Indocentes – Redención
Apenas dos años y medio después de su Sin Perdón que sirvió de debut y punto situacional, viene el nuevo álbum de esta interesante formación astur… Duros títulos si tras la sentencia condenatoria llega la Redención. Si entonces hablaba de rock and roll clásico que hacía nacer su nombre de cabecera entre la inocencia, la indecencia y la indolencia para hacer disfrutar sin más pretensión que de un divertido tratado de diez temas de lo más disfrutones, con dos espectaculares versiones (una de ellas de Paquita La Del Barrio, fallecida el pasado mes de febrero), esta nueva entrega se presenta en sociedad como «un giro significativo ya que, a diferencia de su predecesor, este nuevo trabajo se adentra en un territorio más oscuro y profundo, explorando temas complejos como la superación personal y la lucha contra la depresión». Además, se hilvana como un musical, como un ópera rock narrativa con inicio, nudo y desenlace. Dicho esto, las premisas musicales formales siguen estando presentes y se afianzan como fortaleza para el grupo formado por por Iris Martínez en la batería, Elizabeth Ndaw en el bajo, María Daz en los teclados, piano y voz y Drest G. Arias en la guitarra y voz. Un cuarteto que viene avalado por el sello El Subko Producciones, o lo que es lo mismo, el que capitanea desde hace unos años Maxi Compán de Fe De Ratas.
El grupo explica que «a lo largo de las canciones, seguimos el viaje de un personaje que, al principio, se enfrenta a la dura realidad de su condición. A medida que avanza el disco, se van desnudando sus pensamientos y emociones, revelando los cambios y desafíos que enfrenta tanto a nivel personal como social. Cada etapa del viaje está meticulosamente narrada, desde la toma de conciencia de su situación hasta los momentos de crisis y confusión. Sin embargo, lo que realmente resalta es la evolución del personaje, que, a pesar de las adversidades, busca la luz al final del túnel. La música acompaña esta travesía con melodías que reflejan la intensidad de sus luchas y la esperanza que surge en el camino hacia la redención».
La intro es “Prólogo”, cuya tesitura y tensión en la melodía, sumado a los coros, ya dan indicios de ese gesto más introspectivo de la temática global del conjunto argumental y que nos lleva hasta “Corre”, un corte que apunta a varias direcciones musicales con una libertad y valentía plausible. Desde una narrativa inicial algo juglaresca, pasando a matices heavies en algunos giros, pero con ese punto de glamur con el piano y los coros femeninos bajo la voz de Drest. Por momento, no es extraño que nos venga a la cabeza las formas de Dry River, por cierto, también asiduos al concepto de ‘musical ópera rock’.
La misma sensación continúa en “Para Qué” donde un soniquete cabaretero hace de buena pieza de engranaje entre el pasado y la nueva propuesta, como también el rock and roll más clásico, de ascendencia de rhythm and blues, de “Amanecer” que, a su vez, completa la variedad de un arranque bien empacado, como el de “Procrastinador Profesional” con una poderosa impronta de rock and roll oldie de los cincuenta, con saxo incluido.
En el eje central del disco, “Fuego” endurece de manera considerable las formas para acercarse sin miedo a un hard rock sobrio y musculoso. Lo mejor son esas armonías vocales entre la principal y los coros, luminosas e intensas, sobre las que se deslizará más adelante un piano casi en ostinato de épica y emoción y un solo de guitarra sencillo pero muy vibrante, firmando así uno de mis favoritos del disco.
“Pulso” es una canción en la que se acelera el tempo para conquistar desde el inicio con un riff combinado de guitarra y piano. Vocalmente es uno de los cortes más arriesgados porque está cantado en tonos altos durante casi todo el metraje. En “Mientras Dure La Guerra” se tira del siempre elegante compás ternario. Entre la caja de música, el vals y cierto aura tanguera se viene uno de los cortes más densos y crudos en el texto. El final, simulando voces interiores que se multiplican, llega una coda arrebatada que completa así otra de las pequeñas gemas del álbum.
En la tripleta final todavía nos esperará “Más”. Una canción más ampulosa, con gusto swing y con ese carácter de obra de teatro musical que impregna todo el conjunto, aquí con profusión. En “No Puedo Parar”, por su parte, encontraremos dos ambientes diametralmente opuestos. El arranque apunta a estar ante la balada del disco, protagonizada en entrada por tan solo piano y voz, pero que devendrá después en un rock and roll hedonista y casi conclusivo.
Sin embargo, el cierre lo echará “Redención”, donde la guitarra se embebe de querencia entre sureña y country en su presentación y es cierto que el desarrollo creciente se mueve en una suerte de “road song” con corte de rock americano, elevando el espíritu con coros casi gospelianos y otro buen solo de guitarra.
El viaje ha concluido, por tanto. La Redención se ha completado.
Lista de canciones – tracklist:
- Prólogo
- Corre
- Para Qué
- Amanecer
- Procrastinador Profesional
- Fuego
- Pulso
- Mientras Dure La Guerra
- Más
- No Puedo Parar
- Redención
Publicado el mayo 7, 2025 en Críticas Discos y etiquetado en Críticas Discos, Indocentes, Redención. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.




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