Después de ir adelantando poco a poco los singles que lo conforman, la pasada semana vio la luz Creer Para Ver, el nuevo trabajo de Subtónica, el nombre de cabecera tras el que encontramos a Javier Estévez, quien fuera letrista, batería y co-fundador en 1994 de la tristemente desaparecida banda Estirpe, tan querida en esta casa desde el principio de los tiempos, y quienes afrontamos hace poco más de un año la perdida de Mart, su vocalista. Creer Para Ver se presenta en formato de epé de cinco temas, concebido como la primera parte del todo de un disco que se completará con un segundo corta duración a final de año. Juntos, serán el segundo elepé de Subtónica, que se estrenaron (tras otro primerizo epé) con el kilómetrico título de Si a Lo Que Nos Divide Le Restamos Importancia…El Producto Será Siempre Positivo, allá por 2016. Por el camino estos años también ha ido potenciando su proyecto educativo Subtónica Kids, con un enfoque pedagógico para grandes y pequeños. No se trata de canciones infantiles al uso. Se busca un doble objetivo: que los adultos se sientan identificados, disfruten y puedan compartir experiencias de enseñanza-aprendizaje con los hijos, y que además sirvan para acercar a los más pequeños estilos musicales y sonoridades que tienen poca cabida en sus estímulos diarios. Esa definición casi que es aplicable a su indefinida propuesta musical, entendiendo la expresión como una manera de hacer que se aleja de patrones clásicos, buscando ante todo la emoción y la humanidad más básica, más sencilla. Javier cuenta historias en las que las ilusiones se mantienen en vilo en el momento justo antes de la quiebra, donde la esperanza todavía se mantiene, buscando un preciosismo y la belleza, sin sobresaltos, de tú a tú. Una propuesta posiblemente de hechuras minoritarias, pero sin duda un cable a tierra que siempre reconforta.

La honestidad brutal, que diría aquel, de Estévez es tal que no esconde sus influencias. Para presentar este epé, siguiendo los criterios bibliográficos más elementales, dice así: «Siguiendo la metodología empleada en artículos científicos, donde se citan estudios que se han leído y analizado previamente y que sirven de base, en mayor o menor medida, para un nuevo trabajo, Javier Estévez quiere indicar las siguientes obras literarias y musicales por su carácter inspirador durante todo el proceso creativo de estas canciones: Una storia semplice (Negramaro, 2012), Marcadores a Cero (Alis, 2019), Bailar en la Cueva y Salvavidas de Hielo (Jorge Drexler, 2014; 2017), The Fragile (Nine Inch Nails, 1999), Poesía Completa 1980-2015 (Luis García Montero, 2016), En la luz respirada (Antonio Colinas, 2004), El entusiasmo (Remedios Zafra, 2000), The Joshua Tree y All that you can’t leave behind (U2, 1987; 2000), An End has a Start (Editors, 2007), El Nervio del Volcán (Caifanes, 1994), El arte de pensar y Filosofía ante el desánimo (José Carlos Ruiz, 2018; 2021), El teatro del absurdo (Draco Rosa, 2007), René (Residente, 2020), Acepto Milagros (Tziano Ferro, 2019), My Favourite Faded Fantasy (Damien Rice, 2014), Wasting Light (Foo Fighters, 2011), entre otros».

El álbum, como ocurriera con su antecesor, ha sido producido por Pachi García (Alisrecords), y se ha grabado entre Baeza, Úbeda y Córdoba (debido a que los problemas de salud de Javier le hacían perder la voz de forma intermitente). Las canciones han sido cuidadosamente seleccionadas de todas las compuestas desde 2018 y han sido pre producidas por Javier González (Primatah), artífice de una notable progresión interpretativa.

Se abre el quinteto con “Desconocidos”, un tema en el que la batería recuerda claramente a Foo Fighters, mientras que combina en las líneas vocales el recitado hablado, explícito en el break central, con un estribillo mucho más melódico y de luminosidad de art rock al gusto de U2, los primeros Coldplay y compañía. Incomunicación en tiempos modernos donde nadie conoce a nadie.

“A Pesar Del Mundo” es un tema que se abre con protagonismo vocal y con una arrope musical minimalista y latente que irá creciendo de manera progresiva a lo largo del metraje de un corte que despliega una narración llena de conceptos incorpóreos entre cosmos, lácteas, lunas, alma y lágrimas… volviendo a la distorsión y armazón rítmico más compacto en un estribillo con una de esas guitarras titilantes y elevadas y enriquecido con una estrofa en su aparición final.

“Magia” hace honor a su título y con un compás ternario, entre el circo (la fanfarria final beatleliana incluye metal y megáfono) y el vals, hace de las dificultades para llegar a fin de mes un espectáculo digno de la heroicidad más colosal: «no fue un espejismo, fue capitalismo: vendedores de humo y luz, mucha cara y doble cruz… Y a fin de mes, todos artistas, héroes y equilibristas», haciendo crítica social desde un enfoque no panfletario.

Por su parte, “Así Nos Va” destaca por un lado por su intensidad interpretativa, muy corpórea en todo el metraje, pero también por el cuidado tratamiento de los coros, más espectrales y con ese punto de lirismo progresivo contenido. El quinteto de temas se culmina con “Como Si Fuéramos Tribu”, un tema que sirvió para dar a conocer la fecha de lanzamiento del álbum, que se hizo coincidir con lo que hubiese sido el quincuagésimo cumpleaños de su hermano, también fallecido, y ‘culpable’ de la pasión musical de Javier Estévez.  El tema es el más enérgico y tiene mucho de aglutinador en la búsqueda de esa conexión por las pasiones comunes. De vuelta a lo real frente a lo artificial.

Así, se concluye la nueva propuesta de un artista que disfruta del puro hecho de crear y compartir, sin más ambición que mantener el equilibrio entre lo que siente y lo que canta. De conseguir paz interior para, a partir de sus canciones, contagiarlo. Nos vemos de nuevo a final de año.

Lista de canciones – tracklist:

1. Desconocidos
2. A Pesar Del Mundo
3. Magia
4. Así Nos Va
5. Como Si Fuéramos Tribu