltar una parrafada de etiquetas de nicho, y a la vez, justificar su eclecticismo. En aquel concierto sonó del epé el tema “desaparecer”. Así que descerrajaron nuevo material que ahora ve la luz en este trabajo, como “nunca fue importante”. Temas en los que la melodía vocal y sensibilidad lírica no desentona con una fuerza sónica digna de mención y de seguir su evolución, como cumplimos ahora lo prometido entonces. “la isla de las flores” o “me esfuerzo en olvidar”, también incluidas en este álbum, completaron un repertorio de «treinta insuficientes minutos», como aseguraron.

La encargada de abrir la media docena de cortes el “empezar (de nuevo)” que se inicia, lenta y progresiva, entre sonidos de sintes, teclas y arreglos sutiles de cello hasta que entra la suave voz de Barrau que nos acompañará en un viaje de terrenos bamboleantes, de una tensión contenida, preciosista en sus matices de sobriedad y tormenta imprevisible que rodea toda la estética del grupo. Pero no será el caso en esta ocasión.

La segunda parada será “ya no cabe ni el silencio”, donde la voz se hace más incorpórea en su fraseo y el cello tira de pizzicato. Ahora sí, la distorsión entrará como un manto negro, denso y corpóreo, desembocando en destellos metálicos. Lo de no tener etiqueta les viene perfecto cuando uno se topa con, en la mitad del corte, con un break rítmico ágil, casi bailable, para retomar en la coda la furia distorsionada con toda vía menos espacios de luz.

En “nunca fue importante” tendremos un riff y unas rítmicas que pueden conectar bien con cierta herencia del rock alternativo noventero, a veces incluso rayano con el grunge. Pero estamos en 2024 y palmeras negras lo reinterpreta en una constante rotura de la linealidad y lo previsible. Dando como resultado, pese a todo, uno de los temas más accesibles del conjunto.

La segunda parte de s/t se inicia con “la isla de las flores”. Un tema instrumental que se riega con una intensidad creciente en sonoridad de guitarras y dramatismo de teclas mientras que se reparte la locución de La isla de las flores, el cortometraje de 1989 del brasileño Jorge Furtado, donde se cuestiona la viabilidad del sistema alimentario mundial. “si recordara” es otra pequeña gran joya del álbum, con un tempo casi lúgubre y mortuorio y un desempeño vocal que mezcla la sobriedad calmada de la primera voz, pero azuzada con gritos. De nuevo el cello aportará un lirismo muy bien integrado en el conjunto, antes de pasar un terreno estruendoso y tormentoso que, desde el screamo casi podría pasar (si quisieran forzarlo más) al death metal o grindcore.

El cierre vendrá de la mano de “me esfuerzo en olvidar”, que viene a ser una suerte de corolario donde sintetizan en su largo metraje (que con el espacio blanco se lo lleva a los siete y medio), tanto en rítmicas, guitarra solista y vocales.

«Han pasado de recordarnos al shoegaze y al emo a traernos a la mente elementos que nos hacen pensar en el doomgaze y el slowcore. Grupos como Low, Godspeed You! Black Emperor, American Football o Black Country, New Road están ahí, para hacerles guiños con alguno de sus arreglos», nos apuntan desde el sello. Yo añadiría que ni siquiera podemos perfilar tanto porque palmeras negras genera un universo difícil de limitar y en el que el oyente se queda con ganas de seguir escarbando. Seguiremos en el futuro.

Lista de canciones – tracklist:

  1. empezar (de nuevo)
  2. ya no cabe ni el silencio
  3. nunca fue importante
  4. la isla de las flores
  5. si recordara
  6. me esfuerzo en olvidar

Publicado el junio 12, 2024 en Críticas Discos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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