De orwelliano título, 1984 es una banda madrileña que se ha raspado ya camino de los veinte años de trayectoria en el rock and roll disfrutando y desplegando unas maneras que rezuman un clasicismo encantador de una época y subgénero muy determinado. Como ellos mismos reivindican, son «el rock duro de hoy y de siempre, una mirada inconformista envuelta en una potente descarga musical. Caminan sobre los hombros de los gigantes con los que crecieron, bebiendo de las fuentes, pero siempre andando su propio camino». Desde luego las modas y tendencias parecen quedarse atrás en la dirección a la que apunta su brújula. Es algo que ya se dejaba sentir en Andamos Por Las Calles (2009), En Busca De Un Futuro (2013) –no se pierdan mi favorito de su discografía, “Siglos De Humo”– y Perdiendo El Juicio (2016) (Pensaba que había escrito en la web de alguno de ellos, compruebo que no y, de paso, que la memoria me falla, ¿quizá fuera para la vieja Rock Estatal?), aunque quizá en esos cortes cierto apego a un hard algo stoner podría acercarles a otros terrenos. Ahora, parecen haber quitado briznas y soplado un tanto el polvo y su propuesta en esta cuarta referencia se afina y pule en las formas y desarrollos, en la limpidez de melodías y pulcritud en las mezclas y nos ofrecen un delicioso viaje por el rock duro ochentero, urbano, con matices y líricas que nos retrotraen con fuerza a los Laina, Jiménez o Castejón. Al mundo Asfalto, Topo… aunque con un armazón más corpóreo (esto sí) propio de la evolución y experiencia y algún esbozo de metaleo heavy y, también, barro punk. Tras La Tempestad es el regreso, ocho años después, de 1984. Felicidades.

La banda viene formada por Miguel Hernández a la voz principal y guitarra rítmica, Jorge Escalante en la guitarra rítmica y solista y los coros, Ernesto Martín en bajo y coros (también graba los punteos solistas de “La Enmienda”), y Matías Navarro a la batería.

Todas las canciones de Tras La Tempestad han sido compuestas y arregladas por 1984. Todas las letras han sido escritas por el grupo salvo “Ante Ti” y “Tempestad” que han sido escritas por Javier Aramayona, que además se marca algunos coros.

El álbum ha sido grabado durante los meses de julio y agosto del pasado año 2023 en los conocidos Estudio Uno de Madrid, con Pablo Pulido, Rubén Vispe y Julio Gómez a los mandos y con Julen Zaldua como asistente de grabación. La mezcla y masterización también ha corrido a cargo de Pablo Pulido. La realización de la portada, así como todo el arte del disco, os obra de Pepo de 027Lab. La foto interior del libreto del disco ha sido realizada por Jorge Escalante y todas las fotografías de promoción posteriores han sido capturadas por Luisma Reyes.

Para el lanzamiento del disco se realizó una campaña de crowdfunding en Verkami entre diciembre de 2023 y enero de 2024 que superó en casi un cuarto el total marcado (3.500).

“Ante Ti” es el corte que abre el octeto de este disco y lo hace con una de las bases rítmicas más trepidantes del conjunto, sobre el que cabalga un riff y un fraseo pegadizo y enérgico. Madera de hard rock que se torna bailable y canónico cuando despacha un estribillo con buen juego entre la voz principal y los coros. “Calibre 42” levanta un poco el pedal pero endurece el empaque general, desde la distorsión de guitarras hasta la contundencia de batería y bajo. El fraseo deja respirar la voz que nos llevará a un notable puente hacia otro estribillo totalmente atemporal con otro toque de coros. La sonoridad de la guitarra solista le añade un ligero aire apunkado que se mantiene en actitud durante todo el corte, especialmente tangible en la subida de intensidad de la coda.

Buena introducción de guitarras en “El Club De Los Perdedores” (que junto al posterior “La Enmienda puede ser de los más metálico de la lista). Un tema muy narrativo y de desarrollo lineal y con poco sobresalto, más allá de un break central para el lucimiento instrumental y un buen recurso dejando a solas el melodía principal con azuce de batería. Por su parte, en “La Enmienda” se explota (nunca mejor dicho) un riff denso y musculoso que aborda la abolición de la esclavitud.

La segunda parte del álbum se abre con la juglaresca y de tintes festivos “La Tribu”, cerca de los primeros tiempos de Saurom (casi de cuando eran también Lamderth) y, por derivación temporal hacia atrás, Ars Amandi o Ñu, pero aquí sin salirse del formato de guitarras, bajo y batería. Los redobles marciales de batería le aportan el plus excitante épico. “Tempestad” se presenta con ligeros aires de blues y con un ambiente sobrio y ligeramente lúgubre que se hace a la llegada del estribillo en reverencia sin ambages a las maneras de Black Sabbath, antes de crecer hacia una coda más arengada.

Llegando a la dupla final encontraremos “De Usar y Tirar” y “Nace Del Recuerdo”. En el caso de “De Usar y Tirar” encontramos su particular visión de aquella reivindicación a lo clásico (como si lo moderno o lo último fuese siempre lo mejor) que también hacía M-Clan en el tema (y disco) de similar título. De hecho, 1984 juegan al recurso de haberle creado a la canción el estribillo más sencillo y pegadizo dentro de su propia forma de entender el rock. Sorprenderá todavía la canción con un buen solo de bajo.

Por último, “Nace Del Recuerdo” es un tema que desarrolla su primera parte en terrenos desenchufados y semiacústicos. Un cierre delicado que no perdonará, sin embargo, el crescendo eléctrico final con el solo de guitarra con mayor carga sentimental de todo el álbum y con algunos destellos a Lynyrd Skynyrd (nada menos).

Tras La Tempestad respira con una autenticidad atemporal y eso es más que suficiente para saber que siempre sonará igual de gratificante. No es poca cosa.

Lista de canciones – tracklist:

1. Ante Ti
2. Calibre 42
3. El Club De Los Perdedores
4. La Enmienda
5. La Tribu
6. Tempestad
7. De Usar y Tirar
8. Nace Del Recuerdo