Gritando En Silencio: «El público del Rock es difícil, suele tener ese sentimiento de “ya nada es como antes” y se cierra a escuchar bandas nuevas» (Hemeroteca Rock Estatal)

Este viernes tenemos nuevo capítulo, el cuarto, de la sección de entrevistas mi hemeroteca personal en Rock Estatal con los sevillanos Gritando En Silencio, que iniciamos con Aurora Beltrán justo antes de volver a reunir a Tahúres Zurdos y seguimos con La Raíz, días antes de que ofrecieran su último concierto. La pasada semana que os compartí la entrevista inédita a Sínkope, con motivo del lanzamiento de su último disco de estudio hasta la fecha y que no vio la luz en su día porque aquel número no salió por la pandemia, os explicaba que venía motivado por meterme de lleno en la cobertura del 22º Festival Internacional de Cine de Almería, FICAL, y mi escaso tiempo iba a ser todavía menor hasta el próximo sábado 25. Vi claro que esta ‘minisección’ me iba a salvar esos dos viernes y a la hora de elegir la entrevista  que acompañaría a Sínkope vi que tenía cierta conexión con la que le hice en su momento a Gritando En Silencio, con motivo de la publicación de Material Inflamable. Precisamente en que ambas entrevista están realizadas con la percha de la salida del que en ambos casos ha sido su último disco de nuevas canciones. De Sínkope ya sabemos que el próximo llega para 2024, así que esperamos que este llamamiento en forma de hemeroteca provoque que también nos deleiten con otro disco el próximo año. Dicho todo esto, os dejo ya con la entrevista con Marcos Molina, tal cual salió en otoño de 2018.

Tras cuatro años largos entre ‘Maldito’ y ‘La Edad de Mierda’, esta vez no ha habido que esperar tanto para una nueva entrega, la cuarta de la banda. ¿Significa eso que esta vez ha sido más fácil?

La verdad es que esta vez nos parecía nocivo dejar pasar mucho tiempo entre disco y disco dado el buen estado de salud de la banda, y después de 15 años, hacer canciones se me antoja cada vez algo más natural. También hemos ido definiendo los roles de cada uno con el paso del tiempo, y este ha sido el primer disco donde el proceso de creación no nos ha pasado factura en forma de stress: lo hemos disfrutado muchísimo. Cualquiera diría que estamos madurando… ¡Jaja!

¿Cuáles son las principales diferencias que identificaríais vosotros entre ‘La Edad…’ y este ‘Material Inflamable’?

Pues quizás la temática en las letras sea una de las cosas que más salte a la vista. Mientras que el disco anterior se gestó y se impregnó de un clima de inconformidad con la gestión de la crisis y el deterioro social, este salvo 2 o 3 excepciones, vuelve a dedicarse más a los problemas del alma, a las relaciones personales o al sentido que damos a nuestras vidas y las metas que perseguimos.

¿Qué ha aportado Haritz Harreguy al sonido y a la forma de trabajar de la banda a la hora de grabar esta nueva entrega?

Ha sido muy fácil trabajar con él, y hemos acabado cogiéndole un cariño muy especial. Las canciones venían hechas, pero Haritz ha conseguido que suenen como queríamos. Para este disco hemos decidido empaparnos de lo que pasa fuera de nuestras fronteras en temas de sonido e importarlo al rock que hacemos aquí, que suele pecar de ser muy continuista. Hemos apostado por bases más graves con baterías contundentes y bajos distorsionados, uso del fuzz (que vuelve a estar de moda), y en general, darle ese toque de guitarras vintage con bases modernas que apuntan más al stoner.

Si yo tuviera que destacar algo, es que (con las primeras escuchas) el disco me parece tan pegadizo como La Edad de Mierda, pero quizá menos explosivo, en el sentido de que son canciones mucho más naturales y menos forzadas a golpear o ‘a correr’…, lo que hace la escucha mucho más grata y sencilla.

“Para sonar pesado no se puede correr”. Eso es algo que como grupo autoproducido aprendimos a base de discos y tortazos. Tenemos temas antiguos que suenan mejor en directo con varios puntos menos de velocidad y no queríamos eso. Este disco lo hemos mimado mucho y hemos intentado que se convierta en un clásico atemporal desde el minuto uno. Incluso la portada está desgastada y tiene marcas de uso… queremos que dentro de 15 años podamos poner el vinilo y decir “que bien lo hicimos, chicos”.

En unos tiempos en los que todo parece que tiene que llevar trompetas o ser hiperfestivo para molar y ser escuchado, vosotros seguís con la base clara: rock, medios tiempos, blues… ¿La autenticidad o la firmeza en los valores musicales se ha convertido en una cierta manera de resistencia?

Pues de algún modo, sí. La fusión nunca nos ha gustado mucho a ninguno, la verdad; somos rockeros y hacemos música para rockeros. Sin embargo el público que escucha rock es un público difícil, porque a diferencia del público de otros estilos, suele tener ese sentimiento de “ya nada es como antes” que le cierra a escuchar bandas nuevas y obstaculiza el relevo generacional. Por desgracia, es fácil observar por cortes generacionales a los que se quedaron en Triana y Leño, o a los que cortaron a partir de Extremoduro y Marea.

¿Y pensáis que así será de cara al futuro, o si algún día surge la idea, os atreveríais a romper los cánones clásicos en los que os movéis?

Hay líneas que es mejor no cruzar, aunque siempre estamos abiertos a la evolución y a probar cosas nuevas. De hecho en este disco hemos abierto algunos frentes en los nunca nos habíamos movido: Hay varios temas que suenan muy sureños, alguno con base de country/folk y hasta hemos metido dobro. Hemos metido atmósferas de voces inspiradas en el southern rock americano de ahora… quién sabe qué nos pedirá el cuerpo la próxima.

Vamos con alguno de los temas del álbum. El primero ‘Mi Último Cartucho’, no es un aviso de nada, ¿no? Lo digo porque Iratxo me dijo que ya fue un aviso aquello de ‘La Última Bala’… y al final ha anunciado su despedida…

¡Jejeje! ¡No, hombre! De momento la banda no se acerca a nada parecido a una despedida; estamos en mejor forma que nunca. En este caso, hace referencia a una relación en la que se ha perdido el fuego con el que ardían, y en donde la distancia que se ha creado entre los dos hace que a estas alturas se miren como si fueran desconocidos.

En ‘Sácame de Aquí’ me viene mucho a la mente el coqueteo del riff con QOTSA, un rollo muy contemporáneo, pese a los slides del estribillo…

Sí, un estribillo con base de country/rock sobre un riff stoner para ahondar en el sufrimiento de alguien que sabe que su vida es nociva para él mismo y para la persona que ama, y que el mejor regalo que puede hacerle es dejarla volar libre en vez de retenerla. Aunque ella misma sienta la necesidad de acompañarle en su caída.

No salimos del mundo anglo en ‘Rumbo de Colisión’, un hard rock de sonoridad algo saturada, de hard rock casi stoner. ¿Ha sido una intención voluntaria lo de intentar nuevas/diferentes formas?

Totalmente. Buscábamos que sonara a locomotora, porque el tema es una crítica al mundo en que vivimos comparándolo con un tren que cada vez va más deprisa hacia un dramático final: Los que vamos dentro nos afanamos en una fiesta monumental para olvidar lo que se avecina, mientras los de los vagones más humildes, ni siquiera están invitados a la fiesta a pesar de compartir nuestro destino.

En ‘Días Grises’ tenemos un medio tiempo ‘marca de la casa’ y en ‘Estamos Muertos’ un punto sureño y country muy acentuado, silbido incluido…

“Días Grises” es un tema “muy Gritando”, probablemente el más triste del disco, sobre alguien que se da cuenta de que está viviendo la vida por inercia del día a día sin saber muy bien a donde va y que echa la vista atrás y se lamenta de los trenes que dejó escapar. “Estamos Muertos” pretende reconfortar al que se siente diferente en un mundo cada vez más enfermo, y al que se arriesga hacia nuevos horizontes. Ya que aunque a veces nos podamos sentir perdidos, nuestra verdadera muerte, sería dejar de poder soñar con algo diferente.

Hay dos temas que llaman la atención por lo explícito del mensaje social: ‘Ya Debió Cambiar’ y ‘Lágrimas De Un Paria’… Una contra las corridas de toros, la otra sobre el denigrante rechazo a los inmigrantes que sueñan con un futuro mejor… ¿Hasta cuándo habrá que cantar a la deshumanización de la Humanidad?

Visto el rumbo que llevamos, parece un tema al alza. El 90% de los seres humanos viven con el 10% de los recursos del planeta, en un sistema capitalista neoliberal que necesita crecer constantemente para no colapsar. Todo ello en un mundo con recursos finitos y cuantificables que no pueden sostener esa “expansión infinita”. Un perro europeo vive mejor alimentado que muchos niños en África… por muchos muros, por muchas alambradas que levantemos en el primer mundo, se avecina un gran desastre como no hemos conocido.

De ‘Los Ojos del Huracán’ destacaría la variedad de la estructura. Numerosos cambios de ritmo y atmósfera para una canción que si hubiese durado un par de minutos más no hubiera importado…

Es una oda a las relaciones “complicadas” y a las chicas con carácter. No a las relaciones tóxicas, sino a las que te mantienen despierto, aprendiendo, y no te dejan acomodarte. De algún modo queríamos que el tema, como esas personas; te deje siempre “con ganas de más”.

‘Atrapado En Tu Mundo’ es el corte que más guarda las esencias blueseras de la banda…

Sí, la verdad es que surgió a raíz de una improvisación libre de guitarra. Me fabriqué un preset que llamé “Hendrix Nostalgia” para tocar en plan Little Wing y acabó evocándome el tema, que habla sobre el arma de doble filo que es encontrar en alguien un refugio a la realidad en donde no pasa el tiempo,  ya que al mismo tiempo que a veces te salva la vida el poder refugiarte, otras veces sientes que ahí fuera el mundo continúa y cada vez se hace más difícil volver. Está construido sobre un compás de amalgama poco común; el que intente versionarlo va a sudar…

¿Cómo se presenta la gira de salas? ¿Tendréis banda en los conciertos o dependerá del lugar?

Pues depende bastante del lugar, o más concretamente, del tiempo que nos den en cada sitio. La verdad es que siempre nos ha gustado hacerle un hueco a bandas emergentes para contribuir a visibilizarlas, o simplemente tocar con amigos que hace tiempo que no vemos y con los que queremos compartir escenario, pero cada vez tenemos más temas y las salas dan menos tiempo.

La gira de salas es la clave. Es la mejor manera de tomarle el pulso al disco y presentarlo ante un público que te conoce y con el que estableces un vínculo emocional muy especial. Además con la respuesta que solemos obtener y las previsiones para este disco vamos a tener que aumentar el aforo en muchos sitios y hemos querido corresponder llevando técnicos propios, limpiar el escenario de monitores y acoples llevando InEars, y en definitiva, revisionando el espectáculo entero para que nos vean, nos sientan y nos puedan escuchar mejor que nunca.

¿Os podremos ver también en festivales?

Claro que sí, siempre que no interfiera con nuestra gira de salas, que es uno de nuestros puntos fuertes y donde podemos ofrecer “la experiencia completa” y tocar temas que no entran en un contexto de festival, y que sin embargo la gente nos pide muchísimo. Por otro lado, nos encanta hacer un setlist con nuestros temas más rockeros y quemar festivales, así que no vamos a dejarlo de hacer.

¿Y la configuración del repertorio está decidida? Vuestro cancionero tiene una media de calidad tan alta que a poco que uno mantenga ‘intocables’ os vais a las tres horas de concierto (risas)…

Jaja! Pues ese es mi drama personal: ¡Decidir el repertorio cada vez es más difícil! Siempre se te queda alguna atrás y alguien te mira con cara de pena en los conciertos. En salas podemos hacernos el disco nuevo entero y nos sigue quedando más de una hora para “clásicos”, pero en festivales es un dilema porque nunca sabes por dónde recortar, y siempre tienes la sensación de estar defraudando a alguien cuando quitas una canción.

Por mi parte, cumplido. No sé si quieres añadir algo.

Pues aparte de comentaros que siempre es un inmenso placer para la banda contar con vosotros por cómo os hacéis vuestro trabajo, esperamos que disfrutéis del disco tanto como hemos disfrutado nosotros haciéndolo. Sabemos que hay quien nos tiene de referente y hemos intentado hacer un disco que no solo sea relevante en nuestra trayectoria como banda, sino que de alguna manera aporte aire fresco al panorama estatal. Ojalá os haga sonreír, cerrar los ojos, mover la cabeza y soñar despierto con la música a todo volumen… porque entonces podremos decir “misión cumplida”.

Publicado el noviembre 24, 2023 en Actualidad y etiquetado en , , , , . Guarda el enlace permanente. 3 comentarios.

  1. Completamente de acuerdo.
    Mira quien encabeza el podio de los discos del año de tus mismos lectores, sin desdeñar ni de lejos al artista mayúsculo. Pero esto es sintomático de que existe fricción a lo nuevo, y nos anclamos a la nostalgia. Tú das soporte y cobertura a muchísimas bandas, haces un grandísimo favor y a mí me ayudas a descubrir nuevas bandas. Pero ya poseo ese interés innato, simplemente me facilitas el acceso a bandas (es impagable, de verdad. Gracias!). Me temo que mucha gente veterana rehuye de lo nuevo y los jóvenes embebidos de la herencia dada, también.

    Hay muchos grupos emergentes que son increíbles. Malonda, por ejemplo. Frescura y vitalidad que pasa desapercibida… O los mismos Gritando, que representan un sonido clásico con toques modernos. Ambos no tienen el reconocimiento que merecen por desinterés del público.

    Y bueno, lo mismo podríamos decir del interés hacia los nuevos discos incluso de grupos consolidados. Pero ese es otro tema… Jajaja

    • La historia es que cuando las bandas que copan todo el interés no estén, intentarán buscar «sucesores» y entonces verán que grupos muy buenos ya no existen por el desánimo y la inviabilidad.

      Se agradece toda tu consideración. Un abrazo grande!

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