¿Cuál es el mejor disco en estudio de Marea? Si descartamos los dos últimos por media baja y al primero por su brevedad y producción, a buen seguro que la mayoría de seguidores coincidirán en tres nombres: ’28.000 Puñaladas’, ‘Besos de Perro’ y ‘Revolcón’. Es decir, del segundo al cuarto disco. En RockSesión hemos dudado entre el segundo y el tercero, pero para el remember de este monográfico de verano nos quedamos con ‘Besos de Perro’. Además de por las canciones, por el salto que supuso en alcance para la trayectoria de la banda. Fue el gran paso, la consolidación de que Marea iba a ser un grupo que jugaría para siempre en la primera división del rock estatal.

Después de ‘La Patera’ y ‘Revolcón’, hay un sector de público les pone la etiqueta de ‘copia’ de Extremoduro. El momento de esos dos discos es propicio, además. Salen después de que los de Robe Iniesta hubieran sacado a la calle el irregular ‘Canciones Prohibidas’. Buena parte de los seguidores ponen los ojos en Marea buscando el sonido perdido. Marea, lejos de achicarse ante las supuestas acusaciones de los fundamentalistas, confían la producción de su tercer disco precisamente a Iñaki ‘Uoho’, además lo graban en su estudio y con el mismo sello discográfico y además cuentan con la pléyade de colaboradores de esa familia: Robe, Uoho, Fito y hasta Sara Íñiguez como corista.

Además, con el mismo sello, DRO. La producción de ‘Uoho’ pule el diamante y ya solo queda el brillo de las canciones rutilantes. En las que la poesía y el rocanrol se funden sin estar al servicio una de la otra. No volverá a pasar más con esta plenitud. Es un disco denso sin ser forzado y accesible sin proponérselo. De principio a fin. Un disco esencial en sus 11 cortes. No sobra nada. Ni un acorde, ni un verso.

Y es que desde el arranque encontramos una banda inspirada. La fuerza del ‘Romance de Jose Etxailarena’ transmite la esencia del protagonista enamorado condenado al fracaso. Y ‘El Rastro’ sigue por ese camino: “Por un beso yo me arrastro como un sapo, como un príncipe en harapos, en fin… como lo que soy”. Y lo hace con una poesía costumbrista, aquí sobre los mercadillos y plantas, en ‘La Luna Me Sabe a Poco’ en la cotidianidad culinaria.

Y además casi todas con el mismo corte, canciones poderosas desde inicio que aún así levantan al final en un increscendo musical evidente, una tendencia que recuerda, de nuevo, a Extremoduro y cuyo mejor ejemplo es el cuarto corte, uno de los más brillantes de toda su discografía, ‘A La Mierda Primavera’, con un final para apretar puños y dejarse llevar por el punteo.

Solo con este inicio el disco ya es arrollador, pero el tiempo nos lleva a ‘En Tu Agujero’, canción en la que Robe Iniesta y Kutxi Romero cumplen el sueño de miles de seguidores, escuchar un dúo entre ellos. Es una canción sencilla pero vibrante, como ‘Manuela Canta Saetas’ y como ‘Me Estoy Quedando Solo’. En medio, ‘Alfileres’, una de las últimas canciones interpretadas por el Piñas. Una pena, porque lo hace de escándalo en todos.

En el tramo final, otro ejemplo de increscendo muy claro en la injustamente olvidada ‘Venas Con Humo y Palabras’. Otra canción densa en el desamor y que con rimas rápidas te arrastra de ola en ola, “a la altura del perejil se han quedado todo mis sueños’…

‘Como El Viento De Poniente’ es la canción más contestataria del disco, cimentada desde el inicio con la intro vocal del cantaor El Cabrero. “Nunca seguí al rebaño, porque ni el pastor ni el amo eran gente de fiar”. De cierre, ‘Pan Duro’, una balada derrotista dedicada a los viejos jornaleros.

Un disco pleno en todas sus facetas. 45 minutos de puto rocanrol.

En Spotify.

Tracklist:

1. Romance de José Etxailarena
2. El Rastro
3. La Luna Me Sabe A Poco
4. A La Mierda Primavera
5. En Tu Agujero
6. Manuela Canta Saetas
7. Alfileres
8. Me Estoy Quedando Solo
9. Venas Con Humo y Palabras
10. Como El Viento De Poniente
11. Pan Duro