Valiente Cobarde – Fieras

Publicado por elchayi

Apenas un año después de proclamarse vencedores del Concurso de Bandas Rock & Pop Revi Live! a finales de 2021, donde se presentaron más de medio centenar de grupos, los madrileños Valiente Cobarde vienen con esta colección de once Fieras bajo el brazo. Un álbum formado por otros tantos temas en los que cada uno de ellos está inspirado en un animal y, tras él, un aprendizaje que le da al conjunto un halo conceptual bastante poderoso, cuidado y trabajado. Tal es así que además de la fantástica portada, el diseño del libreto interior incluye una ilustración individualizada para cada canción y animal, todo ello obra de la diseñadora e ilustradora Elena Simarro. Valiente Cobarde llegó a mis oídos por casualidad y me llamó la atención desde la primera escucha que mantenga un armazón potente y rockero sobre el que sustentas unas melodías muy accesibles de distinto pelaje (nunca mejor dicho, por lo de las fieras). Lo que viene a ser un pop rock de toda la vida, de ese que tanto se echa de menos en las radiofórmulas o, como ellos han venido a autodenominar, un brutal pop que convence y enriquece con frescura y muy buenas intenciones. Y como en esta casa le abrimos las puertas a cualquier banda, sea cuales sea su seguimiento en redes y otros parámetros no artísticos, cuando la ocasión merece la pena, hoy os presente a un muy buen quinteto. «Un viaje de reconstrucción y autofilia, de pérdida y soledad, de conocimiento, reencuentro y vuelta a casa. Una travesía casi homérica, donde las fieras emergen como compañeras de una ruta repleta de caricias y arañazos», aseguran. Sea.

La historia de Valiente Cobarde comienza en Madrid allá por mediados del año 2020, es decir, poco después de las vueltas a las calles tras el confinamiento, que es cuando Lola Doménech, vocalista y autora de las letras, suma a la causa a Adri Toca para la voz, guitarra acústica e incluso ukelele, Jesús Espinosa a la guitarra y los coros, Beatriz Rodríguez al bajo y, por último, Alejandro Castro para hacerse cargo de la batería y la percusión. Todo ello con el sano objetivo de dar forma a la desprejuiciada mezcla de ritmos que le ronda la cabeza.

¿Desprejuiciada? Efectivamente, tal y como nos gusta, puesto que en su combinación y herramientas de influencias de sus canciones encontramos en distinto grado ese pop vigorizado a rock que comentamos más arriba, a veces incluso de con punto rupturista, pero también terrenos de funk, de canción de autor, de matices folk o aires latinos… Los once temas que forman este trabajo, fueron grabados entre enero y febrero de 2022, que fue mezclado y producido por Guillen Rigo en los estudios Reno de Madrid por donde han pasado artistas a los que apreciamos en esta casa, como Jorge Drexler, Xoel López o León Benavente. También Izal.

La lista se abre con “El Catálogo” (El Pavo Real). Un corte festivo que conquista desde el arranque gracias a su clara ascendencia funky y ligeramente soulera en los falsetes y modulaciones del estribillo, para ironizar acerca del escaparate de las aplicaciones de ligue. Una buena carta de presentación que tiene una continuidad a la altura con la potente “La Última Vez” (La Pantera Negra), un tema claramente rockero y poderoso que no rehúye ni la distorsión potente ni el tempo pautado y contundente, con mención para una coda creciente cada vez más bulliciosa.

“Barro” (El Lobo) es uno de los cortes más enjundiosos y sorprendentes del conjunto, porque se aleja de la previsibilidad para jugar con un desarrollo más extenso (se va a los seis minutos) donde la lírica y la turbiedad de la historia tóxica genera una capa asfixiante y conseguida en destellos de post rock. La tensión se aligera un tanto con “Si Paro, Llego” (El Pez Betta), que se intrinca entre el folk y el country, pero con extra de percusión. Un marchamo que traslada el constante empeño de superación que apunta la narración. “El Movimiento” (La Serpiente) sigue ahondando en los matices introspectivos más cruentos del ser humano, en una historia de decepción y traición. Un corte preciosista, de nuevo con arreglos que combinan la sonoridad acústica con el estruendo de guitarras de la segunda parte y la coda, ofreciendo de paso los instantes más intensos de derroche vocal.

“Terrores” (El Oso Polar) ejerce de eje central con plus enérgico desde la batería y la forma de atacar el fraseo y el puente, que se presenta más turbulento en el inicio, pero que será mucho más dinámico y rasgado de guitarras tras el primer estribillo, con algún aderezo de teclas que recuerda vagamente a los trucos efectistas de Xabi San Martín. Por su parte, “Solo Al Respirar” (La Ballena) fue uno de los adelantos del disco (Nominada a Mejor Canción Emergente 2022 en los premios IndieCool) y viene ser el epítome perfecto de la propuesta que ofrece Valiente Cobardes, con espacio para solo canónico de guitarra incluido.

En el tercio final, “El Espacio Que Ocupas” (El Colibrí) tira de capas de sonido en un protagonismo esencial de teclas y acústica en la parte final, con arreglos que entroncan con matices de raíz rumbera, con tímidas palmas a compás por momentos. “Refugio Nuclear” (El Escarabajo) vuelve a jugar en dos ambientes, primero uno más crudo y esquelético y un segundo de briosa furia guitarrera, muy adelante en la mezcla, rozando la saturación metalera. “Magia Negra” (El Sapo) hace honor a su título y es corte oscuro y obsesivo que ejerce de invocación en una fiebre de pasión cada vez más intensa. La despedida vendrá de la mano de “Suerte” (La Jirafa) en la que de nuevo vuelven a coger cuerpo las influencias de rock alternativo más acusadas con una muralla de distorsión que evoca a los mejores referentes del género.

En definitiva, una muy buena piedra de toque para una banda que firma una solvente colección de canciones lo suficientemente pegadizas para querer repetir y bastante potentes para salirse de la previsibilidad de lo accesible. Más que suficiente para que nos despierte la curiosidad de su evolución en próximas entregas.

Lista de canciones – tracklist: