Delreverso – Temporanoico
Es habitual que a lo largo del año me inviten a decenas de conciertos a los que, por la propia naturaleza de mi trabajo, me es imposible asistir. Ser ‘el cronista oficial’ de la programación cultural municipal de tu ciudad hace hipotecar prácticamente el 90% de los fines de semana y, con ello, hacer muy complicada la movilidad interprovincial (teniendo en cuenta además la situación geográfica de Almería, en una esquinita). El pasado 30 de agosto la Caseta Municipal de la localidad malagueña de Alameda recibía el concierto de presentación oficial de Temporanoico, el segundo álbum de Delreverso. Una velada más de la que tuve que declinar la invitación dado que me encontraba en plena cobertura de fiestas mayores por estos lares y, en lo que a música se refiere, esa noche me coincidía con el Tour Gigante de Leiva. Pero igual que traje el debut en ese afán de dar también cabida a bandas nuevas ‘con ángel’, adquirí mi propio compromiso moral de volver a escribir de su segundo álbum, para el que siguen siendo los mismos cinco. Esto es: Jesús Martínez a la voz y coros, Jesús Gallardo en la guitarras, Joaquín del Pozo en bajo y coros, Adrián Torres en guitarras y Antonio Montero a la batería. Vienen con ocho temas que, además del cedé, se sirven también en una de esas ‘tarjetas pendrive’ bien resultonas. Allá vamos.
¿Existen muchas diferencias entre su debut homónimo y este Temporanoico? Pues en lo que a música se refiere la respuesta es que no. Sin embargo, esto no significa que estemos ante un disco inmovilista. Lo primero, por lógica, por las enseñanzas de la propia experiencia tanto a la hora de afrontar una grabación en el estudio, como también en la forma de redondear las canciones, de dejarlas crecer y en la propia evolución a la hora de establecer dinámicas y versos. Ya me lo decía Iñaki Antón en una de nuestras entrevistas: «si con los años no aprendes nada es que ya venías jodido de serie».
Tenemos que tener en cuenta que el anterior fue un disco de primeras –y buenas- intenciones. Dedicada a hacer versiones en su nacimiento, fue la necesidad de contar y cantar historias propias la que azuzó a generar un nuevo material que se hizo con más ilusión que pretensión y al que, por si fuera poco, la pandemia complicó un poco más el asunto, ralentizando tanto su exhibición en conciertos como la propia grabación del álbum.
Delreverso sigue despachando un rock de corte cercano, con riffs y melodías accesibles, historias llanas y unas influencias clásicas, aunque quizá en algunas pistas de este álbum se note alguna querencia más hard rockera como la que nos da la bienvenida en “De Arena y Ceniza”, de base rítmica más pesada y variada que las de antaño. Un riff de ascendencia clásica y lírica abre “Larga Vida”, el segundo corte que lucirá en su desarrollo con la explosión de guitarras dobladas, siempre tan gustosa. Una canción vitalista y de buenas intenciones de bonhomía y buen rollo.
En “La Fábula” se vuelve ‘a endurecer’ ligeramente el riff principal. Sin embargo, el despliegue de fraseos juega más con los silencios y una distorsión más liviana haciendo que la combinación funcione con naturalidad, dejando para el final un solo de corte blues rítmico. En “El Sótano” se abrazan formas más rocanroleras al uso, con un soniquete más sentimental y un inesperado añadido de saxo antes del primer estribillo.
La segunda parte se abre con el riff afilado de “Cada Vez Más Cerca”. Otro de esos cortes en los que se aprecia esa sutil nueva inclinación que no desvirtúa ni desmerece, sino todo lo contrario. La forma de jugar con silencios y acordes tiene claros tintes acedecianos y la banda sale indemne y reforzada del reto. Reposada y con reminiscencias a las maneras de Marea en el arranque de “Corazón De Mimbre” llega “Vuelve” a la que después le noto otro guiño a uno de los himnos de Nirvana que os dejo que descubráis. Con todo ello, logran su sello propio en un tema que al final resulta enjundioso y distinto, tanto por desarrollo como por la intensidad de las líneas vocales finales (ese “pero vuelve” a lo “nena” de “Cadillac Solitario”).
En la dupla final, “La Hora De Los Lobos” parece abrazar sin miedo un soniquete de folclore latinoamericano sobre el que el grupo construye la que puede que sea su obra más ambiciosa hasta la fecha –y no solo por sus cinco minutos de duración-. Un leitmotiv claro, unos devaneos casi jazzies, mayor querencia castiza y de raíz andaluza en la pronunciación y un aura global que de alguna manera me recuerda a las cosas de Rupatrupa en su último de estudio. La derivación guitarrera de la segunda parte recuerda a algunas cosas de los últimos tiempos de Extremoduro o las creaciones más animosas de Robe en la última década.
“Plan Perfecto” es la encargada de cerrar este segundo álbum de los malagueños y dejará las espadas en todo lo alto con un hard rock poderoso, de gruesa basa rítmica al más puro estilo setentero. Un tremendo pelotazo final que deja un gran sabor de boca a la poco menos de media hora, concisa y provechosa, que presenta la formación.
Lista de canciones – tracklist:
- De Arena y Ceniza
- Larga Vida
- La Fábula
- El Sótano
- Cada Vez Más Cerca
- Vuelve
- La Hora De Los Lobos
- Plan Perfecto
Publicado el octubre 26, 2025 en Críticas Discos y etiquetado en Críticas Discos, Delreverso, Temporanoico. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.




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