El Pulpop es una excelente iniciativa que se viene desarrollando en la localidad de Roquetas de Mar desde hace más de una década, con carteles que siempre han traído a lo mejor del momento de aquello que podríamos denominar ‘indie’, aunque este tipo de catalogaciones para lo único que vale es para compartimentar a un público que, por suerte, no siempre se limita a rechazar aquella etiqueta que no le agrada sino que se pone a escuchar a las bandas individualmente tal y como merecen. Numerosas veces os he enumerado una colección de grupos que entran en ese cajón de sastre y que valen muchísimo la pena. De hecho tanto Corizonas como León Benavente, los respectivos cabezas de cartel de viernes y sábado son dos ejemplos de que, aunque se muevan en ese círculo de festival y eventos, están muy alejados de él y más cercanos al rock los primeros o incluso al post punk y psicodelia en el caso de los segundos. Aprovechando la oportunidad y libertad de agenda de medianoche, anoche nos acercamos para ver esa ya consolidada fusión de Arizona Baby y Los Coronas y hoy haremos lo propio con el ‘supercombo’ de Eduardo Baos, César Verdú, Luis Rodríguez y Abraham Boba. (FOTOS: Juan Jesús Sánchez Santos para RockSesión).

Como ya dijimos en su día con la correspondiente crítica de Nueva Dimensión Vital, el primer disco de Corizonas en castellano, no hay nada de malo en la decisión de querer llegar a más gente con tu música, si los principios musicales y su desarrollo continúan dentro de una normalidad que no sacrifica la identidad e integridad del grupo. Corizonas consiguió ese equilibrio pese a que por el camino se quedaron los aires polvorientos de rock añejo y ese punto castizo entre el surf de los instrumentales y las influencias heterogéneas pero clásicas. El polvo fue sustituido por el neón y todo transcurre con una accesibilidad bastante evidente, aunque claro, ejecutado por el gran equipo solvente de músicos, como Fernando Pardo, Javi Vacas, Loza, Sr. Marrón, Javier Vielba, Yevhen Riechkalov y David Krahe.

Tras verlos dos veces en apretada y calurosa sala, primero cuando todo era tan solo un juego casquivano, la segunda con disco propio ya en el mercado (y qué disco, el The News Today). El caso es que mantenían ese punto salvaje que tan excesivo hacía su directo. Esa esencia parece más diluida en este momento, debido a que el equilibrio del repertorio no permite demasiado desbarre. A la intro de theremin les seguirían las animosas ‘La Cuerda Que Nos Dan’, con Chaplin dictador de por medio, y ‘Las Paredes Bailan’, pero temas como ‘Todo Va Bien’ o ‘Luces Azules’, ese continuidad, hacen que Corizonas se acerquen más a ‘territorios comunes’ donde, claro, ya no son ‘los únicos’ como sí lo eran con su propuesta anterior.

Ahí queda la gran subida del ‘The Falcon Sleeps Tonight’, aunque eché en falta algo más de agresividad en el tempo y la melodiosa ‘Run To The River’ y esa bonita versión del ‘Piangi Con Me’. Momentos álgidos de una velada, fría en julio, que continuaría con el individualismo positivista de ‘Yo Quiero Ser Yo’ y ‘Trabalenguas’, quizá una de las canciones que mejor equilibran presente y pasado.

Lo más salvaje de la noche fue la, como siempre, excelente revisión del ‘Supernaut’ de Black Sabbath, con ese magnífico tramo de batería de Vielba y Loza, y la lógica ‘Nueva Dimensión Vital’ y ‘I Wanna Believe’, que echaría el cierre mientras, como Porretas, usaban el ‘Always Look On The Bright Side Of Life’ pero en esta ocasión para dar la despedida.

Punto de inflexión, claro está, para una formación a la que le espero algo más de nervio en el próximo de estudio para que todo vuelva a tener un mayor sentido. Mientras tanto, bailaremos como las paredes.

Setlist aproximado:

1. Intro
2. La Cuerda Que Nos Dan
3. Las Paredes Bailan
4. Todo Va Bien
5. Luces Azules
6. The Falcon Sleeps Tonight
7. Run To The River
8. Piangi Con Me
9. Yo Quiero Ser Yo
10. Trabalenguas
11. Supernaut
12. Nueva Dimensión Vital
13. I Wanna Believe