Aunque haberlos, haylos, es menos frecuente encontrarse en la bibliografía musical de nuestro país libros que ahonden de manera filosófico en aspectos teóricos más abstractos. Lo habitual son las biografías en primer persona, las compartidas con confidente, los recorridos cronológicos por discografías o el análisis de un disco en cuestión, claro, qué os voy a contar. Pero, como apuntaba, se agradece echarse a la lectura otro tipo de enfoques y es en esa apetencia cuando me interesé al instante por este Underground: El camino de la desviación, de Elena Rosillo. La sinopsis (más que sinopsis, punto de partida, es la siguiente: «¿Qué es el underground? No es esa idea ahora demodé, importada de los americanos y los beats, tampoco esa adorada “Movida”. Es una actitud, la adolescente pretensión de sentirse diferente, de querer huir de la cultura paternal impregnada de sangre y guerra. A lo largo de la historia siempre nos hemos encontrado con seres inadaptados que han sentido la necesidad de alejarse de los suyos para vivir su vida al margen de la sociedad, el sistema o la ley vigente. Se les ha llamado de mil formas: juglares, errantes, vagabundos, hobbos, bohemios, piratas, malhechores, artistas… De esa actitud y estos seres inadaptados habla este ensayo. Defiende una forma de vivir y de actuar que parece de otra época: “otro mundo es posible”. Debemos reivindicar ese estilo de vida, explicarlo y, por qué no, admirarlo. Existe un camino hacia la desviación a través del único medio capaz de camuflar su mensaje para que solo aquellos que sepan escucharlo se reconozcan: la música». Comprenderán el flechazo que, además, he disfrutado mientras compartía su lectura física con la virtual de Música De Mierda de Carl Wilson. Benditos azares.

Vamos con los datos biográficos de la autora. Elena Rosillo (Madrid, 1989) es profesora de Musicología y del máster en Investigación en música de la Universidad Europea. También ha colaborado como periodista cultural y columnista en diversos medios y publicaciones (El País, La Marea, Ruta66, entre otras). En 2019, se doctora con una tesis titulada La cultura underground madrileña a través de la música durante la dictadura franquista (1939-1975). Conexiones con el underground actual, calificada con sobresaliente cum laude. Ha especializado su carrera en el ámbito contracultural y musical, trabajando también como programadora en varias salas de conciertos (Café La Palma, Sala Vesta y Fulanita de Tal) y liderando una malograda banda de pop y otra que acumula escuchas por arte de magia, que no por promoción. Todo con el ánimo de comprender el underground en toda su envergadura.

Teniendo en cuenta que Fuera de Ruta es una editorial que, según definen, «pretende dar voz a los olvidados, a los silenciados y a todos aquellos textos que se quedan fuera de los cánones estipulados. Se trata de un espacio en el que se mezcla literatura, historia, periodismo social y activismo, concebido con el convencimiento de que a través de la cultura y de los libros se puede lograr un cambio para transformar la sociedad en una realidad más justa y humana», parece claro que el destino de Elena Rosillo y Fuera de Ruta era encontrarse con una publicación que no puede estar más echa a medida…

…Bueno, sí. Porque, por si esto fuera poco, el prólogo lo firma otro underground y ‘desviado’ como Ignatius (dicho esto desde el más positivo sentido del término, creo que le escribí una de las crónicas más juiciosas que se recuerdan) mientras que el epílogo lleva la firma del afamado crítico de cine, televisión y cómic Jordi Costa, experto a su vez de la contracultura y los pasajes subterráneos de las distintas expresiones artísticas.

En primer lugar hay que destacar el gran trabajo de reconversión que realiza la autora a la hora de transformar el armazón y código de una tesis doctoral a un ensayo literario que va más allá de lo académico. Es cierto que es posible que uno comience algo descolocado en las primeras páginas, pero una vez habituado al entorno y a las formas (valga más que nunca el símil de cuando los ojos se acostumbran a la penumbra y ya comienzan a ver en la oscuridad) y se presentan los bloques de manera más diáfana uno se goza la lectura.

Reconozco que el hecho de que sea la figura de Javier Corcobado, desde con Mar Otra Vez a Demonios Tus Ojos, Los Chatarreros De Sangre y Cielo o en solitario, y sus satélites más cercanos los que hagan de hilo conductor principal también me ayudó personalmente a ‘conectar’ con los planteamientos. (Expliqué la importancia que tuvo para mí su música en un momento particular de mi vida).

Planteado el nudo y hecha su resolución, en la última parte del libro Elena Rosillo desempolva entrevistas realizadas a lo largo de los años tanto en distintas revistas o webs como en su podcast y traza ideas comunes sobre aspectos diversos del underground con voces como las del citado Corcobado, pero también Corizonas, Amaral, Bunbury, Javier Colis, Depedro, Forastero y Mar Otra Vez.

El progresivo desarrollo conceptual, y también cronológico, está salpicado de referencias bibliográficas que nos recuerdan las teorías de comunicación de las escuelas de Frankfurt, Chicago o Birmingham, a autores como Melville, Umberto Eco, Feixa, Jung, Kerouac, Tusell o Vilarós. Pero también, por supuesto de música. Del jazz al flamenco, de los beats a la copla, de los Beatles a los cantautores, de lo yeyé y la liberación corporal al aprovechamiento de las fallas de la España franquista y postfranquista, de la Movida al rock, al indie, incluso las connotaciones de transgresión actuales del reggaetón.

Al final, es una opinión personal, el sistema siempre busca sacar tajada de lo que nace intentando salirse de los márgenes lo que viene a ser una forma de ensanchar sus límites y hacerlo entrar. De hecho, ¿no hay algo de ciclotímico y perverso en eso de que toda banda es buena y auténtica mientras la conozcan unos pocos pero si triunfan más allá de su ‘círculo natural’ ya no interesa? En esos casos, ¿gustaban por su carácter minoritario que hace sentir diferente y distinguido o porque se creía realmente en su valor artístico? ¿Recuerdan aquello de que es que ahora se han vendido o ‘el primero estaba mejor’?

Como regalo para auténticos vampiros absorbentes de información y enriquecimiento cultural, regala una colección de películas que revisitar (El Cielo Sobre Berlín, Quadrophenia, Los Golfos) y otras que descubrir –en mi caso- como Benedetta, De Un Tiempo A Esta Parte, Lo Que Hicimos Fue Secreto o Megatón Yeyé. Por supuesto, también hay playlist, de lo más heterogénea y particular por su mezcolanza -que quizá podría haberse ampliado algo más- pero que sirve para tener banda sonora propia de recuerdo.

No es un libro para todas las personas –claro, ¡es un libro underground!-, pero sí creo que todas las que sientan curiosidad por él acabaran satisfechas. Podéis haceros con él aquí.

Os dejo la playlist: