Loma Baja – Piscinas Verticales

Publicado por elchayi

Hay expresiones que adquieren connotaciones negativas olvidándonos a veces que el lenguaje tiene muchos matices y sentidos que no tienen por qué ser perniciosos. Ocurre, por ejemplo, con el término cinismo (del que se ha olvidado su segunda acepción: «Doctrina filosófica fundada por Antístenes (siglo V a. C.) que se caracteriza por el rechazo de los convencionalismos sociales y de la moral comúnmente admitida») o con eso de ‘estar de vuelta’. Y me quedo con la segunda para hablaros de esta banda madrileña Loma Baja, que se estrena bajo esa cabecera con su primer larga duración, titulado Piscinas Verticales, que ya de por sí el título tiene mucho de guasa descreída. Y es que la formación se autodefine como “banda de rock misteriosa electro – analógica, post – todo y experimental”. Pero lo que puede parecer una connotación manida con eso del “post – algo” aquí se torna en creíble y plausible porque el cuarteto, que ya viene rodado en proporciones considerables en otras bandas como G.A.S. Drummers, Adrift, El Páramo, Gentemayor, Soud Edipo, Giganto o Another Kind Of Death, sí que logra alcanzar el verdadero sentido de un término que se había convertido en un calificativo de moda más. Quizá sólo esa experiencia previa explica la solidez de una propuesta que, aunque árida y exigente por momentos, está a un nivel más que notable. Abrimos con ellos una semana en las que os voy a traer a cuatro bandas no tan conocidas, cuatro descubrimientos que viene con nuevo álbum bajo el brazo, como nos gusta y como llevamos haciendo tantos años. Sea.

Detrás de Loma Baja, vamos al lío, se encuentran Víctor Teixera a las guitarras, Francisco Muñoz alías ‘Pacomoto’ en el bajo, teclados y voces, Jorge García en sintetizadores, samplers, guitarras y voces, y Raúl Lorenzo en la batería. Entre sus influencias, más o menos patentes, aparecen, además de su propio bagaje personal, nombres como Beak, Oranssi Pazuzu, Portishead, Fugazi, True Widow o Liars.

El disco está producido por Rafa Camisón y Loma Baja y ha sido grabado en sesiones registradas en directo (a la vieja usanza) en los estudios Metropol de Madrid, con Rafa Camisón a los mandos, con la asistencia de Arturo Rebollo en los días 27, 28 y 29 de julio del pasado año 2022. La mezcla corre a cargo de nuevo por Camisón, en este caso en el estudio Setentaynueve de Jerez. La masterización es del hiper mencionado Víctor García, desde sus Ultramarinos Mastering de Sant Feliu de Guíxols. Por culminar datos técnicos, el artwork de todo el álbum es obra de Ból! Studio Estudio (Jorge García) y el título del álbum es de Diana Calabaza Cósmica, nada menos.

Piscinas Verticales sale a la venta bajo el amparo de una colaboración entre Spinda Records (SP), Lay Bare Recordings (NL), Clostridium Records (GE) y Echodelick Records (US), en formatos digital y en una doble edición en vinilo, limitada a 200 copias en color negro y 200 copias en color azul.

“V70” es el corte encargado de abrir la lista de ocho temas que dan vida al álbum. Y, como era de esperar explicado lo narrado en los párrafos superiores, lo hace sin ninguna prisa… Con un minuto de sinuosa distorsión que acabará cogiendo su melodía y riff principal de forma serena y cimentada por un golpeo de caja y unas voces inquietantes subrepticias que nos acabarán metiendo en el ambiente con un crescendo de cierto aire arabesco o castizo. Una progresión de acordes que quizá nos evoque los pasajes sonoros reposados de grupos tan queridos en esta casa como Viaje A 800 y su Estampida de Trombones. En la segunda parte las guitarras se afilarán de forma cruda.

“La Emboscada” arranca con una inquietante alocución (¿Pekín, Tokio?) y un ligero efectismo de teclas que pespuntean el desarrollo y el marchamo, más aprehensible y rítmico, pero igualmente desacomplejado. Ligeros delays y arreglos, aderezos y adornos se amalgaman a lo largo del metraje para dar como resultado un tema asfixiante y vigoréxico. Por su parte, “Canción De Manuel” es una composición que se mueve en un bamboleo de ambientación turbia y, por momentos, crispante, simulando ser una tortuosa pesadilla que marca la intensidad gracias a un férreo compás y armazón de distorsión indeleble.

“Crónica Negra” tampoco aporta mucha más luz desde la premisa de su propio título. Una distorsión zumbona preside la primera parte de la composición, que se va hasta los siete minutos, jugando con más recursos y sorprendiendo al oyente, ojo, con una base rítmica de bajo y batería cercanos al jazz y con un puntito de swing en su parte inicial. Sorprende como se engorda la sonoridad de bajo y gana volumen la batería a partir de la segunda parte, entrando en terrenos más pantanosos. “Invocación” saca todo el arrojo rockero para moverse en una musculosa melodía principal sobre la que surfea de manera chispeante otra guitarra que le confiere todo el aire stoner y árido que viene a completar la dinámica del álbum, retrotrayéndonos también a tiempos pretéritos de Toundra, con su dosis épica.

En el tercio final, “Boda Final / Velorio” pasa por ser el corte más Oranssi Pazuzu, pero adaptados a su propia lenguaje donde se percibe alguna ironía tanto en las melodías vocales como en algunos arreglos. “Hierros Viejos” aporta algunos toques maquinales en la letra, en un corte que se mueve siempre al límite de la explosión definitiva que no terminará de llegar nunca. El cierre viene de la mano de “AAAAA”, diez minutos de corrosión donde Loma Baja decide no dejar prisioneros, con un tempo incesante, una abrasiva cortina de guitarras y voces y unos sintetizadores que atruenan como si se produjera el advenimiento del juicio final. Los dos últimos minutos ejercen de irritante ‘outro’, para dar así rúbrica a un disco que, sin duda, convencerá desde la primera escucha a los amantes de estas sonoridades opacas e intrincadas.

Enhorabuena.

Lista de temas – tracklist: