The River Band – Mil Maneras

Hay ocasiones, rockandrollísticamente hablando, que la frescura no tiene nada que ver con la inventiva. Y otras en las que el disfrute de la autenticidad está muy por encima del virtuosismo técnico o la fría profesionalización que, las muchas, hace que este valor salte por la ventana a lo Charly García. Son intangibles imposibles de comprar, de fabricar, o añadir como si de una solución química o ingrediente a una receta se tratara. Se tiene o no se tiene. Y en esas se mueve esta pequeña banda almeriense llamada The River Band que me conquistó con esos elementos desde la primera vez que les vi en un escenario. El cuarteto está compuesto por Diego Contreras a la voz y guitarras, Antonio López a las guitarra y coros, Juan de Dios Ferre a la batería y percusión y Juan Caballero en el bajo y coros. La mayoría de los integrantes lleva en la música muchos años, tocando en teatros, fiestas, pubs, incluso en festivales. Empezaron como The River Band en el año 2016 realizando versiones de Fito, Extremoduro, Platero y Tú, Rosendo, M-Clan y otros grandes del rock nacional e internacional como The Clash, Ramones o The Creedence Clearwater Revival (CCR). Pero es que no hay nada más lógico que acabar queriendo contar tus propias historias y, por ello, aprovecharon las circunstancias provocadas por el primer año de pandemia para empezar a escribir y dar forma a temas propios que acabarían dando forma a su estreno, Debajo De Un Taburete. La banda, tal y como me ha ido informando de forma puntal, no ha dejado de componer nuevos temas y poco más de dos años después llega su segunda entrega bajo el nombre de Mil Maneras, que mantiene los principios fundacionales contando con el plus de la satisfacción que da saber que el mensaje está calando en su público.

The River Band ha grabado este Mil Maneras a caballo entre los Estudios Delei de Almería y los Estudios Gárgola Records de Guadix, en la provincia de Granada. Para la producción y los arreglos contaron con la «inestimable colaboración», detallan, de Andrés Dos Santos. El disco, autoeditado, cuenta con diseño gráfico a cargo de Pablos Caballero.

Es cierto que juego con ventaja por algunas de estas canciones las he podido escuchar ya en directo antes de la publicación del disco, pero creo que, más allá de eso, la familiaridad que consigue The River Band sería la misma, precisamente por esa credibilidad que da su forma de contar y cantar las historias y de darle un armazón musical que es de un clasicismo embaucador, con distintos matices del rock and roll sesentero, pasando por el pop rock de los ochenta y noventa, el blues imperecedero o algún que otro desarrollo instrumental algo más oscuro.

Se encarga de abrir la lista “Lencería Por Sorpresa”. Un corte que en la primera escucha me evocó en primer lugar la voracidad rocanrolera del “Acción” de Seguridad Social en el riff, pero a la que al final le saco algo de “A La Luz Del Lorenzo” en la escala vocal del fraseo. Sea como sea es un tema cien por cien disfrutable y desenfadado. Del otro lado, “Dados Trucados” es mucho más sobria y, para entendernos, sabe a rock and roll stoniano (que es como decir a lo Burning si nos quedamos aquí) pasado por una coctelera de coros a lo Asfalto en el estribillo. Una delicia con sabor añejo e incorruptible en ese solo de guitarra sucio y delicioso en el pasaje instrumental.

Chuck Berry o Jerry Lee Lewis bien se bailarían el soniquete bailón y disfrutón de “El Andrés”, una historia de dos minutos en la que se versa con gracia sobre los nuevos tiempos que han hecho que llamar al portero, a casa de colegas o acercarse a una plaza a un bareto a ver quién hay pasó a la historia. “Mil Maneras” se arranca con un arpegio y teclas subrepticias  que preludian a una batería estilosa que casi parece evocar un medio tiempo a lo Zeppelin o CCR. Aunque el estribillo rebosa de la potencia de toda la banda a una, sorprende y conquista su aire y velocidad atemperada. De guinda, un solo extenso (no hay que correr) que completa la emotividad del texto. «Mil maneras de intentarlo y quedarme en un rincón, / si nadie te ha tocado el corazón…».

La primera parte del álbum se cierra con “Recuerdo y Olvido”, una canción de generosa entrada instrumental y que dibuja un paisaje nostálgico de las bellas sensaciones que ofrecía una naturaleza ahogada por la especulación y ese gran símil cuando canta «fuimos carnívoros del dinero». Los coros que acompañan al estribillo («¡uh, ah!») son tan vintage como acertadísimos. Me quedo con esa coda donde la batería ruge a la par que una guitarra creciente, llegando a similar una especie de redoble militar.

En “Me Hago Viejo, ¿O Qué?” el desarrollo de guitarra tiene mucho de ‘road song’ a lo Dire Straits, pero con una base y distorsión más ruda y (por tanto) menos aburrida. Diego adapta la tesitura a este tono algo más oscuro y semi urgente, y para aumentar la variedad y dinámica, se marcan un break hasta la coda disruptivo en lo instrumental, culminando así uno de mis preferidos de la lista. “Dulce Pasión” nos recibe una bamboleante melodía de guitarra que, cuando entra la segunda y la base rítmica desvela su estructura y querencia bluesera. Menciones especiales para uno de los mejores textos de la decena, una precisa y bella armonización de coros y otro gran solo, siempre más emocional que técnico, para la colección.

El riff y el soniquete de la base rítmica de entrada de “Una y Otra Vez” recuerda mucho a los primeros tiempos de los Trogloditas, aunque el fraseo y el tratamiento vocal está más cerca de cosas algo más ligeras, como los tiempos más poperos de José Antonio García y Lapido en los comienzos de 091. Llegando al final, “Solo” presenta la sonoridad y las formas más heterogéneas de la lista, demostrando así cierta valentía e inquietud por parte del cuarteto. Con un tempo animoso y a caballo entre el rhythm and blues, por momentos el casi recitado y la urgencia de un estribillo con soniquete de desafío fronterizo. El cierre llega con “Confinados”. Una temática que hoy se siente ya descolorida, como una postal vieja, pero que sigue siendo cercana como para olvidarla.

«Cuatro almas, cuatro músicos, cuatro maneras de vivir y una forma de expresar nuestros sentimientos», firman en el libreto del disco. No hay mejor resumen para esta banda que, como diría aquel, será pequeñita, sí, pero firme.

Si se puede, estaremos en la presentación oficial del 21 de febrero en el Teatro Apolo de la capital almeriense.

Lista de canciones – tracklist:

  1. Lencería Por Sorpresa
  2. Dados Trucados
  3. El Andrés
  4. Mil Maneras
  5. Recuerdo y Olvido
  6. Me Hago Viejo, ¿O Qué?
  7. Dulce Pasión
  8. Una y Otra Vez
  9. Solo
  10. Confinados

Publicado el enero 15, 2025 en Críticas Discos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. 1 comentario.

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