Yerma – Eria
Definido en su primera acepción como «inhabitado» (y por tanto deshabitado, desierto, solitario, despoblado) y en la segunda como «no cultivado» (esto es, baldío, estéril, árido, infecundo, incultivado…), el adjetivo yerma irá para siempre asociado de forma indisoluble al título de la obra de teatro de Federico García Lorca, la pieza central de la trilogía de represión de pasiones de mujer que conforma junto a Bodas De Sangre y La Casa de Bernarda Alba. Por eso, de una banda que decide bautizarse con ese nombre no se puede esperar que se dedique a la música colorista y desenfadada… Y esta formación malagueña acepte y corresponde al envite haciendo lo que se espera: un stoner con aires de post – rock, shoegaze y un buen gusto por crear atmósferas densas y pasajes que casi se pueden ver al escuchar cada corte. Pero, claro, Yerma, desde Lorca, es también poética y poesía se incluye también en algunos recitados que elevan y mucho el resultado final de este más que notable primer disco que tuve la suerte de conocer gracias a las peticiones de tuitcríticas (ahora x-críticas, debería ser) de los jueves para los viernes. ¿Y Eria? Se define como «terreno de gran extensión, todo o la mayor parte labrantío, cercado y dividido en muchas hazas correspondientes a varios dueños o llevadores». Teniendo en cuenta que ayer visitamos el decimoquinto disco de Sínkope, referentes del rock agreste y de corte poético, Yerma y su Eria en una fantástica solución de continuidad. Os los presento con sus palabras y una serie de consideraciones personales.
Yerma, como decía, es una banda de rock de Málaga que mezcla música instrumental con poesía. Yerma nació en 2021 de la mano de Ignacio Pérez (Guitarra y voz) y Ulises Chacón (batería y voz), que soñaban con crear una banda que removiese las entrañas. Al poco tiempo se unieron Sergio Gallardo (bajo) y Juan Antonio García (guitarra). «Desde entonces no hemos parado de tocar por los escenarios malacitanos y de componer, siempre movidos por las ansias de buscar algo que nos haga volar. Hacemos postrock, es decir, rock instrumental que busca texturas y matices oníricos y evocadores. A ese sonido le añadimos tintes stoner, shoegaze, math, progresivos, psicodélicos e incluso flamencos, con el objetivo de desarrollar un sonido propio e identificable, el sonido Yerma», explicaron en una campaña de micromecenazgo que les ha ayudado a financiar parte de la grabación, producción y lanzamiento del disco.
«Bebemos directamente de grupos clásicos del género como Explosions in the sky, Envy, Toundra o MONO, pero también contamos entre nuestras influencias a Foals, Sonic Youth, Triana o los Beatles».
En un trabajo conceptual bien integrado entre verbo, versos y música, definen Eria como «el paisaje árido, la tierra seca del campo andaluz por donde transitar a la sombra de los olivos y al refugio de los riscos. Es el calor de un sol que abrasa cuerpo y alma, el zarandeo del viento huracanado. Es también el descanso junto a la lumbre, el mar y el salitre».
Eria es un LP en el que, a través de sus once temas, «exploramos la combinación de canciones crudas, tensas y descarnadas con atmósferas de ensueño, sosegadas y desnudas que provoquen una catarsis en el oyente. Buscamos, además, reivindicar patrones históricos de nuestra tierra, su cultura y costumbres, de ahí que muchas de nuestras canciones tengan reminiscencias áridas y arabescas. Buscamos el sabor de la tierra y la sal».
Aunque las canciones son instrumentales, se van mezclando con interludios de textos de poetas jóvenes como Carla Nyman (concretamente en “La Sed”), Aitana Monzón (“Eria”) y el propio Ignacio Pérez (“Destierro”, donde colaborará a la guitarra española Paco D’Anika, y suyo es también el poema del interior de portada, tradicido también al árabe por Yamen Khousi: «Tengo arena en la garganta / y el aire dentro del cuerpo. / Me miro las manos, / solo hay sal y frío. / Tengo arena en la garganta / y el aire dentro del cuerpo. / Dile adiós a la tierra»), que dan empaque y sentido a un disco que busca tender puentes con la poesía.
El diseño de la cubierta, la contracubierta y algún detalle más son de Clara Zamorano. El diseño del logo y el fractal (el CD físico) son diseños de Lion Billar. «Los dos nos enamoraron con sus diseños y pillaron al vuelo lo que queríamos transmitir. Eria es así gracias a sus increíbles diseños», concluyen. La maquetación y fotos son de Esteban Zamora.
Green Cross es el estudio malagueño donde se han grabado y mezclado a bandas como Red Eye, Malaka Youth, Loncha Velasco, OdeOnDreams o Plastic Wood, de mano de Jesús Gómez (alias Trikel) entre 2023 y 2024.
En la citada tuitcrítica decía así «Buen primer álbum de los malagueños, que se marcan un post-rock instrumental (salvo algunos recitados) donde, dependiendo de texturas, nos pueden evocar al tótem de Toundra, o pinceladas más stoner, progresivos y hasta castizos». En el “destaco” añadía que «el álbum genera una ambientación unitaria. Con todo, lucen la dupla “Arajal” – “Eria”, el shoegaze de “Quijada” y el marcado stoner de “Calima”».
Con todo esto, dadle al play y dejaros viajar.
Lista de temas – tracklist:
- Destierro
- Calima
- Tótem
- Céfiro
- Quijada
- Arahal
- Eria
- El Hambre
- La Sed (con Carla Nyman)
- Al Faro
- Ascenso
Publicado el noviembre 12, 2024 en Críticas Discos y etiquetado en Crítica Discos, Críticas Discos, Eria, Yerma. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.




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