Fito y Por Supuesto La Luna. Kike Babas & Kike Turrón
Tras una voraz campaña de lanzamiento, a mitad de la pasada semana llegaba al fin a las librerías la novela gráfica Fito y Por Supuesto La Luna, guionizada por Kike Babas & Kike Turrón, que tuve el placer de degustar en el puente del Pilar, y para la que han contado con la colaboración de una decena de dibujantes e historietistas de reconocido prestigio. Un volumen que ante todo se antojaba como bien fresco, no por lo novedoso, porque este tipo de publicaciones son habituales cuando se trata de grupos yanquis y británicos, pero sin lugar a dudas sí por lo infrecuente si hablamos de nuestra querida escena doméstica, donde sí ha podido haber conexiones con el cómic pero sin duda no con la enjundia y el nivel de producción que tiene el caso que nos ocupa. Decidí sumergirme en su lectura y contemplación de manera contemporizada para que me durara algo más ya que pese a sus más de 220 páginas a todo color el resultado es de lo más gratificante y si te descuidas te lo meriendas en una sentada. Y quizá sea ese uno de los principales valores que tiene el libro, que pese a que la idea ‘se vende sola’ (como se suele decir) todos los implicados se han alejado de la complacencia o el exceso de confianza y han arrimado el hombro para que el resultado sea prácticamente impecable y sobresaliente. Desde el pulcro guion de los Kikes, siguiendo por el fantástico acabado de Bao Bilbao Ediciones (algo habitual en la editorial vasca) a través de su sello Bao Komikiak, pasando por el trabajo de todos los dibujantes que, pese a la variedad, consiguen una cierta homogeneidad a la hora de presentar cada uno de los veintiún capítulos, como si todos hubieran utilizado el mismo ‘filtro’ si nos llevamos el símil al mundo del cine. Y la propia biografía de Fito, claro, el pequeño gran héroe de nuestro rock. El chico de barrio que pudo salir de ‘tras la barra’ y hacernos volar con sus canciones.
Dicha la intro, os enumero, como bien hace la editorial, a los dibujantes con curtida experiencia, que se lo han currado. Ellos son: Alberto Peral (Premio de Ilustración Universidad Popular 2022, ilustrador en los colectivos A tribute to Juan Jiménez y Más fuerte muchachos, portadista de Antracita); Vicente Damián (El cauterizador, Jaime quiere ser un árbol, Black Pulp); Toni Fight (Nata: la leyenda del dios niño, Wukong: historia y leyenda, Detective Blues: una historia cyberpunk); Raquel Alzate (Premio autor revelación del Salón del Cómic de Barcelona 2006, ilustradora de Mitologika: una visión de los seres mágicos de Euskadi, Mitologika: el mundo de las brujas; Cruz del sur; La locura de Grandlon, La Morgana roja, Navegante en tierra); Pedro J. Colombo (El fotógrafo de Mauthauseen, Trois… et l’ange, Khaz, En segundo plano, Addiction); Kepa de Orbe (ilustrador de La crisis carnívora, Memoria, 1415 Ceuta: La llave de África, Bailén 1808 y los story-boards de las películas Black is beltza, Elcano, Goomer, El Hoyo, La isla de las mentiras); Alejandro Merino (ilustrador en los colectivos Sextories, Punkdroid, Concept Artist); Alex Orbe (Los enciclopedistas, Sigue a la hormiga, La banda sonora de mi vida, Unamuno: el hombre y la razón). Además, en el tomo se dan cita el ilustrador novel Iosu Berriobeña (portadista del grupo de rock Marea) y el colorista de largo recorrido Juan Soler (que ha colaborado en revistas como El Pequeño País y Creepy, en la serie Cuentos de Azorín y con editoriales europeas como la alemana Bastei o la italiana Editrice).
Otro de los aspectos a destacar es cómo el lenguaje narrativo y la propia naturaleza del formato, a través de tiras de ocho o diez páginas por autor, consiguen darle un aura especial a cada paso de la trayectoria vital de Fito, haciendo que por momentos haya magia entre los propios datos y andanzas vitales con la fórmula expresiva empleada desde el color y las viñetas.
Desde los sueños de radiocasete y escuchas iniciáticas de la niñez (bien regadas de música, que casi parecen sonar de verdad en nuestra cabeza durante la lectura y que de forma inteligente los Kikes han plasmado en una playlist Spotify –adjuntada al final-), los primeros trabajos, su ‘nomadismo’ hacia Cantabria, Málaga, la mili, el Palanca… Salvo alguna que otra licencia para variar la linealidad, el desarrollo es cronológico y es encantador ver ilustrados esos comienzos de Platero y Tú, cómo se hace referencia a los primeros encuentros con Extremoduro, la posterior gira conjunta, el disco con Extrechinato y Tú (curioso para mí sentirme algo ‘partícipe’ por haber profundizado tanto en ello), la apuesta definitiva por Fitipaldis (se pasa de puntillas por la ruptura, eso sí) y el crecimiento honesto desde las salas para 30 o 40 personas hasta llenar San Mamés y el Royal Albert Hall de Londres.
Entre esos capítulos la narrativa suele variar y jugar a veces con el lector. A veces entre flashback dentro de la ‘secuencia’, o disfrazada de sueños, o de verdades ficcionadas, mientras que tampoco se esconden las referencias a la época de falta de creatividad o de enganche a algunas sustancias. También es emocionante el que hace referencia a La Cuadri del Hospi, que dice mucho de la madera de la que está hecho nuestro protagonista.
A lo largo de las páginas también vemos pasar a una colección entrañable de ‘ilustres’. Además de los necesarios Iñaki, Jesús y Juantxu y casi todos los músicos que han formado parte de la banda de los Fitipaldis a lo largo de los años, también veremos a Robe, a Kutxi Romero, Rosendo, El Drogas, Carlos Tarque, Ariel Rot, Enrique Bunbury, Miguel Ríos, Miguel Poveda, Lichis, entre otros, incluido Calamaro con esa gira conjunta.
Sólo por presentar una apostilla, me pareció curioso desde el comienzo que siendo una biografía de Fito se utilice el guiño a un verso que, como tal, es de una canción de Lichis (“Todo A Cien”, versionada por Fito en Antes De Que Cuente Diez). Pero vamos, pecata minuta que como es de Bilbao puede ‘quedarse’ con esa y con todas las frases que le dé la gana, aunque a Robe no le gustara su versión de “Deltoya” (guiño, guiño).
Por muchos más años y ojalá una carrera por delante tan extensa que tenga sentido lanzar un volumen dos con lo que pase de hoy en adelante.
Dejo para el final el tema de los prólogos, ya que además de los autores también encontraremos la firma de El Gran Wyoming. Y es que este primer cómic viene con un fantástico y bienvenido spoiler: la intención de editorial y autores es dar continuidad a esta sería y ya se avanza en la contraportada que el próximo lanzamiento será El Gran Wyoming. Mil palos y ninguno al agua. Y me consta de buena confidencia off the record que alguno más hay por ahí en cartera. Los esperaremos con ganas.
A la venta en la web de la editorial.
Publicado el octubre 23, 2023 en Actualidad y etiquetado en Actualidad, Fito & Fitipaldis, Fito Cabrales, Fito y Por Supuesto La Luna, Kike Babas, Kike Turrón. Guarda el enlace permanente. 5 comentarios.






Sólo por la crítica, bueno no sólo por eso… es que me muero por FITO, es el amigo que todos querríamos tener… ya lo tengo en mis manos. He ido a comprarlo en un hueco por la mañana y en la comida lo he empezado, alargando mi sobremesa hasta las 16 H jejeje . Me ha gustado la idea, el formato, la encuadernación, dibujos e historieta. Muy aconsejable, digo más, imprescindible para los Fiteros.
El protagonista sin duda que da pie a que el formato cómic sea fantástico. ¡Un abrazo!
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