Los Estanques y El Canijo De Jerez – Lágrimas De Plomo Fundido

De la larga lista de discos pendientes de los que querría escribir había dos que conectaban de manera consecutiva de forma clara. Si ayer traía el debut de los sevillanos de Juventude, con su barroquismo-funk-flamenco-guatequero-y-guasón, hoy toca este disco que ofrece una nueva fusión de talentos que, por suerte, empieza a ser un recurso frecuente en nuestra música, algo en lo que ‘los guiris’ nos llevaban bastante tiempo de adelanto (ahora quien no lo hace son ellos). Y no ya solo porque el productor de aquellos sea Íñigo Bregel, guitarrista y también productor de Los Estanques, lo es también por la propia naturaleza del resultado sonoro, aquí más apegado a la querencia del rock setentero y progresivo de la banda con el talento innato de compás y soniquete flamenco más que conocido de El Canijo. Puede que estuvieran destinados a hacerlo. Los Estanques ya habían ‘revuelto’ canciones con Anni B Sweet con Burbuja Cómoda y Elefante Inesperado de 2022, y El Canijo también ha revuelto ceniceros y botellas con los del G-5 (con Kiko Veneno, Diego Ratón, Muchachito y Tomasito) y La Pandilla Voladora (con Albert Pla, Lichis y Muchachito y Tomasito repitiendo alineación) o, demostrando su querencia rockera como ha hecho siempre con Extremoduro, realizado una estelar colaboración con Reincidentes revisitando “La Viuda”). Dos imanes, Canijo y Estanques, destinados a encontrarse en este Lágrimas De Plomo Fundido.

Decíamos ayer también que este folclorismo de raíz flamenco vive su ‘eterno resurgimiento’ (como el post-punk) en múltiples direcciones y cada uno con sus particularidades. Posiblemente se os venga a la cabeza Derby Motoreta’s, pero ya estaba antes Pony Bravo o Guadalupe Plata, y llegarían después los Califato ¾, Sevilla Distorsion, Arde, Quentin Gas y Los Zíngaros, Vera Fauna, Salvar Doñana, Canastéreo, Punkalorro, La Plazuela o los recientes Dura Calá y los propios Juventude.

“Lágrimas De Plomo” abre el disco como infrecuente intro ya que parece casi imperceptible hasta pasado el medio minuto. Lo que viene a continuación está más cerca de Los Planetas que de otra cosa pero, por suerte, las posibles similitudes acaban ahí. En “El Murmullo De Los Perros” arranca con maneras cercanísimas a “La Leyenda Del Tiempo” de Camarón De La Isla en la sonoridad de bajo, batería y teclados. Eso sí, déjense sorprender por el break central (minuto y medio) dará un acelerón thrashero y afilado para terminar en una explosión festera con mucho de rock setentero. Con todo, se guardarán una coda –necesaria o no dependiendo de cada cual- desenchufada y más flamenca.

“Fumata Grupal” entra en terrenos más de funk y psicodelia con un desarrollo que hace honores a su título con una fiesta de buenrollismo cannábico. Más sobria y elevada despliega sus alas “La Llave Secreta Del Bazar”, con un compás de batería con más matices, para llevar un medio tiempo reposado que permite al Canijo sacar una mayor expresividad sentimental de los melismas y las sucesivas repeticiones de estribillo. La batería de sonido apocado y sin brillos agudos añaden otro sutil arreglo delicatesen.

“Estamos Listos Para Golpear” es casi un acercamiento más declarado al rock urbano que al andaluz. Rock urbano, pero con acento, en suma. Algunos devaneos de la base rítmica y el arreón de distorsión funcional igual si lo imaginamos con Leño, Obús o grupos foráneos del hard rock, de nuevo, setentero. “Mi Despedida” es un testamento apócrifo equilibrando la rumba frecuentada del Canijo con sonidos propios de Los Estanques. Quizá una de las fusiones más naturalizadas y sin añadidos.

Entre el circo y el cabaret, por base rítmica y piano, se desempeña “Criaturas De La Noche”, con algo de farándula propia de The Doors y otros ejercicios similares de bandas coetáneas. “Mueve Tu Culo” vuelve a traer la distorsión más ruda para un rock and roll bullanguero, directo y con aires de kinki ochentero. Aunque para referencia callejera y de barrios marginales la de “Luna, Tú Me Llevas”, un velado homenaje al sonido Caño Roto y al universo Chichos, Chunguitos, Calis o Chorbos.

“Ciclo Vital” es la más progresiva de la lista. Se nota desde la base rítmica de la primera parte, se viene en la cortinilla y bajada al más puro estilo Triana y termina de romper con un break en el que se incluye un fandango de José de los Camarones, un cantaor veterano de sabiduría añeja (70 tacos) y metal en la voz. Acústica flamenca y desbarre eléctrico conviven de forma salvaje entre parones y arrancas en una alucinógeno final.

El cierre oficioso lo echa “Fatigas Dobles”, un corte sinuoso y sensual, de nuevo jugando en diversos ambientes entre lo sutil y el estruendo. Ahora sí, el cierre es “Lacrime Di Piombo Fuso”, un ‘outro’ relajante y orientalista, con la colaboración de Gualberto, pionero en eso de meter sitares en compases flamencos –entre otras muchas cosas-. Por cierto, lo del título en italiano evoca la gracia de otro personaje fundamental para estas fusiones como es Silvio (Fernández Melgarejo, el de Sevilla). Una experimentación de regreso para un álbum que puede que no lo rompa en términos comerciales –no todo éxito se mide en números-, pero que ofrece un resultado artístico a la altura de lo que pretende evocar a nuestro presente.

Lista de canciones – tracklist:

  1. Lágrimas De Plomo
  2. El Murmullo De Los Perros
  3. Fumata Grupal
  4. La Llave Secreta Del Bazar
  5. Estamos Listos Para Golpear
  6. Mi Despedida
  7. Criaturas De La Noche
  8. Mueve Tu Culo
  9. Luna, Tú Me Llevas
  10. Ciclo Vital
  11. Fatigas Dobles
  12. Lacrime Di Piombo Fuso (con Gualberto)

Publicado el octubre 19, 2025 en Críticas Discos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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