Ginebras. Berlín Social Club. 9 de febrero

Para alguien que en su niñez se ha cantado buena parte de la discografía de Aerolíneas Federales (vía hermano mayor), que en los tiempos universitarios celebró el resurgimiento de esa sonoridad con Los Fresones RebeldesNosoträsh o Undershakers, bajo etiquetas poco acertadas con el muy mal llamado ‘tontipop’ (se me ocurren muchos más géneros y formas de encarar la música donde el calificativo podría ser más apropiado), que otro buen puñado de años más tarde sigan surgiendo bandas que beban de esa forma naturalizada, divertida y melódica manera de contar historias y cantar canciones me sigue conmoviendo al extremo. Es una suerte de conciliación con ese presente tan deslavazado y pueril en el que los “Viejos Rockeros Viejos”, que diría León Benavente, y sus discos como concepto ya no tienen apenas sitio más allá de su reducido coto de endogamia. Para mí Ginebras es eso. Un grupo que trasciende de toda moda para cantar en plena sencillez historias que no por triviales resultan inanes. Ya sorprendieron con su debut en el primer largo Ya Dormiré Cuando Me Muera (que se quedó sin crítica porque lo escuché algunos meses después de su lanzamiento, así que siempre tendremos la carta de dedicarle una crítica remember de viernes dentro de unos años) y volvieron a hacerlo con el segundo, ¿Quién Es Billie Max? que cumplirá un año en el próximo mes de abril. Ayer, tras Pasión Vega y Víctor Clavijo dando vida a Lorca Sonoro, me pasé para verlas por primera vez en la sala Berlín Social Club (entradas agotadas desde hacía dos semanas) en lo que fue tanto su primer concierto de este 2024 como el primero que daban en Almería, de la mano de Crash Music. Y no se dio mal. (FOTO: Como fue una visita improvisada acudí sin fotógrafo, así que tiré de móvil. Lo justo, que no es lo mío eso de andar manos arriba).

Con un sonido hacia afuera impecable, Ginebras salió a escena con los cinco minutos de cortesía sobre el horario previsto (creo que es la medida perfecta para cualquier concierto en sala) y lo hizo con la entrada habitual de la presente gira que ahora retoman. Canciones festivas (y festivaleras) como “Alex Turner” y “Crystal Fighter”…. Y es que las referencias musicales son una constante en su discografía, como esa a La Raíz en “6 AM”, ahora con más significado si cabe tras el anuncio de su regreso.

A un sonido meritorio se le suma que el cuarteto se lo curra mucho más de lo que podría parecer desde la sencillez y el inmediatismo de sus canciones. Especialmente en lo que tiene que ver con las líneas vocales, la primera y segunda voz alternando versos, o añadiendo segunda voz, o coros, o distinto texto bajo la principal… Lo dicho, una ejecución lo bastante fidedigna a los discos y lo suficientemente fluida para pequeñas improvisaciones y alteraciones provocadas por el calor del fragor de escenario.

Lejos de clavar la misma fórmula desenfadada, consiguen trasladar lo aprendido a lo largo de estos tres años, narrando con el mismo sentido del humor pero con algo más del peso que da la experiencia. Incluso atreviéndose con temáticas y arreglos más elaborados, como en temas como “Ansiedad”, que dejaron para el tramo final, que ampliaron, de hecho, con respecto a otros conciertos.

Antes, “Cosas Moradas”, “Con Altura” (versión de Rosalía con una atrayente sonoridad oscura en algunas líneas de guitarra y bajo), la tropical “Qué Gozadita” (con refuerzo de bombo por parte de Raquel) y “Chico Pum” terminaron de prender la mecha a un concierto que ya en ese momento había valido la pena por sí mismo. Pero todavía quedaba el resto de velada.

Sorprendieron recuperando temas menos  habituales como “Todas Mis Ex Tienen Novio” o “Metro De Madrid Informa”, que sonó antes de esa beatleliana “Muchas Gracias Por Venir”. Y es que los fab four puede que sean, más que las bandas citadas en la introducción, la principal referencia estilística de Ginebras. Desde la sonoridad de las guitarras (hasta la manera de mover la cabeza de Sandra) o el mencionado juego de voces, Juls desde la batería incluida.

Tras “Vintage” y “6 AM”, se marcaron un a capela de “Bailando Mal”, el tema que cantaron para ElyElla y que el público siguió a la perfección. Era la forma de situarse para el tercio final, donde “Desastre De Persona”, “La Ciudad Huele A Sudor” y “Ansiedad” nos llevaron a los hipotéticos bises (nada de entradas y salidas para hacer el paripé) ya con Magüi sin guitarra y bailando las festiva “Rapapá”, la verbenera “Paco y Carmela” y, cómo no “La Típica Canción”, que ejerció de aquelarre definitivo.

Como he dicho en alguna ocasión, me sorprende que tengan haters declarados habiendo tanto mal por esos reproductores de streaming… Un cuarteto que disfruta de su juventud con canciones joviales, adecuadas a las inquietudes, con su punto sobrado de sentido del humor y algo de reflexión, bastante personalidad y además lo hacen sonando muy bien y contagiando al personal.

Repertorio – setlist:

  • Alex Turner
  • Crystal Fighter
  • Billie Max
  • En Bolas
  • Lunes Negro
  • Cosas Moradas
  • Con Altura (Versión de Rosalía)
  • Qué Gozadita
  • Chico Pum
  • Todas Mis Ex Tienen Novio
  • Filtro Valencia
  • Metro De Madrid Informa
  • Muchas Gracias Por Venir
  • Vintage
  • 6 AM
  • Bailando Mal (a capela)
  • Desastre De Persona
  • La Ciudad Huele A Sudor
  • Ansiedad
  • Rapapá
  • Paco y Carmela
  • La Típica Canción

Publicado el febrero 10, 2024 en Crónicas Conciertos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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