Amaral – Dolce Vita

Aunque tanto Eva como Juan revisten la importancia de su legado de una modestia y naturalidad pasmosa, es innegable que para muchos Amaral “siempre ha estado ahí”. Para la escena local desde hace más de 30 años, para el gran público desde hace más de 25, que debutaran con el disco epónimo de 1998, al que bien sucedieron Una Pequeña Parte Del Mundo (2000), Estrella De Mar (2002), Pájaros En La Cabeza (2005), Gato Negro – Dragón Rojo (2008), Hacia Lo Salvaje (2011), Nocturnal (2015) y Salto Al Color (2019). Curioso lo relativo del tiempo que siendo el disco que más intervalo temporal contiene, este Dolce Vita se me antoja ‘muy caliente’, muy cercano al anterior. El motivo deriva de que el dúo y su banda estuvieron de gira (recuperando el tiempo que la pandemia robó a las presentaciones de Salto Al Color) hasta el mismo año pasado, cuando ya tenían incluso buena parta del material de quince canciones que nutren esta novena entrega desde el estudio. Como prueba, esos adelantos que han venido sucediéndose a lo largo de los meses con “Rompehielos”, Ahí Estás”, “Libre”, “No Lo Entiendo”, “Los Demonios Del Fuego” y finalmente el homónimo “Dolce Vita”, alguno de ellos incluidos ya en la parte final de la gira del pasado verano, como conté en su momento en la crónica de Cooltural Fest. Quince temas que tienen todo lo bueno que se les presupone, con melodías enérgicas, actitud siempre hacia el frente y una solvente facilidad para seguir sonando como siempre con arreglos sin caducidad.

«Construimos un lugar soñado, un paraíso donde ser libres, donde empezar de cero. Donde hasta lo más pequeño nos asombraba como si lo descubriéramos por primera vez. Le llamamos Dolce Vita. Quince canciones donde nos desnudamos. Es nuestro jardín del Edén. Es el río eterno al que nos lanzamos sin pensar. Es la flor que nace partiendo en dos el asfalto, el corazón caliente en noches heladas. Es querer sin pedir nada a cambio. Es el tesoro que nos salvará y que nadie nos puede arrebatar. Puede ser real o imaginario, pero es nuestro y desde hoy, es vuestro». Con esta introducción presentan Eva y Juan esta Dolce Vita.

Para la grabación del disco han contado con un equipo amplísimo (los créditos ocupan toda la hoja de la contraportada del libreto). Aquí va el grueso: Todas las canciones compuestas por Eva Amaral y Juan Aguirre. Producido por Álex Moreno, Pablo Fergus, Juan Aguirre y Eva Amaral. Mezclado por Nathan Boddy. Masterizado por Vlado Meller. Arreglos orquestales por Christopher Elliott (en “Dolce Vita” y “Los Demonios del Fuego”).

Eva Amaral ha grabado voz, coros, guitarras, programaciones, arreglos de cuerda y de viento, mientras que Juan Aguirre ha hecho lo propio con guitarras eléctricas, guitarra española, guitarra portuguesa, programaciones y arreglos de cuerda. Como banda ‘base’: Álex Moreno (batería, percusiones y programaciones), Pablo Fergus (teclados, pianos, sintetizadores, programaciones y arreglos de cuerda y de viento), Carlos Bueno (bajo), Tomás Virgós (piano).

A eso se suman Marcos Ortega Martín (trompeta), Dani Niño (saxofón), Luis Mari Moreno (saxofón y trombón), Paloma García del Busto (cello), Lucía Gil Ortega (viola), Natalia Callejo (violín). Además, Araceli Lavado, María Olevar y Maisa Hens han hecho coros en “Dolce Vita”, con Christopher Elliott en piano y campanas tubulares y Geoff Alexander en la orquestación en los temas “Dolce Vita” y “Los Demonios del Fuego”.

Todo ha sido grabado en O Gato Negro estudios y La Cafetera estudio (Madrid), con Pablo Fergus como ingeniero de sonido y con grabaciones adicionales en Estudio Uno y 5020 Madrid, con Manuel Pájaro, David Toledo y Rubén Vispe como ingenieros de sonido. La Budapest Scoring Orchestra fue grabada en Budapest Scoring Studio por Christopher Elliott y Geoff Alexander, bajo la dirección de Péter Illényi.

“Libre” es la canción que abre la quincena y, de muchas maneras, representa varios denominadores comunes de este Dolce Vita. Para empezar, la combinación de esa guitarra acústica a la vez se desprenden programaciones más contemporáneas. También en la mezcla de marcado matiz folclórico, a caballo entre el latinoamericano y una seudo rumba, y, cómo no, en el anhelo de libertad plena, desde el nacimiento hasta la muerte. Y, por último, en su duración, puesto que hay un notable ejercicio de contención en los metrajes, haciendo que los 15 temas apenas superen los 46 minutos.

“Tal y Como Soy” es otro de esos temas que se antojan imperecederos en mensajes y formas. Un pop rock luminoso, creciente, melódico, que utiliza una base rítmica disruptiva y no lineal para darle un cariz más moderno. “Ahí Estás” arranca con una bella melodía de piano que, sin embargo, no ‘se explota’ en el desarrollo para sorpresa de la primera escucha, pero que acaba conquistando en un bello canto de amor filial.

En “No Lo Entiendo” es fácil ubicar al Amaral más reconocible de los primeros tiempos. Melodías de guitarras afiladas, casi urgentes, dolientes, acompañadas por una melodía vocal y un texto reflexivo, de preguntas retóricas y decisiones marcadas con un estribillo sencillo, directo. Visto en perspectiva, “Rompehielos” parte de una base de ritmos latinos y urbanos que se dignifican gracias a unos arreglos poderosos de metales abrasivos y certeros y una letra, claro está, por encima de la media de las de esa naturaleza.

“Eso Que Te Vuela La Cabeza” refuerza el mensaje apátrida (al menos, no la patria que unos quieren) con una energía luminosa que se hace trepidante en un fraseo casi tribal y que destella en el estribillo. Quizá pueda parecer inútil que todavía alguien le dedique canciones a Víctor Jara, pero dada la popularidad y la llegada de públicos jóvenes, nunca está de más y Amaral aporta este “Podría Haber Sido Yo” que late como un toque de atención ante tiempos de regresión involutiva.

En el eje central del disco, en el octavo corte, encontramos “Viernes Santo”, con arreglos de pop sintético en la parte final y una explosión de distorsión de eléctricas en la coda. Llegamos así a ese “Dolce Vita” de arreglos vigorizantes en coros y orquestación, con ese mensaje que mantiene la humildad dentro de una épica furiosa y reconstituyente. A destacar el toque ligeramente orientalista de algunos pasajes y su estribillo de hechuras hímnicas.

“Los Demonios Del Fuego” refulge con imágenes poderosas y elevadas desde las orquestaciones, el falsete más lírico y una letra poética a la que no es difícil encontrar el símil con fantasmas del pasado o, quizá, relacionados con la salud mental. Por su parte, “En El Centro De Un Tornado” vuelve a usar la fórmula de narración multipersonaje (como la de Sebas, como “La Colmena” de Cela) con diferentes situaciones espacio-temporales. Todo ello para hacer una crítica social marca de la casa.

“La Suerte” tiene maneras de un pre-balance vital propio de la mirada hacia atrás. El protagonismo de voz y guitarra la conecta con los comienzos. Un tono reflexivo que se eleva con unos coloristas arreglos de teclas y la subida de tono en la voz. También es una declaración de intenciones, desde el título, “Hasta Que La Música Se Acabe”, aquí con un rock and roll ágil, con algún ramalazo entre el country y lo fronterizo.

“La Unidad Del Dolor” juega de manera drástica con dos ambientaciones, una delicada y frágil y otra más tormentosa, caótica por momentos. Un mensaje de fragilidad guiado por la referencia al Metamizol. El cierre vendrá de la mano del batir de alas de “Pájaros”. Un corte que respira a carpe diem después de enumerar una docena de aves: «Estamos aquí. / Un día volamos y al otro / podemos dejar de existir».

Puede que la modestia sea parte del encanto de Amaral… Pero las canciones hablan por sí solas. Que no se vayan nunca.

Más de Amaral en RockSesión:

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Lista de canciones – tracklist:

  1. Libre
  2. Tal y Como Soy
  3. Ahí Estás
  4. No Lo Entiendo
  5. Rompehielos
  6. Eso Que Te Vuela La Cabeza
  7. Podría Haber Sido Yo
  8. Viernes Santo
  9. Dolce Vita
  10. Los Demonios Del Fuego
  11. En El Centro De Un Tornado
  12. La Suerte
  13. Hasta Que La Música Se Acabe
  14. La Unidad Del Dolor
  15. Pájaros

Publicado el marzo 4, 2025 en Críticas Discos y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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