Grande Amore – III
Lo reventaron con su primer larga duración con temas como “Esta Pena Que A Veces Teño” o “Vamos Enchernos (e Vamos A Falar De Cousas)” –disco donde ya había una declaración de intenciones en lo que a actitud se refiere con “Jorge Martínez, Cásate Conmigo (Porfa)”. Y es que el proyecto de Nuno Pico es puro desbarre sonoro de principio a fin. Las camisetas de Electric Wizard, Black Sabbath (la portada del disco con ese filtro inquietante recuerdan tanto al del disco homónimo de debut los británicos allá por 1970), Los Suaves (a los que versionan aquí con un sobresaliente “Maldita Sea Mi Suerte”) o Metallica también dan pistas, como algunas tipologías. Desde aquel 2021 le puse la pestaña de seguimiento y hoy, a la tercera y dos años después de su (sorpresa) disco titulado II llega III, publicado por Ernie Records. Y lo hace acompañado de nuevo por sus escoltas MariaGrep y Clara Redondo y su rock mezclado con techno y nuevas incursiones de oscuridad por la vía de un post punk que se suma a la receta. Para cerrar la entrada, la autodefinición del grupo, que siempre me gusta citar para ponernos en situación y para quien todavía no haya tenido el gusto: «Por si a alguien le interesa saberlo, Grande Amore es el grupo más ruidoso de su generación. No el que mejor canta, no el que mejor toca, no el que mejor baila… pero sí el más ruidoso. Guitarra, ritmo y voz. Todo tan roto como sea posible. Antes de subirse al escenario, parecen los Looney Tunes. Una vez que suben, también, pero con mucha distorsión arropándolos. Los más rockeros y los menos rockeros al mismo tiempo. Como dice Clara: “Nuestro instrumento es la actitud”». Vamos a ello.
Este III viene producido por Jacobo Naya, mezclado por Campi Campón y masterizado por Simón Lancelot.
La lista de once temas se abre con la intro “O Meu Nome É Ningún”, cuya sonoridad y melodía de teclas inicial parece que va a explotar en algún momento en “En El Lago” de Triana. Eso sí, el ritmo de batería y la guitarra eléctrica que entra nos llevan a terrenos marciales y de cierta épica. Ahora sí, bases maquinales, industriales, ochenteras, bien de sintes nos ambienta en “Lonxe Dos Homes” que, tras un breve fraseo vocal nos lleva a un estribillo, también sucinto, para llegar al verdadero protagonista del tema, que es ese solo furioso bajo el aquelarre rítmico que funciona a la perfección.
“Ontes Fun Moi Malo” es la tercera y el corte que ejerció de primer adelanto. La banda reconoce haberse inspirado en “Denim Demon” de Turbonegro, perteneciente a Ass Cobra, su álbum de 1996. El estribillo, con sus coros, tiene mucho de ese aire apunkado y excesivo (claro) de los originales, pero a la versión galega de Grande Amore. Hay en la actitud vocal algo a lo Yosi, por lo que no es extraño que eligieran la siguiente posición para el citado “Maldita Sea Mi Suerte”. Siempre es difícil cantar un tema de Los Suaves, pero Grande Amore la hace tan maquinalmente espídica que tiene toda su esencia pero en otros ropajes. Una sobresaliente revisión de un himno eterno a la derrota.
Sin la menor duda, “Lela” es una de mis favoritas del disco, desde el sencillo riff de tintes decadentes, hasta la desesperación vocal del fraseo, en forma de plegaria entre la angustia, la muerte y la ausencia. En la segunda parte, la guitarra puntea la melodía creando una muralla de sonido que termina de descarnar la asfixia. Un tema solemne y bello en su carácter depresivo: «Soño que alguien me persigue / E que alguien me quere matar / Ás veces soño que estás viva / Esperto e ten que darme igual / Que teño cousas que contarche / Que non che vou poder contar / E teño medo que me escoiten / Berrar en soños o teu nome».
La extensa duración de “Tempo Queimado” permite jugar con la base maquinal que casi podría firmar cualquier banda ochentera alemana, con una guitarra que vuelve a reptar desde lo oscuro lo que la conecta sin remedio a su predecesora. Más apunkada se despliega “Vou Pa Arzúa”, que con su juego de voces y coros puede recordar más a los primeros discos.
Llegamos así a la sorprendente “Ti Máis Eu”. Un corte de apenas minuto y medio en el que se cuenta con la colaboración de Nacho Vegas, siempre cómodo en los caminos del exceso, aporta su voz en una canción que, según la banda, «nació de un tema del Sesame Street americano hasta desarrollar una atmósfera propia que tiene, para muchos, ecos que recuerdan a Spacemen 3».
¿Más madera? Sí. De la mano de la base aceleradísima de “Contigo”, claramente deudora de la de M.I.A. y su arrolladora “Born Free”. Eso sí, el desarrollo tendrá para destellos metálicos entre el glam ochentero y la música de videojuego Arcade o Amiga. “Se Te Volvo a Ver” invita (una vez más) a sacar las sombras negras y la actitud siniestra en otro desbarrado alarde de distorsión y saturación que nos hacen disfrutar tanto del grupo, incluyendo las pocas estrofas en castellano del metraje (exceptuando la versión).
Si ya de por sí nos deja agotados, todavía quedarán los inesperados siete minutos de la despedida en “Flor Dun Día”. El largo desarrollo permite crear una dinámica creciente, medio tiempo en toda su primera parte y un acelerón en la segunda hasta ‘la muerte’ final.
Grande Amore, os seguiremos la pista.
Lista de canciones – tracklist:
- O Meu Nome É Ningún
- Lonxe Dos Homes
- Ontes Fun Moi Malo
- Maldita Sea Mi Suerte
- Lela
- Tempo Queimado
- Vou Pa Arzúa
- Ti Máis Eu (con Nacho Vegas)
- Contigo
- Se Te Volvo A Ver (con David Ruiz)
- Flor Dun Día
Publicado el marzo 12, 2025 en Críticas Discos y etiquetado en Críticas Discos, Grande Amore, III. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.




Pingback: Shego – No Lo Volveré A Hacer | RockSesión