Tigre y Diamante – Qué Asco Más Rico
Si la pandemia complicó la vida a todos los grupos, en términos generales e independientemente de su grado de popularidad, por muy alta que fuera, imaginen con esa legión de candidatos a ‘clase media’, que se tenía que pelear cada oportunidad en el barro, alejada de las letras grandes de los carteles de los festivales y que apuntaba muy buenas maneras en su evolución. A unas condiciones ya de por sí complicadas se le sumó la imposibilidad de ir rondándose, banda y canciones, en escenarios pequeños debido al cerrojazo a las salas, la lenta recuperación de las inercias ya de por sí maltrechas y un largo etcétera de males endémicos de la música. Alternativas y formas de seguir en boga para no perder la inercia había muy pocas y, entre ellas, Tigre y Diamante optó por ir publicando cada mes cada una de las canciones que ahora forman parte de su segundo larga duración, tras Buena Gente, tercero si incluimos el EP titulado II, cuarto si la maqueta epónima. Así llega este Qué Asco Más Rico, con diez temas en los que los gijonenses despliegan una muestra más de su corrosiva ironía sarcástica y sonoridad, sustentado en una interesante muralla de rítmicas y una ascendencia punk de lo más acusada y notoria tanto en tempos como en los propios textos, algo surrealistas, envuelto todo ello con una capa de modernismo indie, toques de melancolía y aires garajeros que terminan de hacer más indefinible todavía el resultado. La banda, nacida como dúo, redefine y afina su propuesta en esta nueva entrega, consolidándose como cuarteto, dispuestos a recuperar el tiempo perdido. Y lo van a conseguir, a tenor de su inclusión ya en varios festivales y con una gira de presentación ‘al uso’ de la que pronto darán a conocer las primeras fechas.
Tigre y Diamante vienen en esta entrega conformados por Jon Álvarez a la guitarra y voz, Coke Makaha a la batería y voz, ambos fundadores, a los que se sumaron Iker González a los teclados y sintetizadores y Sete Deville a la guitarra. La producción ha corrido a cargo de Ángel Kaplan (productor entre otros de Doctor Explosión o Pablo Und Destruktion, de quien hablábamos hace poco) que ha ido dando forma a lo que el grupo ha venido a denominar como ‘un recopilatorio de singles’, adaptándose a las nuevas formas de consumo.
Como de un guiño costumbrista se tratara, para no espantar de inicio a los viejos seguidores, ‘Andy Bell’ arranca a batería y guitarra, dejando los evidentes nuevos matices ganados con más capas de guitarra y teclados y sintes para más adelante. Es un medio tiempo que juega con un fraseo más limpio y un riff casi stoniano entre ellos, antes de que el puente hacia al estribillo termine de ejercer la combustión del ruidismo. Una canción extensa y ligeramente apesadumbrada en tonos y texto. ‘Práctica #1’ es uno de los cortes más rockeros de la lista, con agresividad punk tanto en la voz como en el solo de guitarra y con inspiración pandémica.
‘Amor y Trigo’ es una velada oda a la cerveza, por más que el título intente jugar al despiste, con una línea melódica densa y oscura sobre una base rítmica muy garajera y guatequera, muy reforzados por unos sintes omnipresentes y vigorizantes. ‘Al Cielo Con Ella’ desempolva el particular humor marca de la casa (“si vienes a verme y ellos no lo entienden es natural, siempre he sido un poquito subnormal”) en una historia de vino, frío y calor corporal. Para garaje y mundo de los sesenta nos llega ‘Velocidad (Capitolio Ye Ye)’, donde incluso se incorpora un punto de psicodelia muy típico del género.
La segunda parte del disco arranca de mano de ‘La Derechina Del Amor’, un título que es un guiño al mundo surf de su Gijón natal. Un corte en el que, además, cuentan con la colaboración especial de Joaquín Pascal, ex de bandas tan señeras como Surfin’ Bichos o Mercromina). Es un tema extenso y de una dinámica creciente, de lo límpido al desbarre cruento de la segunda parte, para terminar de nuevo bamboleándonos con la cadencia principal inicial. ‘Antiguos Astronautas’ sigue en esta senda ‘más amable’, siendo quizá el corte más pop de la decena y el aire retro me recuerda ligeramente a las bandas del género de comienzo de los noventa.
Eso sí, el trío final es el más punk de la lista. ‘Doner Kebab Elefante Blanco Galicia’ es tan delirante como su título, extraído de un restaurante de comida turca gijonés que, como bien se sabe, suele ser usado con frecuencia para hacer masa antes de dormir la cogorza. ‘Rovi, Amor y Luego Sexo’ acelera el tempo todavía más para descerrajar la letra más rabiosa del álbum, atemperada con unos coros en la coda que nos recuerda a los Siniestro Total de mitad y finales de los ochenta. El cierre vendrá de la mano de ‘Terrorismo Tinder’, una relación autodestructivo con un armazón rítmico de fiesta de baile fin de curso y teclados sesenteros, aprovechando las posibilidades de sus dos nuevos integrantes al máximo.
Un cierre a la altura de ese camino indefinible por el que transcurre Tigre y Diamante que irán definiendo (o no) en sucesivas entregas. Por el momento, creo que en unos meses podré salir de dudas con su propuesta en directo allá por agosto.
Lista de canciones – tracklist:
- Andy Bell
- Práctica #1
- Amor y Trigo
- Al Cielo Con Ella
- Velocidad – Capitolio Ye Ye
- La Derechina Del Amor
- Antiguos Astronautas
- Doner Kebab Elefante Blanco Galicia
- Rovi, Amor y Luego Sexo
- Terrorismo Tinder
Publicado el marzo 16, 2022 en Críticas Discos y etiquetado en Críticas Discos, Qué Asco Más Rico, Tigre y Diamante. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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