Aphonnic – Crema
Desde que “Ahora Que Tengo 33” me dejara noqueado allá por 2013, Aphonnic ha sido una banda a la que he seguido con bastante fe y medido entusiasmo al comprobar que aquel álbum (Héroes) era enorme, y certificar que cada paso discográfico no hacía sino confirmar las impresiones y expectativas que me habían generado. Venían avisando con sus anteriores Silencio (2003), Infalible (2006) y 6 Bajo Par (2009), Pero lo corroboraron sobre todo con Indomables en 2016. Aquel fue un disco sorprendente, valiente y arriesgado, puesto que apostaron por regar de melodías y coros entre la épica y lo “The Wall”, unas canciones todavía más poderosas. Más adelante (2020) vendría La Reina. Donde la sobriedad y algo más de oscuridad y mala leche les confirmaron como un grupo de rock alternativo con trazas de metal de lo más inquebrantable. Un álbum que ‘pagó’ haber salido justo antes de la pandemia pero que quedará como piedra sólida de una firme y convencida trayectoria. Ahora, tras superar con creces un crowdfunding, llega este Crema. De nuevo con su número fetiche de canciones (11), más directo (menos metraje que los dos anteriores), al grano, con mensajes claros, con teclas y sintes coloristas que tan bien casan con la portada pero que no evitan los rebatos de guitarra y voz. Nostalgias de infancia, inseguridades, señalamientos a fascismo y religión, integridad musical y una visión completamente abierta de las formas musicales hasta el punto de rezumar frescura sin tener que inventar nada. Aphonnic sigue siendo una pequeña gran joya a la que seguir y que, ojalá, tenga mucho más que ofrecernos en el futuro.
Aphonnic siguen siendo Chechu a la voz, Iago a la guitarra, Alén a la batería y Richi al bajo. Crema ha contado con la producción de Vasco Ramos (Xande), que se ha encargado también de la orquestación de sintes, los instrumentos adicionales y otras voces. Las canciones se grabaron en los estudios Planta Sónica y Poison Apple por el propio Vasco Ramos y lago Lorenzo, Pancho Suárez y Tiago Carvalho. La edición e ingeniería vocal es de Tiago Carvalho, mientras que la mezcla es Iago Lorenzo y la masterización es de Robin Schmidt (Biffy Clyro, Placebo, The Black Keys y un larguísimo etcétera).
“Azúcar De Algodón” es la encargada de abrir la lista y no hace prisioneros. Aquí el disparo va directamente a los medios de radio fórmula y payola. Un riff pesado de guitarra y bajo sobre una ambientación de teclas ligeramente oscura dan la pequeña entrada a un fraseo que ya demuestra que van a matar bailando. El cabreo es tal que el dardo se clava igual en el reggaetón y los Rolling Stones. «En radios comerciales, lengua de trapo». Sentadas las bases, no da tregua la “Melodía Antifascista” de ritmo pautado por la vía marcial y una actitud desafiante y enérgica con sintes muy afilados.
“Las Riendas” respira más en su entrada y se presenta con un engarce de melodías accesibles. El estribillo vendrá a más y volverá a presentar un armazón rítmico de golpeo constante en su primera parte y más dinámico y bailable en la segunda, cerrando en la coda con unos versos más virulentos, que recuerda a algunos temas de sus discos anteriores. “Caracol En Cuesta” e “Hijos De Dios” son mucho más frágiles. La primera con una historia de dolorosa timidez que acabará teniendo un arreón final con toques hardcoretas y de nuevo arreglos de sonoridad casi trance. La segunda con una narración de crisis de fe que se sirve para desplegar una ambientación más abierta y un sinfín de arreglos de guitarras, baterías y bases.
Unos coros sampleados llevan la melodía adictiva de “Sin Cicatrices” que con acordes poderosos de guitarra presentan una impresionante canción de nostalgia de niñez. La línea vocal del fraseo y su subida en el puente es vibrante y dolorosa. También su letra. Como escribí alguna vez… lo malo de que pase el tiempo no es que uno mismo sume años, sino que todas esas personas de la niñez los cumplen también… y empiezan a marcharse. “Doña Inés” emplea el personaje literario para desarrollar una historia de meretrices, maternidades y sometimientos, con beneplácito bendecido. Es una canción que presenta en su forma todos los paradigmas que definen a Aphonnic.
“Reproches” pasa por ser el corte más largo de la lista gracias sobre todo a una intro extensa entre muteos, acústicas y ruidos varios. Sin embargo, viene a ser uno de los más veloces con batería hardcore hasta un estribillo mucho más lírico y explosivo. Amores de pecados recurrentes se destilan en “El Anzuelo”, otra historia que se hilvana entre pasión incontrolable y un arrope musical que refuerza la intensidad del texto.
La más contundente del álbum viene con el grosor de guitarras y bases de “Truco o Trato” (la parte central es puro groove) pero esta vez señalando al artisteo del postureo. La encargada de echar el cierre será “En Propia Meta”, es el corte más orgánico del conjunto, con teclas más limpias y un mensaje vitalista no sin su capa crítica, ya que conceptualmente parece ser la continuación de “Azúcar De Algodón”, pero esta vez brindando por aquellos que sí estaban apoyando cuando más falta hacía. Como bien cantan: «Da al play y sube el volumen».
Aphonnic se confirma como una banda muy necesaria.
Más de Aphonnic en RockSesión:
Viña Rock 2018. Sábado, 28 de abril
Lista de canciones – tracklist:
- Azúcar De Algodón
- Melodía Antifascista
- Las Riendas
- Caracol En Cuesta
- Hijos De Dios
- Sin Cicatrices
- Doña Inés
- Reproches
- El Anzuelo
- Truco o Trato
- En Propia Meta
Publicado el febrero 12, 2024 en Críticas Discos y etiquetado en Aphonnic, Críticas Discos, Crema. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.




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