Si a alguna de las personas que estuvimos presentes en el debut de The Juergas Rock Festival en la pequeña localidad de interior de la provincia de Almería de Fines (por entonces, el nombre llevaba apóstrofe, eliminado con el paso de los años por temas de posicionamiento web, entre otros motivos), nos dicen que aquel pequeño festival de un solo día con tres bandas de primer nivel (Gatillazo, Porretas y Narco) y media docena de grupos locales iba a llegar a convertirse en un festival de cuatro días, a veinte metros del mar y encarando su segunda década de vida tras celebrar el décimo aniversario en 2023 y tras una pandemia y una edición adaptada de por medio, casi nadie lo hubiese creído y, por supuesto, todos lo hubiésemos firmado. El festival almeriense ha llegado en este 2025 a su decimosegundo cumpleaños y lo hace plenamente asentado, habiendo dado con la difícil tecla de combinar propuestas menos esperadas con aquello que quieren todos aunque estén en casi la mayoría de festivales o lleven toda ‘nuestra’ vida sobre los escenarios. Por tercer año se consolida con buen resultado al escenario Agustico en el Paseo Marítimo y la fiesta de bienvenida en el recinto principal y, repitiendo esquema, la de este año (precio popular para los lugareños por solo cinco euros) contó con Ciclonautas, Ill Pequeño & Ergo Pro, Fermín Muguruza, Dubioza Kolektiv, O’Funk’Illo, Trashtucada y Manny Calavera. Salud. (FOTOS: The Juergas Rock Festival – Daniel Cruz)

Siempre es buen momento para ver a Ciclonautas pero teniendo en cuenta que hacía casi tres años que no me cruzaba con ellos (desde el concierto de Robe en Murcia de 2022) y que tienen material fresco con el magnífico Ecdisis publicado en marzo, la cosa crece todavía más. Es cierto que el DVD en directo aplacó las ganas, pero allí estaban abriendo el festival con un sol todavía de justicia y defendiendo la vela del rock sin más zarandajas donde se tiende a ir apagándose. “En Mi Espacio Sideral” abrió la veda con sed de directo y ese western hipervitaminado de tintes psicodélicos, tema nuevo, como  Canciones nuevas como “El Animal” y su golpeo estiloso que ya posan con gracia a la par de “El Sol”, “Bombo Sicario”, “Que Corra El Aire” o “Eterno Aprendiz”, hermosamente bellas. La fiesta terminó, con más gente ya en el recinto, con ese country animoso de “Dele Al Play”, la seminal e inolvidable “¿Qué Tal?” y el aquelarre postrero de “Bienvenidos Los Muertos”. Pasión de fan o no, a mí Ciclonautas me sigue pareciendo una banda a la que hay que buscar sus pares fuera de nuestras fronteras, por concepto, actitud, letras y sonido. Honores para Alen Ayerdi, Mariano Medina y Javiertxo. Tres superclase.

Ill Pekeño & Ergo Pro cambiaron radicalmente de tercio –y creo que quizá también de ambiente, porque hubo un nutrido intercambio y cruce de gentes que entraban y otras que salían- en la primera de las cuatro jornadas de Juergas. Las bases gruesas y densas y los pianos de “Av. Rafaela Ybarra”o el estribillo machacón y bailable de “341 Lords” tienen su aquel, como la vieja escuela de “Calle Cortada”, aunque el mejor momento se vivió con esas capas de coros de “Navajas y Percebes 2”. Con todo, su presencia quizá tiene sentido desde el punto de vista de los precios populares de cinco euros, buscando una variedad de públicos que no les renta el abono completo.

El simple hecho de ver a Fermin Muguruza debe ser tomado como un triunfo de la libertad de expresión. La cultura de la cancelación ofrece sombras siniestras que siempre se quieren ver lejos porque son el preludio de cosas peores… Y si no, miren por dónde van los tiros en Torre Pacheco. El que fuera líder de Kortatu se estrenaba en el Juergas y es raro que no hubiese acudido antes a un escenario que, por ejemplo, años atrás pisara Loquillo. Con ganas lo cogió el público que pudo ver la amplia gama de sonidos que atesora con la experiencia de los años el artista vasco. Muchos vientos, coros femeninos, del reggae al metal, pasando por el punk y el ska. Todo suma. E imposible que el ska de “Sarri Sarri” no haga bailar como así lo fue por parte de los miles de asistentes. Antes había habido espacio para casi todas las épocas de Muguruza. Desde una decena de temas de Kortatu (ay, que nos faltó “Don Vito y la revuelta en el frenopático” y “Mierda de ciudad”), como varias de Negu Gorriak y las esperadas posteriores de“Euskal Herria Jamaika Clash”, “Dub Manifest” y esa defensa Palestina de “Yalah, Yalah, Ramallah!”. Un concierto intenso que mostró a un Muguruza muy cercano, como viene ocurriendo en los últimos años y un repertorio incontestable.

Con su habitual equipación deportiva amarilla y negra, los bosnios (aunque realmente sus integrantes son de varios países) Dubioza Kolektiv recogieron el testigo de Muguruza con el reto de que el nivel no decayese –y más tras venir de las chanzas de “Sarri Sarri”. Lo consiguieron y de qué manera. Me comentaba un día mi buen amigo Robe, trompetista de Trashtucada, sobre la importancia de las dinámicas en grupos de corte festivo como ellos, a colación de bandas como La Pegatina, Fanfare Ciocarlia, Manu Chao y otros tantos. En el caso de Dubioza la fórmula es la siguiente: no hay descanso. Como siempre, el numeroso combo arrancó a morder desde el inicio con “USA”, siguió su escalada de síncopas y diversión junto a melodías balcánicas hasta llegar a los toques electrónicos de ‘Minimal’ o a mismísima Eurovisión con la futurista ‘Euro Song’ y también un amplio abanico de cartelería para facilitar la comunicación. Así, entre más pasajes de rock, ska, dub y hip hop, la noche tendría espacio para algunas de mis favoritas como “Boom”, “Himna Generacije” o “Kazu”, antes de dejar para el final el “Balkan Funk” y “No Escape (From Balkan)”. Llevaba años sin pasármelo tan bien en un concierto de hora y cuarto de cardio intensivo.

Como sabéis los más viejos del lugar y quienes habéis compartido conmigo muchas conversaciones musicales, que mi relación con la música de O’Funk’Illo tiene un poderoso componente de amor-odio. Amor por el virtuosismo de Pepe Bao al bajo (al que he llegado a disfrutar en un festival de jazz llenando él solo el escenario) y, generalmente, el resto de músicos que han acompañado a la banda. También la voz de Andreas me ha parecido siempre personal y solvente para empastar con el concepto tan personal de su música. Si bien siempre ha habido algo en sus directos que no me ha convencido… Y no será por oportunidades. El pasado miércoles llegaba la enésima y podría afirmar que se encuentra entre las mejores, lo que ya dice mucho bueno de las prestaciones. Quizá tenga que ver –y mucho- el regreso de Lutz tras el ‘interludio’ con Chus Ticia (Ciega) que, siendo honestos, habrá que agradecerle siempre el esfuerzo y el dar la cara durante el periodo necesario de reconstitución. Andreas y Pepe venían girando en formato Sound System con DJ Kilian a los platos pero al Juergas fueron con la banda al completo, poniendo al personal los “Riñones Al Jerez” con el “O’Funk’Illo Groove”, animando a “Harte Un Waka” “En El Campito”, “Nos Vamos Pal’ Keli”, “Dinero En Los Bolsillos”, “Fiesta y Siesta” y una colección donde tampoco faltan “A Shuparla Ya” o “Esso Cuenno”.

Pocos días antes de lo que debería haber sido la salida de los horarios conocía la caída del cartel de última hora de Josetxu Piperrak & The Riber Rock Band por motivos una cita médica e inamovible. Aunque le propuse a la organización que llamaran a La Gripe y Tú con toda su colección de Platero, fue Trashtucada la banda confirmada a última hora como sustituta. Siempre para un roto o un descosío, sin importar si los ponen a primera hora de la tarde o altas horas de la madrugada, desde que los vi ganar concursos en sus inicios y me llegó su primer disco antes de salir a la calle, siempre tendrán un hueco en mi simpatía y así lo han confirmado con buen rollo y buenos conciertos a lo largo de los años. «Eres el único que nos toma en serio cuando sacamos un disco», llegaron a decirme en uno de tantos Juergas… Por cierto, ¡os va tocando! (“Arder Como El Fuego” es su último single, publicado en marzo). Sobre el concierto y sobrepuestos ya sobradamente a los cambios de alineación, Trashtucada es garantía de alegría, cánticos y bailes además de con ‘su hit’ hímnico que todo festivalero-combativo conoce (“De Festi, ¿vale?”) siguen en gracia sus añejas “Penélope” o “K.O. Boeing 747”, además de “Ha Visto”, “Y Volveré”, “En La Calle” o la cumbia de “Mi Destino”.

Para poder seguir siendo personas al día siguiente y dado que nuestra expedición es de la goza desde la primera hora, la actuación de última hora es siempre la gran ‘sacrificada’ (no olvidemos que esto es ocio, pero también son horas de curro). Para el miércoles se optó por Manny Calavera. Una banda que hace del mezcal su agua sagrada y que versiona clásicos del folclore mexicano y latino dándole un toque arrancherado y punk. Algo así como La Pulquería pero con éxitos ajenos. Nos emplazamos para hacer crítica del siguiente disco.

Aquí linkamos el resto:

The Juergas Rock Festival 2025. Jueves, 31 de julio

The Juergas Rock Festival 2025. Viernes, 1 de agosto

The Juergas Rock Festival 2025. Sábado, 2 de agosto