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Sexy Zebras – Calle Liberación
Cuando uno nace en el corazón del barrio de Hortaleza, donde nació Luis Aragonés, Porretas, Radio Enlace o la bodega Cobela, donde Robe iba a llevar su primera maqueta de Extremoduro hace más de treinta años, donde se podían recorrer otros bares como Cendejas, Templo Rock o el viejo Quinto Pino, donde estaban los locales de ensayo Papi por donde desfilaron, entre otros, Leño y Obús, y están los estudios Oasis, pues es normal que si te da por hacer un grupo la cosa salga bien de autenticidad y ganas de marcha y distorsión. Es lo que ocurrió hace 17 años con Sexy Zebras que, por más que intentarán rebozar su música de algunos clichés más modernos que les ha llevado a ser incluidos en festivales de corte ‘indie’, han llevado siempre dentro un poco de ese toque urbano más cazallero y visceral que también les ha hecho estar presentes otro par de años, por ejemplo, en Viña Rock. (Pocos grupos me vienen a la cabeza que en el mismo año hayan tocado las dos ‘vertientes’ carteleras, DMBK es quizá el ejemplo más cercano en el tiempo). El trío, que sigue contando con sus fundadores Gabriel Montes (bajo y voz) y José Javier Luna a la guitarra, y que incorporó al hermano del segundo, Jesús, tras la salida del baterista Samuel Torío, toma la calle del barrio para reencontrarse con muchos de sus elementos iniciales para sumar a su descaro una buena dosis de sinceridad y visceralidad más personal que impostada. La crudeza de títulos provocadores da paso a la apertura más sincera y nos ofrece un disco de rock, puro y crudo, con mucha distorsión, bases contundentes y una paleta de sonidos todavía más genuina que en la de álbumes anteriores. A morder.
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