Kaxta – Boca a Boca
Fundados en Badajoz allá por 2007 y tras No Soy Un Bicho Raro (2009, donde colabora por cierto Manolo Chinato en “La Ciudad De Los Vampiros”, como cuento en el libro de Poesía Básica, Extrechinato y Tú ensancha el alma) y Arremeto (2011), diez años más han pasado desde el añejo Centro De Intoxicación (2014) a este Boca a Boca, el cuarto trabajo discográfico de Kaxta. Tras una larga travesía en el desierto y un largo parón comenzaron a retomar la actividad en 2022, publicando desde entonces una serie de singles que, ahora, se reúnen en un disco que va a gustar (y mucho) a los amantes del rock castizo, de ascendencia entre Extremoduro y Marea, referentes muy claros. Nobleza obliga. Y es que estos extremeños jamás han escondido sus influencias pero consiguen darle una identidad propia. Lo hacían entonces y lo hacen ahora, habiendo conseguido que, aunque todo nos suene familiar, tenga la suficiente frescura y el factor sorpresa para saber que estamos ante de los discos más completos del año en su particular subgénero. Ocho temas en los que demuestran que, además de ser alumnos aventajados de la escuela Iniesta y Romero en los textos y música, consiguen desarrollar una personalidad propia que, subrayo, no quiere imitar. Los temas suenan como un tiro, pegajosos y guitarreros a la antigua usanza, como los viejos Marea y los primeros tiempos de Robe con Extremoduro. También hay ingredientes de Bocanada, de Reincidentes, de El Gitano, La Cabra y La Trompeta… Muy gozoso.
Aunque no están todos los que estaban, sí son todos los que están y esta nueva etapa sigue teniendo a Isidoro Gil ‘El Isi’ en la voz y guitarra, a Rafael Rodríguez y Javier López a las guitarras y Kike Fernández en la batería, con la incorporación de Carlos Vargas al bajo, en sustitución de Carlos Preciado ‘Pi’. Además, han contado con la colaboración de Jaime Hernández Díaz de Farragua en “Encima De Las Nubes”.
Es una decisión inteligente abrir el disco con “El Vals De La Oscuridad”, la canción que, a la postre, supuso la confirmación de la vuelta a las andadas de Kaxta, a finales de 2022. Un compás ternario que se despliega lento y estiloso en su natural entrada instrumental y que se ofrece dos matices distintos en los dos bloques de estrofas del fraseo. Primero con sonido habitual de banda, la segunda con un protagonismo infrecuente del piano, que enriquece y mucho los colores de un tema majestuoso.
Una buena dinámica de batería y una línea de bajo corpórea, azuzada por el efecto de guitarra que juega además por los canales nos reciben en un “Boca a Boca” que, tras un puente creciente explota en un estribillo, ahora sí, veloz y furioso, como concluirá la guitarra destellando en el solo nada más finalizar su primera vuelta. En cualquier caso, estamos ante un corte de seis minutos, lo que permite incluir una bajada al motivo inicial con gran espacio instrumental antes del arreón final.
“Sentencia A Muerte” también supera los seis minutos. De nuevo con una entrada progresiva de los instrumentos (bajo, voz, batería, guitarras) y retomado tras los primeros fraseos con un interesante y enriquecedor delay de las eléctricas y algo de afección vocal en la mezcla, para añadir algo de hard rock al solo antes del estribillo. Cerrando el primer bloque, “¿Cuál Es Tu Dios?” aprovecha la suntuosidad sinuosa de las melodías orientales – arabescas (ergo un poquito flamencas) que me recuerda a algunas cosas de Reincidentes en los temillas que se cantaba Finito hasta que se fue a montar Coyote Zora. Añadiendo matices, mención para la sonoridad distinta de la batería en el break, con ese bajo sonando con la densidad que precisa el flamenco-rock, dibujando patrones rítmicos latentes a lo guitarra flamenca.
Pero para fuego y gasolina la de “Toni Metralleta”. Un corte donde más se deja sentir el espíritu más bandarra y la virulencia en las rítmicas, la distorsión y un tempo que se acelera para devenir en pogo garantizado en los conciertos. El punto transgresivo es arrollador. En “Encima De Las Nubes” se esboza un momentito de bajada, con unas guitarras que recuerdan en su arranque a algunos arranques reposados de Agila o arpegios de épocas posteriores. Tras la intro, la mecha se prende con el rebato de la banda, que cuenta con la citada colaboración de Farragua que, en tesituras similares, aporta un matiz vocal distinto, sumando un diálogo teatralizado y recitado antes de las armonías de la segunda parte.
En la dupla postrera, “Más Animal” tira más de músculo hard rockero en su comienzo, con pesadez en la rítmica incluida. Cuando entra la voz la cosa se hardcoretea para al final moverse en una estilosa progresión guitarrera y vocal, con doble bombo incluido, en la canción más diferente de la lista que da más dinámica y colores al álbum. El cierre viene con sabor de “Miel y Canela”. Un tema que, sumando una guitarra semiacústica, definitivamente, muestra muchas referencias a artistas, bandas (Camarón, Extremoduro…) y frases conocidas como ese “para ti, para ti” que evoca tanto a la coda de “Sol De Invierno”.
Y es que está claro que la influencia es brutal en cientos de grupos de rocanrol. Kaxta no es una excepción y tampoco lo esconden. Pero su principal mérito es que lo hacen tan bien que casi no acaba importando ya que, visto el camino desarrollado por unos y por otros a lo largo de los discos sucesivos, estamos ante una música que, por decirlo de alguna manera, ya no se hace como antaño. Kaxta no inventa nada pero se dejan la piel en hacer bien lo que hacen y con ganas de repetir una y otra vez.
Re-bienvenidos.
Lista de canciones – tracklist:
- El Vals De La Oscuridad
- Boca a Boca
- Sentencias A Muerte
- ¿Cuál Es Tu Dios?
- Toni Metralleta
- Encima De Las Nubes
- Más Animal
- Miel y Canela
Publicado el enero 22, 2025 en Críticas Discos y etiquetado en Boca a Boca, Críticas Discos, Kaxta. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.




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