Malditeria – Zozobra
Que muchos de los grandes hayan suspendido sus planes de lanzamiento nos está dejando más espacio (si es que no cuentan ya de por sí con él) a poder traer debuts o discos de bandas alejadas de los grandes focos y escenarios, que se lo curran con la mayor de las ilusiones para llegar al máximo de oídos posibles. De tantos y tantos que pasan a lo largo de los meses por los míos, hay algunos que encienden la chispa para que encuentren en el hueco en esta casa, y Malditeria, con su debut Zozobra, es uno de los últimos. Los venía siguiendo con los primeros adelantos con un correcto signo de aprobación pero fue auspiciado por un email promocional personalizado al extremo (nos vemos en la posdata) por lo que decidí darle una escucha profunda para ver de qué iba el asunto. Y es que un grupo que se autodefine como “Rock and Roll Maldito” ha de estar muy seguro de sus posibilidades. Y, doy fe, que tienen motivos para ello. Zozobra es un debut de fácil primeras escuchas, de ritmos reconocibles y, aquí lo más importante, que es capaz de mantener el nivel de atención durante todo el metraje gracias a una muy sorprendente capacidad para presentar canciones variadas, que se distinguen por sí mismas incluso antes de terminar, ofreciendo una gran gama de registros dentro del rock a secas, aderezado allá por roll, acá por pop, acullá por compases más castizos, otros más psycho o pinceladas de sureño o hasta casi de funk. Que para un debut no está nada mal. Por cierto, la banda iba a llamarse Zozobra y el disco Malditeria. ¿Les suena? Como Marea y La Patera.
Nacidos en Ibi, una de las localidades alicantinas por las que deambuló el Marea Rock hasta encontrar su (supuesta) sede fija en la capital, Malditeria es un cuarteto de músicos granjeados con anterioridad en otras bandas menos duraderas que se compone por Arturo a la voz y guitarra rítmica, Raúl como guitarra solista y coros, Vila al bajo y Nando a la batería. El álbum se graba a lo largo del pasado 2019, con producción a cargo de Agustín Amat y Raúl Egido.
La lista se abre con el cañón de gran base rítmica que es ‘Dr. Paradigma’, que juega con un riff con aires de psycho-surf (algunas versiones de Nu Niles se han marcado desde el local) en el que la banda ya muestra el descaro en la actitud vocal del fraseo y ese clasicismo marcado por las dobles voces, una ligeramente por detrás y en una tonalidad menor. Sonido vintage pero con la energía de este siglo que está a punto de consumir su primer quinto. Unas maneras que se hacen más tácitas si cabe con el roll bullanguero y hedonista de ‘Ay, Mama’, de hechuras de vieja escuela de inicios de este invento, hasta con ese break y esa coda con los coros tan blanco y negro.
Mención destaca para ‘Por Las Chispas’. El tercer corte deja claro la voluntariedad manifiesta de la banda por ofrecer formas distintas y aquí apuestan por un compás más latino y castizo, casi maldito y de drama bluesero en su estribillo, descarnado e intenso. ‘Sólo Quería Jugar’ tira de retro hasta el punto de llegar a un aire muy Troglo en los coros. Solos y un buen golpeo de batería (quizá lo más mejorable en las mezclas en varios momentos) completan otro tema que ayuda a que el fuego no rebaje. Y si hay reminiscencias a dicha banda en esa, en ‘Tuve Que Correr’ hay mucho de 091 en esa manera de arrastrar la cadencia del fraseo y encarar el estribillo. Claro, carta ganadora con esa baza, sin duda.
Con virulencia llega el compás y las guitarras aguerridas de ‘El Daño Que Has Hecho’, un medio tiempo de armazón compacto y que sorprenderá en el punto central con unos coros casi misales. Continuando con la bajada de tempo llega la elegante y estilosa ‘Restos’, más limpia de distorsión y reforzada con los coros de Raquel, que le da un punto gospeliano. En ‘Trabajos Sucios’ nos llega el aroma destilado del blues en la entrada, que deviene en otra vuelta de tuerca al rockabilly. Vamos, que con un contrabajo lo bordan.
En el tramo final, ‘Me Estoy Rehabilitando’ tira de coros stonianos en el estribillo, lleno de swing y flotabilidad. El punto metálico viene de la mano de ‘Cuando Caiga La Noche’, urgente y peligrosa, mientras que ‘Cambiará El Papel’ es la clave del arco de punto de esta Zozobra, con tempo que, por momentos, nos puede recordar el compás del ‘Tango Suicida’, y que bebe mucho del mismo licor intenso que el tercer corte. Una declaración de intenciones para una banda que concluye un estreno de lo más solvente. Denle a la pestaña de seguimiento. Se lo han ganado y, no, tal y como me avisaron desde los círculos cercanos al grupo, no suenan a Los Planetas.
Lista de canciones – tracklist:
- Dr. Paradigma
- Ay, Mama
- Por Las Chispas
- Sólo Quería Jugar
- Tuve Que Correr
- El Daño Que Has Hecho
- Restos
- Trabajos Sucios
- Me Estoy Rehabilitando
- Cuando Caiga La Noche
- Cambiará El Papel
Publicado el noviembre 3, 2020 en Críticas Discos y etiquetado en Críticas Discos, Malditeria, Zozobra. Guarda el enlace permanente. 5 comentarios.
A tope con los perritos!!!
Muy buena reseña, muy buen disco y una pedazo de banda, ¡qué buenos son!
Ojalá les vaya tan bien cómo se merecen
Mil gracias, Olga. Estaremos atentos!
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