Hace un par de semanas -soy incapaz de precisarlo de primeras, dado el ritmo y la ingente cantidad de trabajo y contenido… y quizá también sean ya los años- (lo compruebo, fue el 13 de octubre, tengo poco desfase entonces) hablaba al hilo de la reseña sobre el libro de Avalancha, de Carlos H. Vázquez, sobre que pocos bandas puede haber en nuestro país con tanta bibliografía sobre ellos a las espaldas como Héroes del Silencio. No lo pensé en aquel momento pero puede que Joaquín Sabina se llevara la palma si habláramos de cantantes solistas. Y resulta del todo lógico cuando hablamos de creadores que han dejado en el imaginario colectivo una poderosa imagen de fascinación –por uno u otros motivos- que hace que cualquier novedad editorial sobre ellos adquiera una relevancia notable. Lo importante es que todos son bienvenidos cuando hay un trabajo bien hecho detrás. En el caso que nos ocupa hoy, si hablamos además de un formato ‘infrecuente’ todavía en España como el del cómic – biografía novelada y que firman dos viejos conocidos del mundillo musical como Kike Babas y Kike Turrón, con una decena de dibujantes e ilustradores y editado a todo lujo de papel, color y formato como el de Bao Komikiak (Bao Bilbao Ediciones), estamos hablando de un resultado de lo más jugoso y valioso que, por suerte, tendrá otro segundo volumen (sin fecha anunciada por el momento)… porque la vida de Joaquín Sabina da para mucho. Es lo que tiene haber andado por ahí siempre jugándose la boca, que es suya, y que tantos millones de personas hemos hecho (a veces) también nuestra. Sea.

Aunque siempre inquietos y difícil de adivinarles el siguiente movimiento, como anárquicos jugadores de ajedrez, los Kikes llevan un tiempo afinando el tiro, con mucho acierto, en este formato que ya ha visto nacer otros volúmenes como El Gran Wyoming, Mil Palos y Ninguno Al Agua o Fito y Por Supuesto La Luna. Es difícil comparar libros cuando uno sabe que siempre va el 100% del esfuerzo para que queden lo mejor posible –me pasa con los míos- pero creo que, de los tres que he podido leer de esta serie, el de Sabina me parece el más redondeado, conseguido y emocionante. Y ya va por la segunda edición.

Mención honorífica a sus dibujantes: Alberto Peral, Alberto Muriel, Alejandro Merino, Aneke, Iosu Berriobeña, Judit Crehuet, Kepa de Orbe, Marina Cochet, Ramone, Rubén Uceda, Sergio Silván y Toni Solanes. La edición es de Mariano Remiro del Hoyo y Miguel Ángel Aguirre Díaz. La portada es de Sergio Silván. (Añado la postal alusiva a la amistad con Javier Krahe, siempre querido y añorado).

Es generoso en los capítulos dedicados a los momentos en los que Joaquín es solo un ubetense inconformista que descubre casi a la vez que las cosas que le cuentan no son como dicen y que aquello de coger una guitarra y cantar y, finalmente, también escribir, le llena el espíritu. Cualquiera que haya ido un poco más de escuchar sus discos sabe que Sabina se exilió al Reino Unido, que volvió ya curtido, que pronto haría el ‘paso Dylan’ de electrificar su canción de autor para hacer algo relativamente nuevo por estos lares.

Me he llevado la grata sorpresa (como crítico musical estas cosas se agradecen) que el guion de los Kikes, de una forma u otra, consigue colar alguna pequeña referencia o consideración de prácticamente cada una de las canciones de los discos que se incluyen en el periodo temporal de este primer volumen, desde el debut a Yo, Mí, Me  Contigo. De hecho, el libro finalizará precisamente con la posterior gira de ese disco, en la que los conciertos los abría Los Rodríguez en lo que fue su canto de cisne antes de su disolución. Curioso, La Cabra Mecánica de Lichis –ahora de regreso- también lo hizo después de iniciar las veladas de la gira de Fito & Fitipaldis.  No falta en ese intervalo, claro, su estallido triunfal en Latinoamérica.

Cerramos con palabras de Joaquín Sabina sobre la obra: «Tengo mucho que decir a favor de este libro. Me sale del alma felicitar a los Kikes y su equipo: por el texto, los fantásticos dibujos y el trabajo de investigación. Hay cosas que se cuentan mejor de lo que yo recordaba entre sombras».

Ya estamos esperando el Volumen II. Hágase la luz.