La Skala de Richter – Facta Non Verba

A mitad de camino entre la comarca del Almanzora de la provincia de Almería y la localidad murciana de Lorca, La Skala de Richter publica al fin esta semana su segundo larga duración, Facta Non Verba, después de que el disco llevara grabado casi un año. Debe ser difícil para un grupo mantener tanto un material en la nevera pero, sin lugar a dudas, al menos para sus seguidores, estoy seguro que la espera ha valido la pena. Registrado entre el 25 de abril y el 8 de mayo del pasado 2016 en los conocidos Sadman Studios de Carlos Santos, el álbum ha sido masterizado por el no menos conocido Jens Bogren, en Fascination Street Studios de Suecia. Si ya con Diabolus Notet, cosecharon buenas críticas (tuve la ocasión de ver uno de los conciertos de aquella gira, abriendo para Saratoga y Tierra Santa), e Involución les dio continuidad a su propuesta, este Facta Non Verba hace honor a su nombre con hechos, no palabras, y nos ofrece nueve cortes de una potencia incontestable, regado a partes iguales de lírica y contundencia extrema, de melodía y virtuosismo. Lo que se llama subir varios escalones de un solo salto, aunque queden cosas por perfilar.

La Skala de Richter ofrece una conjunción interesante de veteranía y juventud, no en vano guitarra y bajo son padre e hijo, un elemento más de cohesión que adquiere también su traslación en unas canciones sin fisura alguna, llenas de convencimiento en su propuesta musical, autodefinida como “metal contundente con voz masculina operística en el que se intercalan guturales y estructuras que van desde el barroco hasta metal extremo, jugando con la melodía y agresividad”. El quinteto, así, está formado por Juan Contreras a la voz, Martín Oller (López) al bajo, Martín Oller (Ocampo) y Francisco Soler a las guitarras y David Clemente a la batería.

La banda hace gala en este segundo larga duración de su querencia por la estética inquietante, aunque bastante lejos de los tópicos del metal tenebroso y ese es un punto importante a favor. ‘La Duda’ arranca como una apisonadora, veloz y estruendosa, si bien en los escasos cuatro minutos despliegan todo su abanico de virtudes con un break ambiental muy reposado o un solo vertiginoso de querencia thrasher. La interpretación lírica del estribillo también tiene su contraste con una constante segunda voz llena de gritos que rozan la guturalidad más voraz. ‘El Monte de Venus’ ofrece una cara un tanto más accesible (fue elegida como videoclip adelanto el pasado mes de octubre) y su sonoridad es mucho más coral, sin que por ello rechacen deshacerse de voces y rápidos punteos.

En ‘Incandescente’ encontramos una gran vuelca de tuerca para ofrecernos un interesante trampantojo puesto que las hechuras de medio tiempo, sostenido por la potencia rítmica de las guitarras en el estribillo, sin embargo se vuelve salvaje por los gritos desgarradores de la estrofa entre los dos estribillos. La gran balada del disco es ‘XXII’, un canto de ausencia tras la muerte, vibrante y sentida. Por su parte ‘Equilibrio’ destaca por el pegadizo riff principal y, con el desarrollo del tema, con el punteo de apabullante  épica, de nuevo con cierto aroma a metal muy clásico, para bordar con la vuelta de Juan Contreras el mejor corte del disco.

Tras el pasaje instrumental de ‘Interludium’, sin distorsión, el viaje continúa con ‘Esclavo’ y ‘Mis Demonios’, precisamente las dos canciones que formaban parte del mencionado EP, ambas con cierto toque industrial en algunos arreglos y teclados. La primera destaca por su riff metalero pesado y rítmico, muy purista, que se extiende a lo largo de todo el corte, alternando con un estribillo marca de la casa, de sonoridad vocal muy abierta. La linealidad se rompe con una coda de voz ronca y tintes terroríficos. La segunda lo hace por lo llamativo de las guitarras dobladas y un desarrollo instrumental de marcada influencia de composiciones de música clásica.

Como cierre nos llega ‘Resurgir’, la canción más larga del álbum, superando los seis minutos de duración, especialmente por una introducción ambiental extensa. El corte viene a agrupar todas las virtudes de la banda, desde los pasajes líricos a los más excitados, llenos de una excepcional maestría instrumental. El colofón a un álbum que pone a La Skala de Richter en otro nivel técnico y resolutivo. Quizá, de cara al futuro, les falte conseguir despechar algún que otro estribillo pegadizo, para que sus armas luzcan en todo su esplendor y el veneno de su sobrada técnica se esparza en plenitud.

 

En Spotify.

Lista de canciones – tracklist:

  1. La Duda
  2. El Mundo De Venus
  3. Incandescente
  4. XXII
  5. Equilibrio
  6. Interludium
  7. Esclavo
  8. Mis Demonios
  9. Resurgir

 

Publicado el mayo 23, 2017 en Críticas Discos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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