Linaje – Desataron A Los Perros

Se ha hecho esperar para la de tiempo que llevan compuestas las canciones pero, bien asesorados por la (mucha) gente experta que les rodea, el plato se ha cocinado a fuego lento, dejando que las prisas por mostrar no le quitaran matices y texturas complementarias que solo pueden darse cuando se deja reposar de manera natural y necesaria. Desataron A Los Perros es al fin el disco de debut de Linaje, el nombre de la banda en la que encontramos como compositor, escritor y cantante a Aarón Romero, (lo decimos ya y nos lo quitamos de en medio) hijo de Kutxi Romero (Marea) y sobrino de Martín (Bocanada), claro. Podría haber pasado (o no), pero con esos antecedentes el chaval nos ha salido rockero, con querencia poética, y con una tesitura vocal similar, que para eso la sangre, no como la azul, sirve para algo. (Otro ejemplo máximo es Iván Ferreiro y su hijo Andrés, de Querido). Tenemos muchos casos en el mundo musical (y artístico) de vástagos que sienten el arte dentro porque lo han visto y han convivido con ello desde antes de sus primeros recuerdos y deciden emprender un camino similar (que no el mismo). Sin duda (también nos lo quitamos ya) es cierto que ser ‘hijo de’ ayuda a tumbar las primeras puertas, pero para el vuelo en soledad y la pervivencia en el tiempo no hay padrinos que valgan. El público determina la duración del viaje en función de insondables variables y hay que estar preparado. Linaje, más allá del ruido de haters y de los posibles errores de juventud que tengan que venir, demuestra en este disco que lo está. Diez temas rotundos, coherentes y gozosos.

Linaje son Aarón Romero (voz, coros, guitarra eléctrica, acústica y española, y compositor de músicas y letras), Asier Cuiral “Cuiri” y Aimar Goikoa (guitarras eléctricas), Alain García (bajo eléctrico) y Asier González (batería) –no sé si es mi toc o yo, pero desde el primer día me sorprendió lo de las cinco «a»-.

Desataron A Los Perros se ha grabado, mezclado y producido por Kolibrí Díaz con la colaboración de Jesús Martín “Txutxín” en los Estudios Sonido R-5 de Orikain (Navarra) durante los meses de octubre, noviembre y diciembre del pasado 2024. La masterización ha caído en las manos y oídos guiris de Chris Gehringer en los estudios Sterling Sound de Nueva York, donde dicen que la aurora tiene cuatro columnas de cieno. La portada es de Iosu Berriobeña. Sale con El Dromedario Records.

La canción que da título al conjunto es la encargada de abrir la veda. “Desataron A Los Perros” suena bastante diferente a los cortes que ejercieron de videoclip y adelanto semanas atrás, por lo que al final el disco (que ronda los 33 minutos y que quedan empacados en un precioso vinilo de negro zaíno –nada de zarandajas de colores- de gran gramaje) consigue sorprender desde el arranque. Una línea densa de bajo y el retumbar de batería van sosteniendo al venidero riff de guitarra lo suficientemente hard rockero como para alejarse, de nuevo, de lo previsible. Ese toque disruptivo (batería, riff, incluso voz), alejado de lo habitual, le da una frescura plausible y primorosa.

“Ay, Morena Mía” viene acerada por el aire urgente de ser despachada en apenas dos minutos y medio (al gusto de los tiempos nuevos de otros ocios). Una suerte de declaración de amor de aires castizos y levemente aflamencados, especialmente tras el puente tras el primer estribillo. Todavía le dará tiempo a despachar un solo, una vuelta más al estribillo y una de esas chisporroteantes coincidencias de guitarras del gusto Kolibrí.

Hay algo en la prosodia del fraseo de “Querida Libertad” que me recuerda un tanto a “La Vereda De La Puerta De Atrás”. Estamos en cualquier caso ante un corte que seguirá su propia senda en una poética proclama donde se suma a la causa el Albertucho más reconocible y con bien de melismas en los momentos más arrebatados, más los coros de Leire Aranguren. Será, sin embargo, Arantza Mendoza la que firme más segundas voces en el álbum, con cuatro temas, reunidos casualmente (o no) del cuarto al séptimo.

“Nunca Quise Tu Esqueleto”, que ya conocíamos, es un rock and roll más al uso, a riñón e hígado, previsible, festivo y bailable, de estribillo ligero y pegadizo, quizá lo más cercano a los tiempos de Marea en Besos De Perro… Incluidos los propios Marea. Con textura semiacústica, con solo eléctrico de toques blueseros llega la introducción de “A La Luna Le Sobran Canciones” (aquí la referencia está más cerca de Revolcón o La Patera), una fiesta de hechuras flamencas como proclama un videoclip que tira de ‘tiny desk’ de mesa y palmas, como el de C Tangana, Como nota personal os expliqué en el adelanto que me consta que hace tres-cuatro años a Aarón le inspiraba el lado castizo de C Tangana («Tanganita», bromeaba Kutxi con él en una entrevista desenfadada (de las muchas) que mantuve con él en tiempos de Covid -además ya me anticipaba, en 2021, que habría disco-). En este tema se cuenta con la voz, coros, cajón flamenco y palmas de Ángel Ocray.

“El Vendaval” recibe con el extra diferencial de teclas (primero Hammond, después piano, de José Ignacio Moreno), con hechuras de gran balada y extras vocales de Javier Janices “Cordobés”, de Cobardes. Es justo ese color de teclas y un sabio tratamiento del bajo en los silencios de guitarra donde el corte nunca se apelmaza ni aturde, adquiriendo tintes épicos en su crescendo final. Tras el reclamo del pequeño Aran Romero, con inteligencia, “Chatarra y Laurel” azuza el tono metálico que inspirada parte de su título, también desde cierta marcha maquinal en el tempo del riff principal, sencillo y sobrio.

(PD: apunte de Itzi Baztán: «En ‘Chatarra y Laurel’, la intro «Aarón, canta rock and roll, chacho!», (entiendo que de su primo pequeño), replica el «Martín, canta rock and roll, chacho!», del propio Aarón en ‘Cuesta Arriba’ (del Caballos De Rienda Larga de Bocanada, 2009, con un Aarón bien pequeño). Detallazo».

En el trío final nos queda recuperar “A Remojo”, su primer tema público lanzado el verano pasado, con ese guiño ligeramente a lo Extremoduro con el saxo de Oier Villanueva, que también aporta un plus de rollo urbanita y noctívago, almibarado aún más (la letra es un caramelo) con los coros, de nuevo, de Leire Aranguren.

Dos sorpresas para terminar. La primera es una canción en euskera, “Askatu Ezazu Ilea” (“Suéltate el pelo”). Un nuevo rocanrol de corte clásico en instrumental -sobre todo en fraseo y en algunas guitarras dobladas- y línea vocal, donde se suma a los coros esta vez Ciara Mac. La segunda es “Aún Me Duele”, un tema grabado en directo, en una sola toma, a guitarra española (Julen Caba) y voz. Un cierre que puede recordar de forma inevitable a los de Marea con “Pan Duro” o “Los Mismos Clavos”. Un ejercicio crudo, intenso, por si hiciera falta demostrar, sin trampa ni cartón, que aquí hay madera de la buena.

El disco se está presentando ya en el marco de una gira que comenzó hace unos días en Madrid y Zaragoza con las localidades agotadas, en ambos casos. Además también están todas las entradas vendidas para los conciertos de Burgos, Barcelona y Madrid, éste último en el mes de mayo. Tenéis aquí toda la información de la gira, y en este link, el enlace a la venta de entradas en la Red Enterticket. Me quedo con las ganas de alguna fecha “a tiro”, pero ya habrá tiempo.

Lista de canciones – tracklist:

  1. Desataron A Los Perros
  2. Ay, Morena Mía
  3. Querida Libertad (con Albertucho)
  4. Nunca Quise Tu Esqueleto
  5. A La Luna Le Sobran Canciones
  6. El Vendaval
  7. Chatarra y Laurel
  8. A Remojo
  9. Askatu Ezazu Ilea
  10. Aún Me Duele (en directo)

Publicado el marzo 6, 2025 en Críticas Discos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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