Aphonnic – La Reina
Lo escribí en su momento, con la crítica a otros discos o en la crónica de la oportunidad que tuve de verlos en un Viña Rock, pero Aphonnic me volaron la cabeza el día que los conocí, con la canción ‘Ahora Que Tengo 33’. Corría el año 2013, el álbum era Héroes y aquel tema se me metió bajo la piel de una manera que hizo que les pusiera (imagino que para siempre) la pestaña de seguimiento a estos vigueses. Después llegaría el feroz Indomables, donde se abrazó sin ambages al recurso melódico de coreos muy abiertos, una fórmula tan de moda que pasa por ser usado desde el power-pop, al indie, a las singstar de turno y que poco a poco también se ha ido infiltrando en el rock y metal patrio. Creía (escribí) que tanta edulcoración había echado a perder la esencia metalera de la banda, pero, tras varios meses… ego te absolvo a peccatis tuis in nomine Lemmy Kilmister. Aphonnic ha encontrado una vía que evoluciona en su sexto de estudio, La Reina. Mantiene esos arreglos, pero ya no brillan centellean tanto, sino que se sumergen con mayor naturalidad en la oscuridad y se da una vuelta de tuerca más a una presencia de teclados más latente y dinámica en ocasiones, casi rozando lo industrial, o más atmosférica en otras, lo que refuerza una patente emotividad en sus letras y en la intensidad de unas canciones que no se guardan nada. Enfoques, también, nada comunes completan un disco que les confirma como uno de los grupos metaleros más sólidos de la década que vendrá.
La Reina, como capricho de su nombre, se hizo esperar. El lanzamiento del disco estaba previsto para el mes de octubre del pasado año, pero la banda, en un ejercicio de honestidad y responsabilidad brutal (al cincuenta por ciento, diría yo) optó por no correr y, pese a tener los compromisos de un Verkami en la espalda, decidió cancelar la mezcla y master con Henrik Udd porque no les gustaba cómo estaba quedando el resultado final. Y no solo se vio afectada la salida del disco, sino que también trastocó algunas fechas de la gira de presentación (cuantiosa, por cierto) que ya estaban cerradas. Lo dicho, un gran ejemplo e inusual.
Finalmente, los datos técnicos que arroja La Reina es que fue producido por Vasco Ramos (More Than A Thousand) con los ingenieros de sonido Óscar Fernández y Tiago Canadas en los Estudios Mafia Records de Carballiño (Ourense) y Poison Apple Studios de Portugal. Mezclado por David Bendeth (Bring Me The Horizon, Paramore, Breaking Benjamin, Papa Roach, Killswitch Engage, etc) y masterizado por Ted Jensen, jefe de masterizaciones en Sterling Sounds y que cuenta con un Grammy.
Con Chechu a la voz, Iago a la guitarra, Richy al bajo y las voces y Alén a la batería, se abren los once temas con la contundencia oscura de ‘En Globo’, donde esos teclados y base gruesa de guitarras y tempo casi nos pueden recordar a los Rammstein más sobrios. Pero, ojo, el tema es un vaivén de sensaciones muy adecuado al viaje emocional que propone todo el conjunto, así, tenemos una dinámica bailable, un break ambiental, una suerte de palmeos accesibles y una variedad de registros vocales que es casi abrumador.
‘Raposa’ hace más por el empoderamiento (qué palabra) de la mujer más que decenas de canciones panfletarias. Sin victimismo, con autenticidad, casi es imposible cantarlo con más pureza siendo hombre, he aquí lo que decía de los enfoques de las canciones. Un armazón más limpio para que quede claro el mensaje. En ‘KaleboRock&Roll’ es todo lo contrario, estruendo en el fraseo, velocidad, coros y épica. Firmeza en la decisión de cambiar el sistema imperante en el mundo de la música.
‘Vestigios’ parece llevarnos a territorios conocidos de Héroes, sin embargo, la explosión de distorsión se sujeta hasta prácticamente la mitad del tema, lo que permite respirar y disfrutar de otros arreglos, quizá caminos por explorar. Angustia existencial (rueda de hámster, cascabel al gato, ciego delante) como condena con un golpeo de batería que se mete bien dentro en ‘Mickey & Minnie’, otro enésimo ejemplo de la intensidad punzante que maneja la banda en textos y atmósfera.
En el punto central, ‘Necios’ destaca por la cíclica melodía de teclas del fraseo, que le da una sonoridad bastante abierta, que tiene tintes claramente accesibles en la melodía vocal del estribillo. Un medio tiempo que con otros arreglos bien podría pasar por himno indie (ojo, dicho sin ninguna connotación peyorativa). ‘Tres Deseos’ es un corte profundamente guitarrero. La presencia casi capitaliza la mezcla y solo la potencia de algunas partes vocales en grito, junto a su aire posterior, le dan un poco de respiro a la muralla de distorsión. Es uno de los riffs musicales más metaleros de todo el conjunto, junto con el de su vecino ‘Dulce de Leche’, al que ahora llegamos. Y como con Aphonnic nunca hay nada convencional, nos sorprende una coda reposada y con el pie levantado del acelerador.
En el último tercio del álbum, la citada ‘Dulce de Leche’ presenta un tema ligero e hilvanado en estrofas y estribillo. Una sensación tan vaporosa como lo del “humo en tu ropa” del estribillo. Si la oveja negra a la que ya cantó Barricada en su día no fuese poco estigma por su color, Aphonnic le da una vuelta de tuerca más en ‘Zurda Oveja Negra’, donde vuelven las hechuras casi industriales en el fraseo y, si me apuran, con una base rítmica con algo de doom. Eso sí, la integración de texto y de esos coros, ya, marca de la casa, es de una belleza descomunal, hasta el punto de ser uno de los mejores temas del disco.
Haciendo una constante similitud ente la abeja reina y la doble moral de confesionario (alusivo a la portada, entiendo) ‘4 Putas’ nos trae la comunión de la sangre ajena. “Traga y moja el pan en la sangre ajena”. En las formas, es el corte menos homogéneo con el conjunto, por un cierto toque rapeado por momentos. El cierre viene de manera solemne y abrumadora con el canto de duelo de piano, voz y percusión de ‘Crisantemos’, donde no es difícil entrever la muerte, siempre injusta, de una pequeña. Un inesperado y helador final para un disco que a fuerza de escuchas se hace rico e imponente y que nos confirma a Aphonnic como un aspirante a grandes.
Lista de canciones – tracklist:
- En Globo
- Raposa
- KaleboRock&Roll
- Vestigios
- Mickey & Minnie
- Necios
- Tres Deseos
- Dulce de Leche
- Zurda Oveja Negra
- 4 Putas
- Crisantemos
Publicado el febrero 25, 2020 en Críticas Discos y etiquetado en Aphonnic, Críticas Discos, La Reina. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
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