Javi Robles – Plaza Corazón

Suma y sigue. El artista navarro Javi Robles viene con nuevo álbum. De hecho, es que quizá no ha parado nunca de grabar y crear, trazando una línea constante desde que se diera carpetazo al capítulo de Cero A La Izquierda. Y aunque en su momento se lloró la decisión que supuso perder a un joven y excelente grupo de rock que comenzó acedecero y que terminó cogiendo unas hechuras más complejas y menos inmediatas, se entiende que el bueno de Robles optara por romper del todo la coraza y la jaula para volar completamente libre y solo. Ni siquiera una pandemia que truncó un tanto su periodo de lanzamiento inicial pudo frenarle. Y así van varios años presentado canciones ya sea en formato digital, con los videoclips más honestos dentro de los escasos medios o, incluso, grabaciones desde el salón de casa o desde un simple balcón. Ahora llega este Plaza Corazón que pinta de otra manera. Y es así porque es un disco doble de diez temas cada uno donde no solo se refuerzan todas las virtudes comentadas y consabidas a lo largo de los años, sino que se ofrece un crecimiento descomunal. Porque además de los diez temas conseguidos de la primera parte, firma en la segunda una obra conceptual de más de veinte minutos –dividida en diez cortes para facilidad del oyente- haciendo poesía hasta en la lectura consecutiva de sus títulos, como veremos más abajo. Esta Plaza Corazón, sin duda, nos ofrece refugio para brindar en sus bares, jugar en sus parques, enamorarse en sus jardines, llorar en sus esquinas y cantar con el alma, que es de lo que se trata.

Plaza Corazón ha sido producido por el tándem Iñaki Llarena y Leire Aranguren, que son además los dos únicos instrumentistas que acompañan a Robles a lo largo de todo el metraje del álbum, grabado entre octubre de 2024 y abril del presente 2025.

La primera parte se abre con “Guerra Mundial”. Un tema del que ya hablé en las minicríticas el pasado mes de febrero, diciendo que “El rock folk acústico de Robles se funde aquí con Beto y Julio, de la banda argentina Los Pérez García, para bordar un cálido viaje de intensidad creciente marca de la casa con esa garganta de arena poderosa”. Y, fíjense, aquí está una de las claves fundamentales de la valía artística. Y es que aunque las formas ya nos son rockeras al uso, y se juega en terrenos de pop, devaneos por sonoridades de folk latino, esencia de cantautor y otras referencias diversas, el rock vive en las cuerdas vocales de Javi Robles, con una fuerza a la que es difícil no sucumbir.

Otra prueba de ello viene de la mano del bolero de giros a lo “Estadio Azteca” de “Letras Icónicas”. En “Después De Ti” la distorsión hace acto de presencia en combinación con una lumínica melodía de teclas. Las hechuras bailables de la canción son indiscutibles y a mí personalmente me evoca a las maneras del Rulo más inspirado. Pero no hay dos iguales en esta primera parte de Plaza Corazón. En “Será Por Ti” el viento metal le da un toque ‘arrancherado’ a un tema de pompa y boato creciente y arrebatada, mientras que “Matecito” libera equipaje con marcha ligeramente sincopada y naturaleza festiva… con la mezcla del «mate y fernet».

En “Confesión De Amor Loco” se vigoriza la base rítmica, quizá buscando el símil con los latidos del corazón del enamoramiento desenfrenado y con algunos arreglos de gusto tropicalista. A continuación, “Kas Limón” es un bello ejercicio de guitarra y voz, sencillo pero notable. Por su parte, “Sin Lluvia No Hay Flores” enamora desde el inicio con la melodía urgente, sureña, tensa desde la base rítmica, que desemboca en un estribillo más cercano –sorpresa- a una suert de híbrido entre Morat y La Pulquería, si me apuran. “Quemarme A Lo Bonzo” es uno de los temas que lleva rulando tiempo tanto como adelanto como en los conciertos y de los que se mueve en el minimalismo de los arreglos para dejar el peso en la línea vocal de poderoso texto. El cierre al primer bloque lo pone la fanfarria festiva y bullanguera de “La Ñapa”, con épica melódica en el estribillo entre Amparanoia y La Raíz.

“Querido Corazón: / Dónde Vas. / Sigue Por La Carretera, / Todavía Queda Tiempo, Aunque Tú Sigues Pensando / Que La Pena y Las Heridas / Son Los Restos Que Quedaron / Por Mandar Todo A La Mierda. / A Pesar De Los Disparos, / Sobrevive Un Corazón”. Esto que ven aquí y que parecen los versos de una poesía o canción son los diez títulos de las canciones de la segunda parte de Plaza Corazón. Es entendible que se haya procedido a dividir los cortes para una fácil digestión en el streaming, pero reivindico el valor unitario de esta composición ambiciosa y multidireccional de 24 minutos. Un Mayéutica particular que, ojo, no es casual la referencia, como tampoco lo son Libre de Berri Txarrak o Abbey Road de The Beatles, muy presentes en algunos momentos.

“Querido Corazón” se despereza poco a poco en una mezcla de caja de música y nebulosa que explota en un desempeño de guitarra eléctrica que evoca claramente a “Otra Inútil Canción Para La Paz” y el mundo de Material Defectuoso de Extremoduro. “Dónde Vas” es un subidón que conquista en su doble naturaleza: en lo adictivo de su melodía y texto directo, como en un inesperado break que cambia de tercio a una percusión orgánica, con teclas de fuego tanguero que crece con el resto en la coda.

“Sigue Por La Carretera” es un nexo que combina los silencios y con una progresiva presencia de sintes y programaciones que van cogiendo cuerpo de manera habilidosa -personalmente me recuerda al mundo de la serie Dark– hasta morir en “Todavía Queda Tiempo” y “Aunque Tú Sigues Pensando”, quizá los cortes más indivisibles de este tramo, con un nexo de palmas que nos llevan a más en la segunda parte. Lógicamente, muero con la referencia al padre y a una manera de soñar la vida.

Un piano juguetón conecta con el intenso de “Que La Pena y Las Heridas”, donde aparece una falseta flamenca y una pena negra que se aliviará, manejando nuestras emociones con habilidad magistral, en el reggae de voz afectada en “Son Los Restos Que Quedaron” o en el delicioso estribillo de “Por Mandar Todo A La Mierda”, con cierre con bien de coros y ampulosidad beatle.

La combinación de teclas caloríficas y distorsión en “A Pesar De Los Disparos” recuerdan inevitablemente de nuevo al mundo Robe… Pero es que al cantar «te he visto bailar, bailar, bailar, bailar, bailar y ya se me ha pasado» confirma las sensaciones en su evocación a Mayéutica. Y sí, todavía quedarán más referencias en un final de teclas y cortinas de metales muy similar a algunos que realiza Triana en varios temas, influencia por la vía paterna en el caso de Robles.

Llegamos así al cierre en “Sobrevive Un Corazón” que podemos dividir en dos partes. Los primeros minutos elevan las pulsaciones con otro ejercicio festivo, hasta que llega un pasaje claramente psicodélico que desembarca en una atmosférica sucesión de coros, teclas y guitarras en un embaucador compás ternario que revive el inicio, hasta el ‘a capela’ conclusivo.

Que la sucesión de árboles no os impida ver el bosque completo. La segunda parte de este disco, esa unidad conceptual, está entre lo mejor que podéis escuchar este año y sienta las bases de algo desconocido que parece no tener techo todavía. Enhorabuena.

Lista de canciones – tracklist:

Disco 1:

  1. Guerra Mundial (con Los Pérez García)
  2. Letras Icónicas
  3. Después De Ti
  4. Será Por Ti
  5. Matecito
  6. Confesión De Amor Loco
  7. Kas Limón
  8. Sin Lluvia No Hay Flores
  9. Quemarme A Lo Bonzo
  10. La Ñapa

Disco 2:

  1. Querido Corazón
  2. Dónde Vas
  3. Sigue Por La Carretera
  4. Todavía Queda Tiempo
  5. Aunque Tú Sigues Pensando
  6. Que La Pena y Las Heridas
  7. Son Los Restos Que Quedaron
  8. Por Mandar Todo A La Mierda
  9. A Pesar De Los Disparos
  10. Sobrevive Un Corazón

Publicado el junio 17, 2025 en Críticas Discos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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