Alamedadosoulna – Canciones Contra El Fin Del Mundo

Publicado por elchayi

Finissimo 2 fue el primer disco de Alamedadosoulna que cayó en mis manos (sin ser su canción más popular, “Punhit” es una de las que me acompañaba en ‘la maleta de pinchar’ en aquellos tiempos) y, desde entonces, siempre fue una banda que me cayó bastante en gracia. Sobre todo cuando en un Aúpa Lumbreiras, apenas un o dos años después, me confirmó las buenas sensaciones. Un grupo coral dedicado a hacer ska de la escuela seminal, esto es, con más base rítmica y ‘flow’ que distorsión o tralla. Digamos, un ejercicio canónico más cercano a los Madness y los orígenes jamaicanos que la posterior evolución más punk o abotargada de proclamas incendiarias. Después de un largo parón que llevó desde su cuarto disco Jaleo en 2014, el grupo volvería a los escenarios a finales de la pasada década para confirmar su regreso tras una colección de singles en los últimos dos años que han desembocado en este gratificante Canciones Contra El Fin Del Mundo, tan repleto de buen rollo como siempre y con un sabor maduro que han dado los años. Un disco que, en su nobleza, se me ganó desde la primera escucha el pequeño y modesto honor de tener su entrada propia en la web. A ello vamos.

El combo que graba el álbum viene formado por Rubén Duran en guitarra y voz; Laura Nadal y Gerardo Yllera en teclados; Pablo Cano en el bajo, Sergio Baigorri a la guitarra; Ernesto Carrera en el saxofón tenor; Daniel Maldonado como trompeta –además de encargarse de la producción, mezcla y masterización; Roberto Lorenzo en el trombón; Mónica Viera en el saxofón barítono; Juan Contreras en la batería y coproducción junto a Gorka Menchaca.

“Hiszpanska” ejerce de doble introducción. Primero con una entrada locutada al más puro estilo Madness, que da paso a un desarrollo instrumental bien de metales en el inicio, pero con protagonismo para todas las líneas sonoras o, lo que viene siendo lo mismo, una composición que vendrá perfecta para testear en el fragor real del inicio del concierto que todo va correctamente.

Ahora sí, “Flotar” nos recibe con una desenfadada escala de teclados para un tema desenfadado con un estribillo más reggae y un cuadro de color y felicidad entre viajes espaciales y pies que nunca están en la Tierra. En “Un Día Más” la melodía principal nos traerá recuerdos de esa épica plástica pero, sin embargo, la tesitura vocal, más grave, nos sorprenderá en su propuesta más madura que se expresa todavía más en un estribillo magnífico, con teclas más progresivas y un diálogo reflexivo que casa como un guante.

Del otro lado, “Algoritmo” trae una importante carga de ironía crítica, haciendo un repaso de toda ‘la humanidad’ perdida en torno a las pantallas de los dispositivos ¿inteligentes? y la falta de libertad provocada por sugerencias y los hilos en la sombra de la tecnología: «¡Yo voy a mi ritmo, que le den al algoritmo!», descerrajan. Antes de semirapear y un estribillo que se convertirá en algo más maquinal en la coda conclusiva donde no faltan sirenas.

Siguiendo con las melodías pegadizas llega la sinuosa y bailable “Latnemurtsni” (instrumental si no fuera por los gritos de Tarzán) donde luce especialmente la contundencia del golpeo y sonido seco de la caja. Como “reivindicación de que el día a día es una montaña rusa en la cual siempre puede haber caídas y después subidones”, pero todo superado con optimismo llega “Yo Me Levanto” quizá la más previsible y lineal de la lista.

En “Tranquilo” encontraremos la colaboración de La Pegatina, con todo lo que ello conlleva, esa tesitura aguda casi imposible y una incursión por sonidos más cercanos a la son rumbero y callejero. Asomando al final, “Festival” viene a ser el particular “De Festi, ¿vale?” de Trashtucada, pero a la manera de los madrileños y mirando más a la propia biografía de la formación y las incidencias del camino. «Seguimos en pie después del temporal».

Aunque la verdadera declaración de intenciones y definición del grupo vendrá en la última, “Cuando Ya Nadie Nos Quiera Escuchar”. Una despedida con ligeros toques arrancherados y muchas hechuras de brindis de cierre de bar.

Que vengan más rondas.

Dice así la biografía de la banda:

Se trata de una de las formaciones más divertidas y ya casi clásicas de nuestra escena musical. Durante años han sido capaces y sin duda los primeros en llevar sus directos a un nuevo nivel con una mezcla de lo musical con casi teatro interactivo donde el público se convierte en un protagonista más al mismo nivel que la banda. Desde sus inicios, ya con su maqueta, fueron los encargados de representar a España en el festival Rototom Sunsplash (Italia).

Su gran salto al panorama musical llega con ‘Finissimo’, con el que inventan el “Trainacting”: videoclips rodados furtivamente en vagones del metro que arrasan en los medios. Ganando del Premio Guille LNEV como mejor grupo directo de Músicas del Mundo. Después llegaría ‘Alamedadosoulna: La Película’, primera película interactiva de un grupo musical: el espectador elige con su mando a distancia el desarrollo de la historia. Componen el tema principal de la película «Spanish Movie» y La Academia de Cine les nomina para los Premios Goya como Mejor Canción Original.

Con su tercer disco ‘Play!’ (2011) ponen en marcha su Plan de Dominación Mundial a Través del Baile. En 2013 llevan a cabo “Partycipa Tour”, la gira en la que el público es igual de protagonista que la banda. Tras su cuarto disco ‘Jaleo’ la banda contrata los servicios de “Cryogen Solutions” y entran en un profundo estado de criogenización.

Tras casi tres años bajo un profundo proceso de criogenización, Alamedadosoulna vuelve a los escenarios con todo su arsenal de ska-reggae-soul para hacer explotar de nuevo sobre los escenarios una inmensa batería de proyectiles directos a hacer mover los pies y las gargantas del público.

Un camino que repiten todos los años con su tradicional pistoletazo de salida en primavera en Madrid y que les lleva hasta el otoño por los principales escenarios de festivales y fiestas populares de nuestro país.

Lista de canciones – tracklist: