Depedro – Un Lugar Perfecto

Dos años y medio después de su Máquina De Piedad, Depedro sigue a un ritmo de trabajo digno de elogio con nuevo álbum bajo el brazo. Cortito y al pie, diez temas en treinta y cinco minutos, pura esencia que se aleja del volumen de relleno. Va al hueso y, más allá, al tuétano de esa plausible manera que ha tenido de entender el oficio de cantor desde que emprendiera su camino en solitario tras Vacazul (tan añejo y cuyo trallazo Vienen Tiempos cumple veinte años) y sus escarceos con Caléxico. Los estilosos ritmos latinos de Depedro siguen aquí la brújula habitual de esos sones tan propios, límpidos, genuinos, que hacen del mestizaje un arte sin devenir en los pastiches en los que se fue corrompiendo el término, como siempre, en el momento que se convierte en una moda rentable. La obra completa es cierto que venía ya con marchamo ganador gracias a la buena acogida de sus primeros adelantos (cuatro temas, nada menos, acorde a las nuevas tendencias) “Ojalá El Amor Nos Salve”,  “Lugar Perfecto”, “La Siembra” y “Lo Que Va Pasando”. Al menos hay que agradecerle que siga apostando por el disco completo y no se haya limitado a despacharlas reunidas en un epé, lícito, pero frustrante para quienes creemos todavía en el concepto de álbum. Con sus matices, sus dinámicas, idas, venidas… Su suma de contenidos a través de unas letras más reflexivas y trascendentes que nunca.

El álbum viene producido por Gustavo Guerrero, el joven que se ha convertido en uno de los productores fetiche para cantautores que dan mucho valor a la vertiente musical, véase Natalia Lafourcade o Pedro Pastor.

“Lugar Perfecto” es la canción encargada de abrir la decena y nombrar al conjunto. La ambientación del tema se bambolea entre pasajes áridos (la eléctrica es pura sonoridad fronteriza) y de percusión argentina latente y con coros de matices brasileños quien bien podrían firmar Os Mutantes. Una mezcolanza que parece de lo más natural y que encierra la tradición folclórica de hasta tres países distintos.

Indagando por esa sonoridad de guitarra eléctrica llega una suerte de chacarera peruana y andina en el fraseo de “La Gloria” que ‘tira’ todo lo externo e imprescindible para hacer ese bella y sabia y reivindicación del sentimiento, fugaz pero vital. El estribillo se abrirá de manera lumínica a una accesibilidad más plástica, palpable en unos arreglos más ricos y vibrantes con esa capa de guitarras tan sutil pero notoria. “La siembra” también es hija de distintas fusiones. A la desnudez inicial le vendrá unos delicados arreglos de cuerdas, que arropan la fragilidad más inmediata de la línea vocal, y una percusión de bachata reposada, como serenos esos coros que bien podrían salir de una cuadrilla de mariachis.

“Habilidad” y “Coreografía” son dos temas bien hilvanados desde concepción a sonido ‘de banda’. La primera es un medio tiempo aposentado en la organicidad de batería, bajo y guitarra en un preciosista ejercicio casi beatlelesco en su coda. Por su parte, “Coreografía” acelera el pulso y ataca con actitud rockera, regada con un plus de percusión que le da un marcado carácter tribal. El desarrollo del corte hará que esa tensión rítmica derive en una divertida melodía principal de valiha (leemos en el libreto), instrumento tradicional de Madagascar, aunque para el profano medio le puede sonar a piano.

La segunda parte del álbum se abre con “Ojalá El Amor Nos Salve”, una canción que tiene hechuras de clásico y maneras inconfundibles en la forma de modular la melodía en el fraseo. El estribillo será más sencillo y con un punto de psicodelia que irá cogiendo peso y poso en la segunda parte del metraje. Hay algo en “Niño Con Piel De Cuero” que me conecta de manera inevitable con aquel disco de espíritu  infantil que se marcó con Érase Una Vez. Es una bella narración de candidez e inocencia, de nuevo en la esencia frente a la materialidad. Un canto tan vitalista como duro desde su realidad. «Niño con piel de cuero: / no tiene frío, no tiene miedo».

En “Fábula De La Diferencia” se arroja un tango de cuerda y piano, que parece cantado al calor de una tenue bombilla a la hora en la que el bar está a punto de cerrar. “Lo Que Va Pasando” fue otro de los adelantos e incide dando continuidad a la ambientación de cuerdas. En las melodías algo de desperece primaveral, como si la vida se abriera paso junto a una letra que, como casi en todo el disco, busca más los puntos en común para construir que el conflicto con el que demoler. El cierre vendrá de la mano de “Niebla”, un tema de instrumentación casi mínima de guitarra y piano, que en su titileo casi parece rozar y acariciar algunos pasajes del texto, que ofrecen una resolución final de entrega al vacío.

Depedro rubrica así un álbum que mantiene las premisas básicas de su imaginario sonoro pero esta vez, como decía al principio, con menos búsqueda del efectismo y más de la esencia.

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Lista de canciones – tracklist:

  1. Lugar Perfecto
  2. La Gloria
  3. La Siembra
  4. Habilidad
  5. Coreografía
  6. Ojalá El Amor Nos Salve
  7. Niño Con Piel De Cuero
  8. Fábula De La Diferencia
  9. Lo Que Va Pasando
  10. Niebla

Publicado el abril 9, 2024 en Críticas Discos y etiquetado en , . Guarda el enlace permanente. 1 comentario.

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