Después de ir avanzando buena parte del contenido en forma de single en los últimos meses, a finales del pasado junio veía la luz al fin el nuevo trabajo de los asturianos Crudo, el quinto de una trayectoria en la que han hecho de las guitarras briosas y los ritmos contundentes su leit motiv principal. Una premisa que no cambia en su esencia en esta ocasión, si bien la experiencia es un grado y oscilan en mayor riqueza de arreglos y recursos, auspiciados también por tres colaboraciones del círculo más inmediato, como Pablo Senator y Mala Reputación o el consustancial Juankar de Boikot. Formados en octubre de 2008 lo cierto es que a Crudo les tengo el ojo echado desde los tiempos de la revista Rock Estatal (para ser más precisos, desde el disco Cicatrices de 2012 del que metí en mi carpeta de favoritas de aquel año el tema “El Huésped” –la base rítmica es puro Iron Maiden-), precisamente por lo comentado, porque siempre me pareció que tenían el sonido preciso y una energía controlada que podría lucir o estar más inspirada en unos discos que otros, pero siempre con un fervorosa y contagiosa creencia en lo que hacen. Celebramos por tanto desde esta casa que Crudo siga al pie del cañón sin variar sus principios fundacionales. Que vengan muchos más.

Vamos con una tanda biográfica. «Crudo es una banda de rock asturiana, formada en Avilés (Asturias) en octubre de 2008. Con un sonido potente, enérgico y sin concesiones, su música bebe del hard rock y el heavy metal clásico, apostando por un rock sin artificios, fiel a su esencia.

Desde su debut con Somos Crudo (2009) –en 2024 salió una edición especial con nueva versiones en vinilo-, han cosechado premios y reconocimiento en la escena rockera, destacando su hit “Recuerdos”, ganador del premio AMAS a la mejor canción. Con Cicatrices (2012) y Héroes, Esclavos y Traidores (2015) afianzaron su madurez sonora, consolidándose como una banda de directo arrollador. Su álbum Negociando el Equilibrio (2021), les valió otro premio AMAS, reafirmando su posición como referencia del rock asturiano. Crudo es actitud, energía y rock sin edulcorantes».

Este Metanoia ha sido grabado y producido por Rubén Álvarez junto a la propia banda en La Fábrica de Músicos de su Avilés natal, y la masterización se ha hecho en unos viejos conocidos de esta casa como son  los estudios OVNI, con Dani Sevillano a los mandos. El disco lo grabaron Víctor Vivar (a la guitarra y la voz), Luis Melero (en el bajo y la voz), Adrián Simón “Petu” (a la batería) y Javier Colero (a la guitarra), si bien salió de la banda en fechas posteriores.

Ya que el álbum se abre con una de ellas, empezaremos hablando de los tres temas con colaboraciones, porque los tres casi parecen trajes hechos a medida, aun siendo identificables las raíces de la banda. En “El Naufragio” se apuesta por descerrajar el estribillo de inicio, en compases cómodos y habituales para las maneras de Pablo en tiempos de Desakato. Melodía y potencia dándose la mano en connivencia.

Más evidente es si cabe en “Escenario De Guerra” (cuarto corte), donde es Mala Reputación la banda invitada. Arranca con una línea de bajo muy densa acompañando las primeras estrofas, repartidas dos y dos. Además del tempo contemporizado y la línea melódica de guitarra, también hay un ‘esfuerzo’ en la lírica que se eleva en un estribillo más abierto, sentimental y emotivo.

Por su parte, “Creo En Dios” (sexto corte) es un tema de ataque virulento, contundente y de cuchillo en los dientes, será para preparar el terreno a Juankar siempre dispuesto y siempre solvente e inconfundible. Eso sí, las formas musicales son mucho más pesadas y afiladas que lo que acostumbra el madrileño, lo que hace del corte algo fresco y novedoso por la combinación infrecuente.

Volviendo a inicio (corte dos y tres), “Tras Tus Pasos” se abre con la presentación de “Pasión Por El Ruido” de Barricada en directo y es que estamos ante un sentido homenaje a los maestros iniciáticos. La canción se riega de versos barriqueros y algún lick y riff de guitarra de los navarros. En “Frágil” encontramos una base muy hard, casi heavy, con un solo de guitarra que se acerca a la querencia de patrones clásicos. También es afilada “Zapatillas De Cuadros”, donde ironizan la mirada generacional ‘de persona mayor’ frente al «océano de likes (…) iconos de whatsapp» y otras referencias contemporáneas. Rizando el rizo y reforzando el concepto, el grupo abraza formas demodé en el estribillo con unos coros y formas muy ochenteras.

En cuanto al tercio final, “El Tiempo Perdido” recuerda mucho a las maneras de la segunda parte de la discografía de Extremoduro, con una guitarra melódica arpegiada claramente deudora de los Iniesta – Antón, más todavía en el crescendo posterior en el centro de la canción, que además incide en un recurso habitual de Robe como es el paso del tiempo. “Movidas” recupera el riff hardrockero al uso, con un break instrumental que recuerda al mejor heavy de finales de los ochenta y que azuza el alcance de un estribillo bien sencillo pero muy festivo.

El cierre lo pone “Cobarde”. Un tema en el que luce tanto el recurso de guitarras dobladas del fraseo musical principal –siempre efectista y efectivo- como cierto gusto progresivo y más abierto del desarrollo instrumental posterior y un estribillo pegadizo marca de la casa. Un corte que denota la comentada apertura evolutiva de una banda de esas que, como me gusta decir, ayudan a mantener encendida la vela. Que vengan muchos más.

Lista de canciones – tracklist:

1. El Naufragio  (con Pablo Senator)
2. Tras Tus Pasos
3. Frágil
4. Escenario De Guerra  (con Mala Reputación)
5. Zapatillas De Cuadros
6. No Creo En Dios (con Juankar de Boikot)
7. El Tiempo Perdido
8. Movidas
9. Cobarde