Zarpa – ¿Ángeles o Demonios? (1983)

Publicado por elchayi

Para la crítica remember de viernes de esta semana nos quedamos en el mismo año que lo dejamos ayer, al escribir del nuevo libro de José Miguel Valle, Miguel Ríos y el Rock de una noche de verano, donde aborda todo lo planificado, acontecido y consecuencias de aquella gira que quiso (y consiguió) cambiar las reglas del juego en cuanto a los grandes espectáculos de rock en nuestro país y también en un impulso hacia la profesionalización del sector. De hecho, en el recorrido que el autor realiza por aquella treinta de conciertos, hace un guiño local entrando a valor qué posible banda local podría haber acompañado a Miguel a su paso por cada ciudad, si no fueran siempre Luz Casal y Leño los encargados de antecederle en la actuación. En ese pensamiento, se cita en Galicia a Los Suaves, se nombra a Barricada en Navarra, mientras que en Valencia la ensoñación tiene el nombre propio de Zarpa. Fundados en 1977 por Vicente Feijóo a la voz y guitarra (y único integrante que ha estado desde entonces en el grupo), Eduardo Feijóo al bajo y coros, Vicente Catalá a la guitarra, que muy pronto sería sustituido por Javier Hervías, y Jesús Martínez a la batería, suyo es el oficioso mérito (porque creo que nunca ha sido lo suficientemente reconocido) de ser los precursores del heavy metal en España, con la maqueta Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Antes de cumplir con la obligación del servicio militar (que el cuarteto hace coincidir para que el grupo sufra lo menos posible el parón) llegan a telonear a Deep Purple y también a Leño, Triana o Ñu. Hay que esperar algo más de cuatro años para que llegue su segunda referencia, este ¿Ángeles o Demonios? que vino a irrumpir cuando barones y obuses ya habían copado la primera línea, dejando curiosamente a unos pioneros a rebufo. Eso no impide que la banda se hinche a tocar y que su nombre (aunque por desgracia para ellos, no las ventas) aparezca en decenas de carteles cada verano y codeándose con los citados y también, por sonido, con los Judas Priest, Iron Maiden y guiris de turno. Este disco es buen ejemplo de ello. Sea.

Para que seáis conscientes de las vicisitudes del momento y de la banda, este primer disco oficial de Zarpa se grabó en poco más de 24 horas. Un disco autofinanciado y casi se acabaron autoeditando a través de un sello de conocidos llamado Xirivella Records. El grupo sonaba con tanto encanto que casi dio igual que el tiempo o el presupuesto fuese minúsculo. Escuchar hoy este ¿Ángeles o Demonios? es encantador por la solidez de las canciones, casi una manera extinta de vivir el heavy metal.

Los años han hecho que todo tenga que sonar ultra distorsionado, veloz y abotagado para demostrar una suerte de autenticidad y dureza. Sin embargo, en estos tiempos, en este disco que nos ocupa, hay espacio para respirar, para sentir el botoneo del bajo, para gozar en solos de guitarra extensos y técnicos, más de esencia blues que de digitalizaciones aceleradas. Los conciertos fueron muchos y alentados por ello dos años después saldría Herederos De Un Imperio, grabado con más recursos en los madrileños estudios Doubletronix y salió con Twins Records, una de las compañías que acabaría absorbiendo Warner con el paso de los años, en la misma operación que Dro. Parece que aquel disco llegó incluso a colarse en Los 40 Principales. Qué tiempos.

Es en la segunda mitad de los ochenta cuando el heavy metal y el rock duro pierde interés para el gran público y el grupo se toma un descanso del que costará mucho volver. Aunque siguen tocando, colaborando en causas solidarias y Vicente Feijóo sigue manteniendo la ilusión por reclutar compañeros de viaje que permitan volver a las andadas, no es hasta el año 2000 cuando publicarán Zeta. Será una década activa que no decaerá con Luchadores De La Paz (2002), En Ruta Hacia Europa (2003), Infierno (2004), El Yunque Contra El Martillo (2007) e Iberia (2009). Esta hiperactividad será todavía mayor en la década siguiente y la banda hoy sigue en activo con el sempiterno Vicente Feijóo a la voz y guitarra, que se acompaña de Vicente Romero (Hueso) al bajo y coros, Serafín Mendoza a la segunda guitarra y Bienvenido Godoy a cargo de la batería.

En 2011 el sello discográfico Leyenda Records se haría con los derechos del álbum y realizó una reedición (limitada a tan sólo 500 copias) del álbum, incluyendo además dos ‘bonus track’ en directo, de los temas “Sin Salida” y el homónimo “¿Ángeles o Demonios?”, una balada excepcional.

“El Ángel De La Muerte” es el tema encargado de abrir la lista y presenta a las primeras de cambio muchas de las premisas de Zarpa en este disco. Tempos y desarrollos que se despliegan sin urgencia, protagonismo de los pasajes instrumentales, donde se rezuma ese toque blues en el solo. Es imposible no recordar a los Maiden cuando empieza a cabalgar “Llega El Castigador”, que se convertiría desde entonces en uno de sus clásicos imperdonables en directo.

Con aires de hard rock cardado en el arranque, “Súper Estrella” toma velocidad para convertirse en un divertido rock and roll. Resulta curioso notar que la voz está mezclada de forma distinta a sus dos predecesoras, lo que permite disfrutar de la limpia tesitura vocal, que muestra sus aristas más cortantes y agudas en el remate de algunas frases, mientras que la trepidante base rítmica hace de las suyas. Con bien de bajo que recuerda a cosas de Leño, “Fantasmas” despliega todo el arsenal instrumental de una banda sonando de auténtico lujo.

“Cuero y Cadenas” es otro de los himnos del grupo (era fácil preverlo con un título tan expresivo). Escuchado hoy, ¿es cosa mía o los primeros segundos y la guitarra rítmica tiene algo del “¡Qué Borde Era Mi Valle!” de Extremoduro? Es un tema rudo, oscura, afilada, transmitiendo peligrosidad en su naturaleza expresiva y en su progresión de acordes. Si antes citaba a Iron Maiden, en “Intrépido Velóz” la referencia bien podría ser Judas Priest. Un corte en el que se trabaja a tres voces y donde sí que se penaliza la falta de tiempo en el estudio.

En “No Más Problemas” se vuelve a terrenos más rockero en el fraseo musical y con un estribillo que, en la forma de colocar la voz y los coros, casi recuerda ligeramente a lo que después haría Gigatrón. La repetición del título tiene hechuras de Barón Rojo. Así llegamos a “¿Ángeles o Demonios?”, un baladón con todas las letras, con ligeros toques de psicodelia en los efectos vocales y de ascendencia pink floydiana. Todavía el disco nos regalará una gema preciosa más con “El Tren Para El Infierno”, que simula desde las rítmicas (como hiciera el propio Leño o Los Suaves) la locomotora. En las voces dobladas y coros se recuerda también las maneras de los De Castro. “Reflexión” será la encargada de dar cierre a la decena de manera algo más discreta.

Respeto y honor para Zarpa.

Lista de canciones – tracklist: